Carne vacuna (indómita): ¿cuándo terminará la recomposición de precio?
Más allá de una abrupta evolución, se continúa por debajo de la inflación. Del año 2022 venía con un atraso de 52 puntos.
Del Círculo de Periodistas Deportivos de Bahía Blanca. Trabajó en la revista Encestando (1985-2000). Actualmente, desde 1987 es redactor de la sección La Ciudad del diario La Nueva Provincia. Es periodista especializado en el sector agropecuario desde 2001. Miembro de la Asociación Bonaerense de Periodistas Agropecuarios (Abopa). Responsable página web de la Asociación de Ganaderos (AGA).
Tras un largo período de amesetamiento de los valores nominales de la hacienda del segundo semestre de 2022 en el Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG), la recuperación de la carne vacuna estaba al caer. O reacomodamiento, puesta en valor, o como se lo quiera denominar.
Acaso nadie calculó cómo iba a suceder; y en el momento que acaecería, pero fue cuando se hizo fuerte la consabida frase: más temprano que tarde.
El aumento de los precios se explican rápidamente como una de las consecuencias de la terrible sequía que azota el sector agroproductivo de la Argentina, algo que, en muchos sitios, obliga a remontarse al año 1975 para hallar un fenómeno comparativo.
La (lógica) caída de la oferta de ganado para faena, el que el productor ya no podía mantener en pie al habérsele agotado las reservas y no contar con recursos económicos para sumar forraje, terminó por impactar en una menor oferta y, renglón siguiente, incrementos de los precios en góndola.
Paradójicamente, este proceso de menor salida de animales desde los corrales puede acentuarse en la medida de que las lluvias empiecen a consolidarse, tal y como se prevé a partir de este marzo de acuerdo con no pocos modelos predictivos (aunque sólo Dios lo sabe).
Un dato importante aquí para mirar con faros altos: la faena de hembras representó el 45 % del total. Interpretación: a pesar de la seca, no hay evidencia estadística de liquidación de vientres.
Repaso: según el Instituto de Estadísticas y Censos, la inflación de 2022 en la Argentina, de 94,8 %, se constituyó en la más elevada desde marzo de 1991. Así entonces, de acuerdo con las cifras del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), y en base a los promedios de aumentos de la carne vacuna en el AMBA (42,4 %); Rosario (43,0 %) y Córdoba (46,1 %), la carne vacuna quedó 52,4 puntos por debajo de la inflación que suministra el organismo del Estado.
En la misma línea de referencia, y en semejante período, la carne aviar subió el 97 % (casi a la par de la inflación del Indec) y el cerdo tuvo un alza del 62 %.
De acuerdo con las fuentes consultadas, el precio de la carne vacuna para el consumidor corrigió una gran parte de lo perdido durante 2022.
“Las carnicerías ya ajustaron los precios en alrededor del 10 %. Y así seguirán trasladando los incrementos hasta completar una suba del 40 %. De todos modos, será algo de manera paulatina”, explicó el Ing. Miguel Schiariti, titular de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina (Ciccra).
¿Cuándo concluirá esta etapa? En las primeras semanas de marzo, que es uno de los meses habituales de actualización del precio de la carne según los parámetros tradicionales (que, ahora, se vieron adelantados).
Si la pregunta es de qué dependerá, la respuesta la tiene el consumidor: ¿Convalidará la suba? ¿Estará dispuesto a pagar lo que vale la carne (eso ya no se discute) más allá de su (deprimido) nivel adquisitivo por salarios que, en la mayoría de los casos, van por detrás de la inflación? Uno sólo puede presumirlo.
Para lo inmediato, una cuestión relacionada para que el producto icónico de la mesa de los argentinos no deje de serlo: el denominado Programa integral de impulso a la producción y el consumo de carne, que integra el plan Precios Justos.
Según se anunció desde el Gobierno nacional, desde el último viernes 17 existen siete cortes que contienen precios máximos de la carne hasta el venidero viernes 31 de marzo. La referencia es para el vacío, a 1.351 pesos el kilo; el matambre, a $ 1.310; la falda, a $ 675; la tapa de asado, a $ 1.035; la nalga, a $ 1.375; y la paleta, a $ 1.113.
La venta diaria se realiza en supermercados e hipermercados nucleados en Asociación de Supermercados Unidos (ASU); la Cámara Argentina de Supermercados (CAS) y la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA) y en carnicerías registradas de frigoríficos.
Asimismo, se sumará un reintegro para compras de carne con tarjetas de débito bancarias y no bancarias en carnicerías, minimercados y comercios que se estén inscriptos en el IVA (como MiPyme), quedando excluidos hipermercados y supermercados de cadenas.
Una visión acerca de lo que vendrá (y de los precios de la carne vacuna) lo brindó el Dr. Sebastián Bendayán Breser, presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas de la República Argentina (Fifra).
“La seca perjudicará, además, a la producción de terneros y a la futura producción de carne. Esto genera una fuerte preocupación. Según los datos oficiales, en la zafra de 2024 faltarían un millón y medio de terneros. Es decir, significa que la disponibilidad de animales caería un 10 %, lo que, en forma inexorable, impactará en los precios de toda la cadena”, aseguró el directivo.
El debate por el precio de la carne vacuna en la Argentina es histórico y permanente. Esta es, hoy, la única certeza.
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