¿Cuáles son los desafíos para la industria veterinaria nacional?

Guillermo D. Rueda

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Periodista. Círculo de Periodistas Deportivos de Bahía Blanca. Fue redactor de la revista Encestando (1985-2000). Desde 1987 trabaja en el diario La Nueva Provincia (hoy La Nueva.). Pasó por las secciones Deportes, La Región y La Ciudad, donde se desempeña actualmente. Está especializado en periodismo agropecuario desde 2001. Miembro de la Asociación Bonaerense de Periodistas Agropecuarios. Responsable de las páginas webs de la Asociación de Ganaderos (AGA) y de Abopa.

“Lo que estamos viendo para 2025, definitivamente, es que tenemos que focalizarnos y volver a las bases; es decir, en la generación de demanda y en la oportunidad, que existe, para incrementar nuestros volúmenes de unidades de venta”.

Para Sean Scally, presidente de la Cámara Argentina de la Industria de Productos Veterinarios (Caprove), el sector ha ingresado en una etapa decisiva en función no sólo de hacer crecer el mercado, sino de brindar los productos de innovación, servicios y logística (“en términos de cómo llegan los productos a los distintos clientes”, precisa).

A la hora de un balance de lo sucedido en la industria en 2024, y en una prolongación hacia este inicio de año, desde la Caprove se indicó que existe una leve recuperación en las ventas y que la tendencia es mayor en el segmento de animales de compañía.

Caprove representa el 60 % de la industria y en 2024 tuvo una facturación estimada de alrededor de 700 millones de dólares, que representa un incremento del 28 % con respecto al año 2023.
En el desglose, la comercialización se compone por un 66 % de fármacos generales; un 26 % de biológicos y un 8 % de aditivos.

Del total de biológicos, el 60 % corresponde a aves y cerdos; el 30 % a bovinos y 10 % a animales de compañía.

Con respecto a las unidades respecto del año 2023, se ha registrado una caída del 8 % en fármacos y del 11 % en biológicos.

En cuanto a los biológicos, en bovinos se observa una caída del 11 % en unidades y, en el caso de animales de compañía, fue aún mayor: 14 %.

Scally lo explica de esta manera: “Esto se debe, seguramente, a que el segmento animales de compañía está más relacionado con el consumo masivo, que fue el que más impactó y no sólo en la veterinaria, sino en el resto de las industrias”.

También añade que se observó que en los antiparasitarios para animales de compañía se tenía proyectada una caída en 2024, pero que, finalmente, se registró una recuperación relevante a partir de los meses de septiembre y octubre.

En detalle, en este rubro han caído los comprimidos orales —en casi un 30 %— y las pipetas en el 1 %. “Esto significa que muchos dueños de mascotas se han movido de las pastillas hacia las pipetas”, acota el titular de la entidad.

Plantado en el presente año, en que una de las variantes determinantes en la comercialización (la inflación) aparece bajo síntomas de control, Scally augura una recuperación de la industria en cuanto a unidades.

“Es importante mencionar que seguimos creciendo en unidades. Hemos tenido incrementos a lo largo de los últimos cinco años y lamentablemente en 2024, con argumentos muy sólidos, la caída es de un 7 %. Por eso esperamos recuperarnos”, dice.

Las complicaciones a las que alude Scally se refieren a restricciones de importaciones en materia prima, así como en productos terminados.

“Por eso deberíamos cuidar la industria porque, independientemente de los roles que cada uno cumple, es nuestra industria y es importante para ello. Cuando hablamos de precios, yo me referiría a rentabilidad, que sea la adecuada para continuar invirtiendo, desde nuevos vehículos para logística hasta diferentes moléculas en investigación y desarrollo para seguir creciendo”, concluye.

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