A 10 años de la desaparición de Andrea Esnaola, la causa sigue sin avances

Redacción de La Nueva.

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Se cumplen 10 años desde la desaparición de María Andrea Esnaola, quien fue vista por última vez el 15 de julio de 2014 en Pehuen Co, cuando salía de su trabajo en la panificadora del Patronato de la Infancia.

Desde entonces, no se obtuvieron datos concretos sobre su paradero, y la causa penal se encuentra archivada, aunque podría reactivarse en caso de surgir nueva información.

“Ese día ella estaba normal, nos estuvimos riendo. Almorzamos juntas. ¿Qué pasó que dejó todas sus cosas y se fue por la calle Azopardo con la campera puesta?, ¿qué pasó que dejó los guantes, si se los había comprado hacía poco? Ella era muy friolenta...”, expresó su amiga y excompañera de trabajo Marcela Pintado en diálogo con LU2. 

La incertidumbre persiste. “No podés cerrar nada. Si yo pudiera ver la causa, capaz diría ‘bueno, me inclino por tal lado o por tal otro’. Pero no, no hay nada”, agregó. 

En su momento se llevaron adelante tareas de búsqueda por tierra, mar y aire, sin resultados. A una década del hecho, familiares, amigas y vecinas de la localidad continúan impulsando actividades para recordarla y reclamar que se retome la investigación.

El perfil psicológico y la hipótesis principal

En 2020, el Ministerio de Seguridad de la Nación, a través del Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas, elaboró un perfil psicológico de Esnaola. El estudio, a cargo de un equipo interdisciplinario, consideró distintas líneas: desaparición voluntaria, con fines delictivos, accidente o suicidio.

El informe concluyó que, por sus antecedentes personales y condiciones emocionales, la hipótesis más probable era la del suicidio impulsivo como forma de escape. Entre los elementos mencionados se destacó que Esnaola atravesaba un cuadro depresivo, recibía tratamiento psiquiátrico y presentaba cierto grado de aislamiento social.

También se tomó en cuenta un conflicto laboral ocurrido días antes, vinculado a su imposibilidad de tomar vacaciones en julio de ese año, como tenía previsto.

La situación judicial

A pesar de algunas medidas adoptadas luego del peritaje, la causa no incorporó nuevos elementos que permitieran avanzar con una línea firme de investigación o identificar a posibles responsables.

Según señaló la fiscal Leila Scavarda al medio La Nueva. en el año 2024 —a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N.º 12—, el expediente permanece archivado, aunque podría reabrirse si surgen datos relevantes.

Asimismo, en su momento la abogada Fernanda Petersen subrayó la dificultad que presentó la investigación desde sus primeras etapas: “Nunca hubo un indicio concreto que marcara una dirección clara ni una persona sospechada”, explicó.

Además, destacó que situaciones como esta en localidades pequeñas “reflejan una falta de herramientas adecuadas para abordar casos complejos”.

En referencia a la situación actual judicial, la amiga de Esnaola —Pintado— explicó en el programa Panorama que "al no ser familiar directo no puedo acceder a la causa ni al expediente. Si vos me preguntás por la investigación no sé si tienen novedades o no. No sé si han seguido investigando". 

Otros datos del caso

Marcela Pintado recordó que a Esnaola “no le gustaba vivir en Pehuen Co” y que en varias oportunidades le manifestó sentirse más cómoda en Bahía Blanca, donde había tenido mayor vida social.

Otro hecho vinculado al caso fue el intento de suicidio de su esposo, Gustavo Martínez Ipucha, ocurrido cuatro días después de la desaparición. Se disparó en la cabeza, pero no se logró establecer una conexión directa entre ese hecho y la ausencia de Andrea.

A una década, el caso no tiene imputados ni pruebas concluyentes, aunque el reclamo de su entorno persiste. Y se renueva una misma pregunta:
¿Qué pasó con Andrea Esnaola?