Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Cuadernos de la Coima: las empresas sospechadas hicieron obras en Bahía y la zona por más de U$S 320 millones

A valores actuales, representan casi 10 mil millones de pesos. De ser cierto que pagaban ente un 10% y un 20% de coimas, sólo por las principales obras ejecutadas en esta región los sobornos ascenderían a entre 970 y 1.940 millones de pesos.

Fotos: Archivo La Nueva.

   Las empresas que figuran en la causa de los Cuadernos de las Coimas K ejecutaron obras en Bahía Blanca y la zona de influencia, durante el gobierno kircherista, por un monto global superior a los 320 millones de dólares.

   Esta cifra -casi 10 mil millones de pesos, a valores actuales- se desprende de un relevamiento efectuado por La Nueva. que consideró sólo los proyectos más relevantes que realizaron las firmas cuyos dueños, según el arrepentido Carlos Wagner, conformaban el Club de la Obra Pública.

Cuadernos: Las firmas sospechadas aún tienen obras por 5.100 millones de pesos en nuestra zona

   Las obras son tanto de origen nacional como provincial. Por el momento la causa no involucra a la gestión del exgobernador Daniel Scioli, pero en los últimos días trascendió que el fiscal platense Álvaro Garganta le pidió al juez Claudio Bonadio que le envíe la declaración completa de Wagner para cruzar información.

   Garganta -quien investiga a Scioli por lavado de dinero- tiene en su poder una declaración testimonial del financista Leonardo Fariña en la que describe que Wagner, el exgobernador y el exministro de Planificación, Julio De Vido, habían conformado un sistema de reparto irregular de obras públicas para que siempre ganen las mismas empresas.

   Esta declaración -dijo Garganta- es muy similar a la de Wagner ante Bonadío. De acuerdo con el dueño de Esuco y expresidente de la Cámara Argentina de la Construcción, estas firmas se reunían en lugares establecidos y determinaban al ganador de cada licitación en función de su interés y el volumen de trabajo que tuvieran.

Julio De Vido y el arrepentido Carlos Wagner (der.)

   Eso sí: una vez adjudicada la obra, debían efectuar retornos al gobierno nacional. Estas coimas -precisó Wagner- correspondían al anticipo financiero que giraba el Estado, equivalente a entre el 10% y 20% del monto presupuestado.

   De aplicarse este criterio a las obras relevadas por La Nueva., la cifra resultante arrojaría que de los principales proyectos adjudicados en esta región salieron retornos por 970 a 1.940 millones de pesos.

   La lista de obras ejecutadas en la región por integrantes del Club de la Obra Pública incluye al propio Wagner, y con proyectos muy relevantes.

   Uno de ellos fue la construcción de la doble trocha en la avenida Juan Pablo II, que conduce al aeropuerto y a la ruta 51.

   Los trabajos -que se iniciaron en mayo de 2009- tuvieron un presupuesto inicial de 33,4 millones de pesos (8,9 millones de dólares al cambio de aquella época), sin contar posibles readecuaciones de precios.

Viernes 29 de julio de 2011. El entonces intendente Cristian Breitenstein inauguraba junto a Eduardo Benozzi, de Vialidad, la doble trocha al aeropuerto.

   Al licitar aquella obra Esuco le ganó a otra firma mencionada por Wagner al juez Claudio Bonadio, la tresarroyense Vial Agro.

   Seis años antes de aquella obra, en los inicios del kirchnerismo, otra firma ligada a Wagner -Decavial SAICAC- se había adjudicado la pavimentación de la ruta 72 en el tramo Frapal-Saldungaray. Por asfaltar esos 20,3 kilómetros percibió un monto inicial de 18,3 millones de pesos (U$S 6,1 millones).

   En 2004 Decavial junto a Vialco, firma también sospechada, se adjudicaron otra obra clave para la región: la repavimentación de la ruta 51 en el tramo Bahía Blanca-Coronel Pringles, que en ese momento estaba destrozado. Los otros dos segmentos de esa obra, hasta llegar a Olavarría, fueron ejecutados por Chediack y Fontana-Nicastro, las cuales figuran en la causa de los Cuadernos de las Coimas.

   El presupuesto total superó los 40 millones de pesos (unos U$S 13,3 millones).

   No menos importante para Decavial fue la repavimentación de la ruta 86, en el tramo General La Madrid-Daireaux, en el año 2014. Se licitó junto a otras 42 obras, con un presupuesto general de 571 millones de pesos (a un promedio de 13,5 millones de pesos por tramo, o bien U$S 1,7 millones).

Nacida en Tres Arroyos

   Una de las firmas mencionadas por Wagner al juez Bonadio es Vial Agro, empresa fundada en Tres Arroyos, en 1964, por el ingeniero Carlos Alberto Quantín.

   Hoy está presidida por sus hijos Pablo y Gabriel, que son los que están bajo sospecha. El primero es el más conocido: en enero de este año denunció que la UOCRA Bahía Blanca pedía coimas para permitir que las empresas pudieran hacer obras, hechos por los cuales fue detenida la cúpula de la entidad gremial.

"Había que entregar plata para poder trabajar", señaló Pablo Quantín

   Lo cierto es que Vial Agro -compañía que en 2006 figuraba en el puesto 116º del Ranking de Empresas Constructoras Argentinas- aparece en otra de las grandes obras de la región que tuvieron lugar al inicio de la gestión Kirchner, como la repavimentación de los 146 kilómetros de la ruta nacional 35 que nacen en Bahía Blanca y llegan a La Pampa.

   Estos trabajos se iniciaron en febrero de 2005, con un costo inicial de 32 millones de pesos y otros 5,3 para tareas de mantenimiento durante los cinco años posteriores.  En total, 37,3 millones de pesos (o 12,8 millones de dólares, al cambio del momento).

La pavimentación el acceso al balneario Reta, en Tres Arroyos.

   La firma tresarroyense se adjudicó en junio de 2008, además, la pavimentación de la ruta provincial 72, en el tramo Bellocq-Copetonas, y el acceso al balneario Reta, en el partido de Tres Arroyos.

   Junto a Fontana-Nicastro SA -empresa también mencionada por Wagner- cotizaron las obras en algo más de 93 millones de pesos (30,6 millones de dólares, a la cotización de aquel momento).

   De aquella compulsa también participaron otras empresas vinculadas a la causa Cuadernos, como Coarco y Chediack.

   Un dato relevante: hace pocas semanas Vial Agro volvió a la carga por la segunda parte de la obra (el tramo que llega hasta Claromecó), pero no le fue tan bien: su presupuesto quedó tercero, a 11 millones de pesos del más económico.

   Vial Agro además tuvo a su cargo la repavimentación de la avenida Juan Manuel de Rosas de Bahía (ex Indiada), entre la intersección de la ruta 3 norte y autovía Juan Pablo II, en el año 2012.

   Se adjudicó la intervención de ese tramo, de algo más de 6,5 kilómetros, por 20,9 millones de pesos (unos 5 millones de dólares de aquel entonces).

La obra en la avenida Juan Manuel de Rosas (ex Indiada).

   En su ciudad natal -Tres Arroyos- la firma tomó varias obras de envergadura, entre ellas la pavimentación del Camino de Circunvalación Norte. Esta obra fue licitada en 2011 con un presupuesto inicial de 13 millones de pesos (U$S 3,1 millones).

   También pavimentó el acceso a Oriente y Copetonas, y en 2015 ejecutó la denominada Rotonda del Pescado, en la unión de las rutas 73 y 228, con un desembolso de 31,9 millones de pesos (U$S 3,9 millones).

   Vial Agro también integró la Unión Transitoria de Empresas que amplió el aeropuerto de Bahía Blanca en 2013, obra que adjudicó el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA) en unos 82 millones de pesos.

   Otra obra importante que desarrolló fue la repavimentación de la ruta 74, entre Benito Juárez y el acceso a Barker (unos 35 kilómetros). Asimismo, obtuvo la concesión del mantenimiento de la ruta 250, en Río Negro, en el tramo que va desde la ruta 22 (en cercanías de Choele Choel) a la ruta 3 (a 45 kilómetros de Viedma).

   En Tres Arroyos, en los últimos años ejecutó centenares de cuadras de asfalto, el edificio de la Escuela de Educación Especial Nº 502 y el colector cloacal principal del barrio Villa Italia. También levantó 435 viviendas del Plan Federal, a las que se suman otras 113 en el vecino distrito de Adolfo Gonzales Chaves, entre otros proyectos.

   Por estas obras -se estima- recibió desembolsos por más de 65 millones de dólares.

Más obras y empresas, en una larga lista

   Otra empresa que aparece en el listado de integrantes del Club de la Obra Pública presentado por el arrepentido Wagner es Coarco SA.

   Junto a Eleprint SA, en 2011 se adjudicó en la región la repavimentación en la ruta provincial 86, en el tramo Laprida-General La Madrid, con un presupuesto de 48,5 millones de pesos (12 millones de dólares en aquel entonces).  La obra se inició en noviembre de 2012.

La obra de la cárcel, adjudicada a Chediack-Emaco en 2003.

   En la lista también aparece Chediack, que en 2003 ejecutó la Unidad Penitenciaria Nº 19 de Saavedra con un presupuesto superior a los 45 millones de pesos (U$S 15 millones).

La ruta del cereal

   La pavimentación de la Ruta del Cereal -una carretera de 93 kilómetros que une las rutas 33 y 86, clave para el transporte de la producción agrícola del norte de la región- fue un reclamo de décadas hasta que, en 2008, el entonces gobernado Daniel Scioli anunció su pavimentación.

   Inauguró así un período con importantes beneficios para las empresas sospechadas de pagar coimas durante la administración K.

   En rigor, antes de eso -en septiembre de 2007- ya se había licitado la construcción de alcantarillas en el tramo.

   La adjudicación se la disputaron Fontana-Nicastro y Vial Agro, que presentaron ofertas por 11,8 y 12 millones de pesos, respectivamente (unos U$S 3,8 millones).

   En mayo de 2011 se licitó la repavimentación del tramo ruta 86-Monez Cazón y la pavimentación del segmento Monez Cazón-Salazar (en total, 48,4 kilómetros). La ganaron Fontana-Nicastro y Vial Agro -esta vez, juntas- con un presupuesto de 71 millones de pesos (U$S 17,4 millones).

   La obra se inició en 2012, pero no culminó. Si bien se hizo el movimiento de suelos, cuando sólo restaba colocar el asfalto las empresas se retiraron.

   El problema: no llegaron a un acuerdo sobre la readecuación de precios. Era el año 2014.

   En septiembre de 2015 Vialidad volvió a la carga por la obra, pero sólo licitó la pavimentación del tramo Salazar-Mones Cazón, de 26,5 kilómetros.

Las máquinas de Marcalba, en la Ruta del Cereal.

   La ganadora fue otra firma nombrada por Wagner: Marcalba SA, con un presupuesto de 193,9 millones de pesos (U$$ 20,7 millones). La obra comenzó en enero de 2016 y culminó en diciembre de ese año. Por la readecuación de costos, el desembolso final fue de 235 millones de pesos. Fontana-Nicastro y Vial Agro quedaron terceras en aquella compulsa, con una oferta de 198 millones de pesos.

   Sin embargo, la primera firma no terminó perdiendo. Es que si bien Marcalba pertenece a Alejandro Radetic -el excéntrico empresario que hace algunas semanas se transformó en noticia por correr picadas a 240 km/h por la avenida 9 de Julio-, la firma también tiene como accionista a Alberto Andrenacci, dueño de Fontana-Nicastro.

   Distinta fue la suerte de la ruta 67 entre General La Madrid y Coronel Suárez, obra anunciada por el propio Néstor Kirchner cuando era presidente, durante un acto que encabezó en junio de 2007 en Suárez, y licitada a fines de 2008.

   El tramo Coronel Suárez-La Colina, de 32,3 kilómetros, fue licitado en 105,8 millones de pesos (32,5 millones de dólares, a cotización de aquel momento). Curiosamente tuvo un único oferente: la sospechada firma Equimac SA, en asociación con Burgwardt y Cía.

   El otro tramo -La Colina-La Madrid, de 35,2 kilómetros, fue licitado el mismo día, en este caso con un presupuesto de 115,7 millones de pesos (35,5 millones de dólares).

   Como en el caso anterior -lo que se puede corroborar en los registros oficiales de la dirección de Vialidad-, se presentó una sola propuesta: la de la firma Coarco SA, asociada con Eleprint SA.

   Al día de hoy los habitantes de ambas ciudades siguen reclamando por la terminación de las obras, y se desconoce a cuánto ascendieron los certificados que cobraron ambas UTEs.

Pequeñas grandes obras

    Las empresas mencionadas por Wagner en la causa Cuadernos de las Coimas K no sólo se adjudicaron megaobras en la zona, sino también trabajos de repavimentación, reparación y bacheo en distintas carreteras que, como eran licitados en bloque, implicaban el desembolso de sumas muy elevadas.

   En mayo de 2014, por ejemplo, se licitó la “rehabilitación y mantenimiento” de 7 tramos de distintas carreteras que atravesaban 12 distritos, entre ellos Adolfo Alsina y Guaminí.

   La licitación la ganó Fontana-Nicastro SA, con un presupuesto de 72,4 millones de pesos (U$S 9 millones).

   Al mes siguiente Vialidad provincial volvió a licitar una obra similar, pero en este caso para tramos de las rutas 51 y 76, que involucraba a distritos como General La Madrid y Guaminí.

   La ganadora fue Vial Agro SA, con un presupuesto inicial de 60,6 millones de pesos (U$S 7,5 millones).

La autopista que no fue

   Otra de las empresas nombradas por Wagner -Perales Aguiar SA- tuvo un fugaz paso por la región entre 2005 y 2006, cuando impulsó la construcción de una autopista con peaje sobre la traza de la ruta nacional 3.

   El proyecto -presentado ante el ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios por el ingeniero Rodolfo Perales, director y apoderado de la compañía- contemplaba la construcción y mantenimiento de la denominada Autopista de la Bahía entre la intersección de las rutas 3 norte y 272 (camino Grünbein-Ingeniero White) y la unión de las rutas 3 sur y 22 (en Villarino), con una longitud aproximada de 43 kilómetros.

   El costo -unos 82 millones de pesos- sería aportado por la firma. A cambio, solicitaba la administración y explotación de peajes por 15 años.

   La iniciativa contó con el respaldo del entonces intendente bahiense Rodolfo Lopes, pero generó reacciones negativas en los jefes comunales de Coronel Rosales (Néstor Starc), Monte Hermoso (Marcelo Di Pascuale) y Jorge Simoni (Villarino) ante la posibilidad de que se cobrara peaje.

   Finalmente, el proyecto no prosperó.