Bahía Blanca | Sabado, 15 de noviembre

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Dudas sobre el tren a Vaca Muerta frenan expectativas en Bahía Blanca

Horacio Marín, presidente de YPF, afirmó que “un ferrocarril tarda muchos años" en ser concretado, mientras que "el pico de la demanda de arena será en los próximos cuatro o cinco años”.

La logística de la arena de fractura, insumo decisivo para la actividad no convencional, sumó en los últimos días un giro de importancia. 

El presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, puso en duda la concreción de un tren destinado a reforzar el abastecimiento desde la costa atlántica hacia Vaca Muerta. 

Sus declaraciones, realizadas en una presentación pública ante el sector energético, generan un fuerte reacomodamiento dentro de los planes que tenían al puerto de Bahía Blanca como pieza clave para articular un corredor ferroviario de escala nacional.

Durante su exposición en el Summit de Energía realizado por el medio Forbes, Marín afirmó que un tren “tarda muchos años” en desarrollarse y advirtió que la mayor demanda de arena se registrará “en los próximos cuatro o cinco años”.

Con ese marco temporal, sostuvo que la compañía deberá priorizar soluciones inmediatas basadas en refuerzo del transporte vial, acuerdos logísticos ya en marcha y esquemas multimodales capaces de responder rápidamente a la curva de crecimiento proyectada. 

La definición dejó entrever que la ventana para una obra ferroviaria de gran envergadura resulta demasiado acotada para acompañar las necesidades de la industria.

La repercusión en Bahía Blanca es inevitable. Desde hace tiempo, distintos actores públicos y privados estudiaban la posibilidad de un ramal que integrara la actividad portuaria con Vaca Muerta para el traslado masivo de arena. 

Aunque sin avances concretos, el proyecto se sostenía como una alternativa real para reducir costos, descomprimir rutas y consolidar un corredor energético con impacto regional. 

Ahora, las palabras de Marín desnudan un escenario mucho más complejo para esa aspiración.

Marín mencionó que YPF “va a poner a una persona a estudiar el tema del tren”, una definición que sonó más a una revisión técnica que a una señal de impulso concreto. 

Lejos de revertir el tono general de sus declaraciones, la frase expuso que la compañía solo contempla un análisis exploratorio, sin compromisos ni plazos establecidos

Ese matiz, aunque relevante, no modifica la interpretación dominante en el sector: el propio titular de YPF dejó en claro que la urgencia en el abastecimiento de arena es incompatible con una obra ferroviaria que demandaría años de desarrollo. 

Por eso, aun con una instancia de estudio abierta, las perspectivas sobre un eventual tren hacia Vaca Muerta siguen siendo, en el mejor de los casos, difíciles, sobre todo porque hoy ni siquiera está recuperada la conexión ferroviaria con Neuquén

Las dudas expresadas por el titular de YPF también alcanzan iniciativas que circulaban desde otras provincias. 

En las últimas semanas algunas versiones señalaban que un grupo de petroleras habría impulsado estudios preliminares para analizar la factibilidad de un ramal entre Punta Colorada y Vaca Muerta. 

Se trataba de una idea que buscaba complementar el desarrollo del nuevo polo energético rionegrino y ofrecer una salida ferroviaria directa hacia la zona de actividad petrolera. 

Sin embargo, la lógica planteada por Marín, centrada en los tiempos y la urgencia operativa, terminarían por descartar también de manera tácita esa alternativa.

Antecedente en 2019

El debate sobre el tren de la arena tiene antecedentes que ayudan a comprender el presente. En 2019 se impulsó otro proyecto que proponía transportar arena desde el puerto entrerriano de Ibicuy hacia Bahía Blanca mediante un corredor fluvial y marítimo, para luego continuar por ferrocarril rumbo a Neuquén. 

Aquella iniciativa, que llegó a despertar interés en empresas logísticas, nunca prosperó. La falta de alineación entre plazos, inversiones y demanda ya anticipaba parte de las dificultades que hoy vuelven a escena.

Nuevas propuestas

Pese a los tropiezos ferroviarios, en los últimos años surgieron nuevas propuestas destinadas a mejorar la eficiencia y estabilidad del abastecimiento de arena. 

Una de las más actuales fue presentada por la Terminal Marítima Escobar, que planteó un esquema multimodal desde Entre Ríos a Vaca Muerta combinando embarcaciones, buques y transporte terrestre y con el puerto de Bahía Blanca como principal opción. 

Esta iniciativa, según precisó el medio especializado Argenports.com busca ofrecer una alternativa más flexible que los proyectos ferroviarios tradicionales, aunque habrá que ver si sus tiempos de maduración se ajustan a las urgencias señaladas por YPF.

Las declaraciones de Marín reordenan prioridades en un escenario en plena expansión. 

Cada pozo no convencional requiere cientos de toneladas de arena específica (a nivel nacional, la producida en Entre Ríos es, para YPF, la única opción, ) y la industria se prepara para acelerar su ritmo de perforación. 

En ese contexto, YPF considera que la oportunidad de crecimiento se concentrará en los próximos años y que cualquier infraestructura que no acompañe esa ventana pierde eficacia económica. 

La empresa estatal apunta a soluciones de implementación inmediata y condiciona así la viabilidad de obras que demandan plazos prolongados de ingeniería y ejecución.

Impacto en Bahía Blanca

Para Bahía Blanca, la señal es clara. El puerto, que históricamente mostró vocación por integrarse a las grandes cadenas energéticas, deberá observar cómo se reconfigura el esquema nacional de abastecimiento de arena y qué alternativas pueden surgir a partir de rutas terrestres y marítimas fortalecidas. 

El interés regional por vincularse con Vaca Muerta continúa, pero ya sin la perspectiva cercana de un ramal ferroviario que potencie su rol como punto de origen de la logística de arena.

El nuevo mapa logístico se inclina hacia soluciones ágiles, basadas en herramientas existentes y en acuerdos que permitan acelerar la circulación del insumo, aunque sin perder de vista el calamitoso estado de las rutas y el impacto de los camiones.

El tren aparentemente vuelve a quedar relegado a un horizonte incierto. 

Con Vaca Muerta avanzando y la demanda energética en crecimiento, los  distintos actores del sector deberán ajustar estrategias y anticiparse a un escenario donde el tiempo para planificar grandes obras parece más limitado que nunca.