Bahía Blanca | Lunes, 27 de octubre

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Bahía Blanca | Lunes, 27 de octubre

Por qué pasó lo que pasó: razones de un resultado inesperado

La Libertad Avanza logró una remontada histórica en la provincia de Buenos Aires y se impuso a nivel nacional. Además, amplió la diferencia en Bahía Blanca.

Milei festeja con Santilli. Kicillof explica la derrota.

En menos de dos meses el tablero de la política argentina se movió tanto que todavía quedan muchas fichas por caer. Pero si algo está claro es que el triunfo del gobierno de Javier Milei en estas elecciones legislativas lo rescata de estas semanas de profunda crisis y ahora el descontrol vuelve a la vereda de enfrente, el peronismo-kirchnerismo.

¿Por qué ocurrió el resultado de ayer, totalmente inesperado, en especial el triunfo de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires? Las razones son muchas y acá sólo van algunas.

El desdoblamiento electoral en la Provincia fue una gran decisión táctica pero para nada estratégica. El ala dura K le advirtió al gobernador Axel Kicillof que podían funcionar como una suerte de PASO, recordando que cada vez que se votó con primarias el peronismo nunca logró crecer en las generales sino que el aumento porcentual se iba a sus rivales. Uno de los casos más recordados fue Mauricio Macri en 2015, que no le sirvió para ganar pero sí para mantener a la coalición antiperonista con vida.

El 7 de septiembre Fuerza Patria sumó 3.820.119 votos en la Provincia contra 2.723.710 de LLA. Ayer, con el escrutinio provisorio, el mileísmo subió a 3.605.127, casi 900 mil más, y el peronismo bajó a 3.558.527. 

Dos explicaciones sobre estos números: para el aumento de los violetas, una razón es que más gente fue a votar, ya que la participación pasó del 60,98 % al 68,19 %. El PJ tiene mayor capacidad de movilización mientras que las variantes antiperonistas dependen de la voluntad de los electores no militantes. Probablemente el "riesgo kuka" haya motivado ese cambio de conducta.

Para el descenso de Fuerza Patria (tal como le advirtió Cristina Kirchner a Kicillof) es posible que los intendentes sobre todo del Conurbano se hayan aplicado con todo en la elección del mes pasado, donde se jugaban los porotos de sus distritos, pero hayan levantado el pie del acelerador en un comicio nacional que nada les modificaba su cuota de poder. Al contrario, les conviene que quede claro que su capacidad de movilización en sus territorios es decisivo.

Lo cierto es que el justicialismo pasó de la euforia, el triunfalismo, incluso el deseo casi nada reprimido de soñar con un Javier Milei terminando anticipadamente su mandato, a esta pesadilla.

¿Y qué tiene que ver lo que pasó en la PBA con los importantes triunfos de La Libertad Avanza en otras provincias? Que la elección de septiembre en la jurisdicción más importante del país tiene un impacto nacional que ninguna otra provincia puede igualar. Ese "riesgo kuka" es posible que haya movido a votantes de derecha de otras regiones.

Otros motivos. El gobierno comprendió, quizás torpemente pero lo hizo, que tenía que bajar dos tonos en la discusión pública e ir a buscar a sus aliados de 2024 y a los votantes blandos, esos que no aman a Milei pero por ahora lo siguen prefiriendo. "Que el esfuerzo valga la pena" es una idea que tenía sentido tratar de instalar. 

El inmenso desafío del gobierno, en adelante, es hacer más política en el buen sentido de la palabra y menos retórica de redes sociales para el núcleo duro. El voto de ayer fue prestado, no es un activo inamovible. La bala del candidato financiado por un narco, de los audios de la corrupción, le entraron con fuerza y le tienen que servir de alerta. Cosas similares pueden volver a pasar.

Bahía toda violeta

En Bahía Blanca, este domingo LLA amplió la brecha al imponerse la lista de Diego Santilli por 54 % contra un 26 % de Jorga Taiana, una diferencia de 28 puntos. Hace un mes y medio en el tramo de concejales los libertarios habían ganado por 15 puntos (46 % a 31 %) y, en el de diputados provinciales, por 16 (46 % a 30 %).

Parte de la explicación es similar al caso bonaerense: votó más gente, ya que la participación subió del 60,4 % al 67,2 %. De nuevo: más votantes yendo a las urnas, más sufragios para las propuestas de centroderecha y derecha.

¿Cuánto se nacionalizó esta elección y cuánto se ponderó la gestión del intendente Federico Susbielles? Seguramente es una combinación de factores. Bahía suele votar contra el peronismo, eso no es una novedad, en especial cuando todo el espectro "gorila" se unifica. En 2023 Susbielles aprovechó la división del voto entre LLA y Juntos por el Cambio para quedarse con la victoria.

En esta elección no se puede soslayar que nuestra ciudad quedó muy dañada luego de los temporales, sobre todo la última inundación, y evidentemente los bahienses consideran que las deficiencias estructurales que quedaron expuestas son responsabilidad principal del gobierno provincial y municipal, no tanto del nacional. En cuanto a los problemas hídricos e hidráulicos, no les falta razón, ya que se trata de una competencia claramente de la Gobernación.

Una imagen patente de la desolación es el Canal Maldonado, donde las obras de relevancia recién empezarán en el primer trimestre de 2026, un año después de la inundación. Para aquellos que sufrieron con el agua al punto de perderlo todo, recorrer el Canal es angustiante. Y, cuando llueve con cierta intensidad como la semana pasada (justo en la previa electoral), todavía se nota más cuán expuesta se encuentra Bahía en casi todos los barrios.

El intendente tiene un estilo de liderazgo muy fuerte, concentra casi todos los temas en torno a su figura, y su discurso desde 2023 es que todos los problemas de los bahienses son su problema, aunque no le correspondan por jurisdicción. Es una mochila demasiado pesada que puede haber influido.

De aquí en adelante, una particularidad. Debido al temporal de viento apenas iniciado su mandato, Susbielles mantuvo un vínculo estrecho con Milei durante más de un año y medio e incluso se dedicaron elogios mutuos en varias oportunidades, pese a militar en espacios políticos antagónicos. Pero luego del 7-S el oficialismo municipal comenzó a criticar de manera abierta al presidente, ta vez en la inteligencia de que la elección bonaerense lo había dejado al borde del nocaut.

Ahora debe gobernar una ciudad en estado crítico desde un lugar marcadamente opositor al gobierno nacional y recurrir a la asistencia de un gobernador que queda muy debilitado por su error estratégico en estas elecciones. Por si fuera poco, Susbielles tendrá que hacer equilibrio en una interna peronista que promete ser feroz.

El escenario de corto plazo es para nada alentador. Eso sí, Argentina es una montaña rusa. O un subibaja. Todos deben entender que nada de lo que ocurrió en esta elección determina futuros resultados.