Bahía Blanca | Sabado, 13 de diciembre

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Mucho más que cemento: infancias que cambian desde el piso

La ONG Hábitat para la Humanidad lanzó la campaña “Esta Navidad, regalá un piso para jugar”, cuyo resultado tendrá un fuerte impacto en nuestra ciudad.
 

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Audionota: Juan Ignacio Zelaya

El dato surgió del último Censo: en Bahía Blanca, 1.088 hogares todavía tienen piso de tierra o ladrillo suelto.

Ese detalle invisible para la mayoría, para muchos chicos significa enfermedades respiratorias, parasitarias y un impacto directo en el rendimiento escolar.

Esta condición, lejos de ser un mero detalle constructivo, impacta directamente en la salud y el desarrollo educativo de los niños y niñas, un problema que la organización Hábitat para la Humanidad Argentina.

Precisamente, en nuestra ciudad, esta ONG que trabaja por el acceso a una vivienda adecuada, viene interviniendo viviendas desde 2016. Su tarea se profundizó especialmente tras los temporales de diciembre de 2023 y marzo de 2025, que dejaron a cientos de familias con daños estructurales en sus casas.

Desde su desembarco en Bahía, la ONG ya trabajó en 962 viviendas, acompañando procesos de autoconstrucción, brindando acceso a materiales y asesoramiento socio-técnico.

Hoy intervienen principalmente en los barrios Saladero, Boulevard, Villa Talleres y Barrio Evita. En Saladero, además, realizaron obras de integración socio urbana en conjunto con la Secretaría de Integración Socio Urbana y la cooperativa White Trabaja.

Más juego

Hábitat para la Humanidad incluyó a nuestra ciudad para realizar un estudio que muestra el impacto de transformar pisos de tierra en pisos de cemento. Los resultados son contundentes:

--Se incrementan hasta un 80% las horas de juego, lo que equivale a dos horas más por día.

--Baja el ausentismo escolar en un 15%, con mejor desempeño académico.

--Disminuyen infecciones parasitarias en un 78% y anemias en un 81%.

--Los gastos médicos familiares pueden reducirse hasta un 79%.

En términos simples, un piso seguro evita enfermedades, mejora la educación y permite una infancia más plena.

“Un piso seguro no es un lujo, es una necesidad básica que impacta directamente en la salud y el aprendizaje de las infancias”, señaló Bárbara Bonelli, directora de Hábitat.

Una campaña benéfica

Los primeros años de vida son cruciales para el desarrollo físico y psicológico. Sin embargo, vivir sobre un piso de tierra o ladrillo suelto puede ser determinante para el futuro educativo y la salud de un niño.

En Argentina, 314.538 familias aún viven con piso de tierra. Y aunque el problema es especialmente grave en zonas del conurbano bonaerense, el Censo demostró que es una realidad presente también en Bahía.

Para revertirla, Hábitat para la Humanidad lanzó la campaña “Esta Navidad, regalá un piso para jugar”, que es parte de la meta regional “100 Mil Pisos para Jugar”, vigente en América Latina y el Caribe.

La propuesta invita a colaborar para financiar instalaciones de pisos de cemento en hogares vulnerables.

Las donaciones pueden realizarse a través de: hpha.org.ar/unpiso

“Nuestro objetivo es que cada niño tenga un espacio digno para jugar, estudiar y crecer. Navidad es una fecha muy especial, y queremos ofrecer a cada persona la oportunidad de regalar algo que falta en muchos hogares: horas de juego, salud y educación. Navidad es una oportunidad para que cualquiera pueda ser parte del cambio”, agregó Bonelli.

Hábitat para la Humanidad Argentina busca reemplazar estos pisos de tierra por pisos seguros y saludables en los hogares más vulnerables, garantizando un espacio digno para crecer y jugar.

El modelo de trabajo de HpH se basa en apoyar a las familias en los procesos de autoconstrucción, brindando capacitaciones, acompañamiento socio-técnico y acceso a materiales o financiamiento.

La organización trabaja mediante la articulación con diversos actores y, especialmente, con la participación activa e involucramiento de las comunidades.

Ya cambió realidades

Más allá de las estadísticas nacionales, el impacto ya se siente puertas adentro en barrios bahienses: Se mejoraron casi mil viviendas; se capacita a las familias para autoconstrucción segura; se articulan esfuerzos públicos, privados y comunitarios.

Cada piso instalado es mucho más que cemento: es mejor salud, más juego y más oportunidades educativas.

“Antes de comenzar con las capacitaciones, hicimos un relevamiento de las familias participantes y vimos que durante el último mes el 37% sufrió enfermedades dérmicas, como alergias o sarpullidos, en el 25% hubo cuadros de diarrea y en el 19% hubo casos de enfermedades respiratorias como bronquitis o sinusitis”, relató Bonelli.

Según datos de Indec, en nuestro país, 314.538 familias viven con un piso de tierra. En el conurbano bonaerense, la problemática es especialmente grave en municipios de La Matanza, Moreno y Lomas de Zamora. donde 8.004, 2.122 y 1.941 familias sufren esta situación, respectivamente.