"Al comerciante le dispararon por la espalda ante la frustración del robo"

Redacción de La Nueva.

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   Para la fiscal de Menores Betina Úngaro, que investiga el crimen del quiosquero Luis Omar García, el hecho registrado en el local de Undiano al 400, el jueves pasado a la noche no fue un homicidio en ocasión de robo sino un homicidio calificado, cuya pena es de prisión perpetua.

   Así también lo entendió la justicia, que convirtió la aprehensión de ambos en detención, en el marco del artículo 80, inciso 7, última parte, del Código Penal: matar al no lograr "el fin propuesto al intentar otro delito", en este caso el robo.

   "Al comerciante, supuestamente, se resiste y por ese motivo le disparan, pero no en el forcejeo, sino que le dispararon por la espalda ante la frustración del ilícito que iban dispuestos a cometer", dijo Úngaro a "La Nueva." Esa es la principal hipótesis sobre el móvil del ataque.

   Tanto el menor de 17 como el mayor, de 18, se negaron a declarar ante la fiscal. 

   "Si tenemos en cuenta que pasaron 5 días del hecho, hay elementos de prueba suficientes" para vincularlos con el asesinato, confirmó la fiscal de Responsabilidad Penal Juvenil, que podría intervenir en la causa al menos hasta el juicio y luego cada uno sería juzgado en el fuero respectivo.

   Entre los elementos probatorios se tiene en cuenta que, en principio, el menor de 17 se entregó a las pocas horas del hecho y que las diligencias posteriores -allanamientos y secuestros- dieron resultados positivos.

   "Se secuestró el arma presuntamente utilizada y la moto que, según los testigos, fue utilizada en el hecho. Esto fue corroborado por las filmaciones", agregó Úngaro.

   También figura la declaración de testigos que corroboran horarios de partida y llegada y la vestimenta de los asaltantes, entre otros elementos.