Fiesta gastronómica de la UNS: la otra mirada
Una fiesta que agrupó a la región y marca un punto de encuentro
Varias notas publicadas por este diario dieron cuenta de la repercusión favorable que tuvo el Primer encuentro gastronómico regional organizado desde el área de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional del Sur (UNS).
El parámetro fue la cantidad de personas que concurrieron a la cita, y si bien no se dispuso de un control de ingresos se estiman en unas 20 mil, teniendo en cuenta además la constante renovación que registró la jornada.
Es sin dudas un emprendimiento que llegó para quedarse, que con el tiempo se convertirá en un clásico de la ciudad y de la región.
Precisamente este es uno de los detalles que quizá más atención hay que prestar. Una fiesta que excede de la ciudad y que involucra a las localidades vecinas, dando forma a la conocida referencia “Bahía Blanca y su región” que muchas veces no deja de ser un enunciado sin el adecuado correlato en los hechos.
Que pone en la superficie la variedad de fiestas regionales que existen, muchas de ellas verdaderos clásicos, a las cuales se las conoce de manera superficial cuando cada una en sí conforma una propuesta de enorme valor cultural, un punto de encuentro a través de la gastronomía.
No menos interesante fue que el encuentro se hiciera en un lugar poco menos que desconocido para la mayoría como es el campus de la UNS en Altos del Palihue, es otro gran acierto si se asume que el 60% de los estudiantes proviene de la región.
Se trata además de una propuesta generadora de turismo, esa gran “industria sin humo”, un sistema económico organizado con múltiples actividades interrelacionadas que producen bienes y servicios en un mercado muy variado.
A veces no se percibe como tal, pero el turismo tiene un efecto multiplicador que favorece a una gran cantidad de rubros, beneficiados por la presencia de gente de distintos orígenes.
La primera edición fue una gran prueba. La respuesta fue de excelencia. Deberán ahora los participantes adecuar sus puestos de venta a semejante demanda, sumar los organizadores atracciones adicionales y quizá ocupar otros sectores del campus con ferias. Tener una fiesta que agrupe a la región es algo que sin dudas enriquece a todos.