Un nuevo puente sobre el arroyo Napostá
La obra era clave para el funcionamiento del ferrocarril Rosario Puerto Blglrano
Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
Hace 104 años, en noviembre de 1921, comenzó la construcción de un nuevo puente sobre el arroyo Napostá a la altura de calle Brown, en coincidencia con la habilitación de la estación Bahía Blanca del ferrocarril Rosario Puerto Belgrano.
La decisión de esa empresa de capitales franceses de extender su línea desde Punta Alta llevó a construir una estación terminal sobre terrenos adquiridos por la empresa en calle Brown y Estados Unidos.
El movimiento derivado de ese servicio ferroviario obligó a la construcción de un puente sobre el Napostá, de modo de permitir el acceso al mismo.
Félix Tanera, constructor de la estación, tomó a su cargo la obra, resuelta con una estructura metálica y partes de mampostería. Para su concreción se adquirieron dos fracciones de terrenos propiedad de particulares, uno de ellos a la Quilmes, el otro de la jabonería El Puma, ambas industrias que funcionaban a pocos metros del lugar.
De 47 metros de largo y 25 de ancho, el puente quedó habilitado en 1922 y más allá de convertirse en un paso clave para los habitantes del sector pronto dejó en claro ciertos errores de diseño: con cada crecida del Napostá se convertía en un verdadero tapón, obturando el paso del agua y aumentando los desbordes que inundaban las calles aledañas.
Pese a los repetidos reclamos vecinales, la obra recién fue demolida en 1949, cuando la rectificación y profundización del arroyo hizo necesario desplazarlo y ampliarlo. En ese caso la obra fue proyectada y calculada por el estudio de los ingenieros Valles, Cattáneo y Arrigoni, construida en hormigón armado y teniendo en cuenta las crecidas.
La historia del puente se cerró 30 años después, cuando en 1979 fue demolido para dar lugar a las tareas de entubado del arroyo, intervención que borró todo vestigio del mismo.