Estafas con terrenos: le otorgan la domiciliaria a Déborah Vallejo
La justicia de Garantías resolvió la medida por las malas condiciones de alojamiento de la imputada en el set de madres de la cárcel local.
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Déborah Antonella Vallejo (31), quien cumplía prisión preventiva acusada de más de 30 estafas millonarias mediante la venta de terrenos fiscales, recibió el beneficio de arresto domiciliario por parte de la justicia bahiense.
La jueza de Garantías Nº 4, Marisa Promé, resolvió la medida a raíz de las malas condiciones que presenta el set de madres (sector para internas con hijos de corta edad) en la cárcel de Villa Floresta, donde estaba alojada la expolicía imputada.
Según indica la resolución judicial, peritos de la Suprema Corte de Justicia provincial constataron deficiencias en las instalaciones de gas y energía eléctrica, que implican un riesgo para la integridad física de las presas.
Por lo tanto la magistrada Promé decidió la clausura de dicho recinto en la Unidad Penal Nº 4 de esta ciudad.
Una vez que en el set de madres se realicen las reparaciones necesarias y se rehabilite, Vallejo quedará nuevamente tras las rejas.
Tobillera y reglas de conducta
La procesada cumple prisión domiciliaria con tobillera para monitoreo electrónico por parte del Servicio Penitenciario Bonaerense, como también debe cumplir reglas de conducta.
La medida, que no fue apelada por la fiscalía ni por la querella, incluye además una caución personal al defensor particular de Vallejo, Sebastián Martínez.
La nombrada y su pareja Emmanuel Alejandro Lazzarín (29), también imputado en la causa, habían sido detenidos a fines de junio pasado y luego Promé les dictó la preventiva al considerar la extensión del daño patrimonial provocado, que ascendería a más de 21 millones de pesos y 22 mil dólares.
En aquel momento la representante del Poder Judicial tuvo en cuenta asimismo la reiteración delictiva, que se evidenció en la diversidad de conductas y maniobras desplegadas por los acusados.
A Vallejo y Lazzarín también se les atribuyen defraudaciones mediante la venta de materiales de construcción en un corralón que la mujer regenteaba en Villa Mitre.