Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Villa Mitre, a un paso: "Hay que levantar cabeza y seguir", dijo el capitán Cocciarini

El "Negro" habló tras la derrota en la final ante Racing de Córdoba, por penales.

Cocciarini, el capitán de Villa Mitre. Fotos: Tomás Bernabé-La Nueva.

   Por Mikel Iñurrategui / minurrategui@lanueva.com
   (Enviado a San Luis)

 

   Mientras su familia lo esperaba, reja mediante, a pocos metros, Agustín Cocciarini se dirigía hacia el micro de Villa Mitre trasmitiendo tranquilidad.

   Con la bronca y tristeza lógica por haber perdido la final ante Racing de Córdoba, pero con la serenidad de haberlo dado todo.

   El Negro, un hijo adopotivo de la casa, vivió el título del Federal B en 2015 y también las dos finales  del Federal A, esta última guiando a los suyos como capitán.

   -Negro, te noto con la sensación de tranquilidad porque lo dieron todo, ¿Qué sentís?

   -Sí… es difícil de expresar el sentimiento de todo un año de trabajo… esto es fútbol, es así. Entregamos todo como vos decís, fue un partido muy parejo. Ellos también habían hecho muy bien las cosas y quedó demostrado en los 90 minutos. En los penales, no sé si es lotería o no, pero les tocó a ellos.

   -Tuvieron los dos sus ratos en el partido, ellos en el arranque y después ustedes se acomodaron. Estaba para cualquiera...

   -Sí, hablamos eso con los chicos en el vestuario que capaz en el primer tiempo los respetamos demasiado. No hacíamos pie en cuanto a la cancha, estaba rápida, mojadita, buena para jugar y ellos nos presionaron mucho. Después en el segundo tiempo fue prácticamente todo nuestro, nos plantamos bien y tuvimos situaciones claras. El cabezazo de Antú es un bochón el que saca el arquero. Creo que fue justo el empate y después los penales hablan por sí solo.

El uno por uno de la final

   -¿Duele cuando el objetivo queda tan cerca?

   -Sí, la verdad que sí. Duele mucho por el grupo, yo ya lo venía diciendo hace rato: se formó un grupo espectacular. Con gente humana muy buena, muchos chicos con mucha hambre. La verdad que sí, duele estar ahí a un pasito. Muchos de nosotros hace un año y medio también jugamos una final y la perdimos por penales. Pero hay que levantar la cabeza y seguir.

   -Están sus familias esperándolos, vino una multitud de hinchas de Bahía, cuando pasen los días se irá un poco la bronca y verán la gran campaña que hicieron, ¿no?

   -Sí, seguro. Ahora hay mucha tristeza y las palabras de aliento son difíciles. Pero lo que reconforta es esto, la familia, que ellos son los que están siempre. Y la gente, que se hizo 800 kilómetros sin importar nada, con menos de una semana para organizar todo. Hay que buscar apoyo en ellos y tratar de despejar la cabeza estos meses para pensar en el próximo torneo.