Bahía Blanca | Jueves, 02 de mayo

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Más libre no se consigue: ahora, la carne argentina se abre al mundo

¿Qué cambió en la faena bovina? Nada. Lo que se modificó fue el rumbo de la política nacional.

“(...) Art. 1º: Suspéndase hasta el 31 de diciembre de 2023, inclusive, la exportación definitiva y/o suspensiva, con destino al exterior del país, de los siguientes cortes bovinos frescos, enfriados o congelados: a) reses enteras; b) medias reses; c) cuarto delantero con hueso; d) cuarto trasero con hueso; e) medias reses incompletas con hueso y f) cuartos delanteros incompletos con hueso.

Art. 2°: Los siguientes cortes preferidos (frescos, enfriados o congelados) se encontrarán limitados, hasta el 31 de diciembre de 2023, inclusive, para su exportación definitiva y/o suspensiva, con destino al exterior del país: a) asado con o sin hueso; b) falda; c) matambre; d) tapa de asado; e) nalga; f) paleta y g) vacío (…)”.

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El decreto 911/21 del ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación —del 3 de enero de 2022— se decidió para “proteger la salud, la seguridad e intereses económicos; la educación para el consumo y la defensa de la competencia contra toda forma de distorsión de los mercados y al control de los monopolios naturales y legales (…); porque es necesario construir una política pública para la cadena de la carne con el objeto de aumentar la producción, la existencia ganadera y el peso promedio de faena, generando previsibilidad al productor e incrementar, asimismo, los volúmenes exportables, ya que las medidas que se disponen contribuyen a generar un equilibro entre el mercado argentino y la exportación de productos cárnicos”.

Las excepciones corrieron para los cortes de las arancelarias, como las cuotas Hilton y 481; los envíos a los Estados Unidos y las exportaciones —bajo protocolo kosher— al Estado de Israel.

Con el primer día del corriente año, estas medidas dispuestas por el entonces presidente Alberto Angel Fernández (con la adhesión de los ministros Juan Manzur y Julián A. Domínguez, que devenían de formatos semejantes) quedaron en desuso. Sus argumentos, expresados en el decreto, también.

¿Qué cambió en la producción de la carne bovina argentina? Nada. Lo que se modificó fue el rumbo de la política nacional a partir de la asunción de la presidencia de la Nación del economista liberal libertario Javier Milei.

¿Qué nueva medida se implementó? Ninguna. Este domingo 31 de diciembre se dejó sin efecto el DCTO-2021-911-APN-PTE publicado aquel 3 de enero.

Se desactiva, de esta manera, un armado para que haya carne de vaca barata en las góndolas y en las carnicerías con un objetivo final que, a modo de eslogan, empezó a pergeñarse el 25 de mayo de 2003: cuidar la mesa de los argentinos. Aun derribado el mito de que la carne es cara, pocos pueden asegurar de que la medida haya sido efectiva (pero ese ya es otro tema).

El organismo a cargo de refrendar esta medida aperturista, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), actualizó los procedimientos para la salida de uno de los productos argentinos más demandados en el mundo, así como el resto de las entidades fitosanitarias adecuaron los protocolos para los servicios de inspección veterinaria que certifiquen todos los procesos para la exportación.

Es inevitable unir esta decisión del área de la SAGyP a cargo del Fernando Vilella (aún está en veremos la denominación Secretaría de Bioeconomía, como pretende el propio funcionario) y el programa de emergencia económica que incluyó, entre otras medidas, una mejora del tipo de cambio (el 12 de diciembre el dólar oficial estaba a $ 400,50; al día siguiente apareció a $ 800), con el incremento de los derechos de exportación de los productos cárnicos, que pasó del 9 al 15 % en esta misma flamante gestión.

El titular del Consorcio ABC, Mario Ravettino, estuvo en la reunión donde Vilella notificó la novedad al sector cárnico. “La medida compensa a los frigoríficos exportadores por la corrección del dólar oficial que anunció el ministro (de Hacienda) Luis Caputo”, admitió. Entonces, faltaban sólo 18 días para el 31 de diciembre de 2023.

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