Bahía Blanca | Sabado, 28 de junio

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Bahía Blanca | Sabado, 28 de junio

Ciudad de los siete puertos: un listado que cambió y la particular mirada de Roberto Arlt

En 1928 un periodista de este diario habló de Bahía Blanca y sus siete puertos. Desde entonces es una de las poéticas maneras de definir a nuestra ciudad.

En 1928 La Nueva Provincia publicó el libro del Centenario, una obra deslumbrante que incluye la historia de todos los partidos de la provincia de Buenos Aires.

Fue en esa publicación que se menciona, acaso por primera vez, a Bahía Blanca como “La ciudad de los siete puertos” y se los enumera uno a uno, en el que puede tomarse como el listado original que sustenta esa denominación. Decía la nota,

“Aunque para la mayoría de los habitantes de La ciudad es desconocido el número de puertos construidos, para ninguno es desconocida su importancia. Siete son, en realidad esos puertos: 1) el muelle de Sansinena; 2) Puerto Galván; 3) Puerto de Ingeniero White; 4) Puerto Militar o Belgrano; 5) el Puerto Belgrano construido por el Ferrocarril Rosario Puerto Belgrano y luego adquirido por el Gobierno Nacional; 6) el Puerto Arroyo Pareja (Actual Puerto Rosales) y 7) el puerto Nacional de cabotaje”. El enunciado, como puede advertirse, abarca todo el frente costero.

Ingeniero White, 1928
Puerto Rosales, 1928

El soneto

En 1952 la escritora bahiense Berta Gastañaga hizo popular esa denominación al publicar su libro de sonetos “Ciudad de siete puertos”, el cual incluye un poema con esa denominación.

“Ciudad de siete puertos, ciudad mía/Blanca novia del mar. Cumplido sueño./Aligerada flor en tosco leño/Milagro repetido cada día” (…)

“¡Ciudad de siete puertos! Pampa y mar/saben de tu destino alucinado/y te entregan su ritmo secular”.

Desde entonces es habitual adjudicarle a esta autora esa denominación, aunque se trata de una referencia que ya existía y que incluso había tenido algunas “correcciones”. Es el caso de una nota publicada por este diario en 1934 en la cual se habla de “la ciudad de los cinco puertos”, sin especificar cuáles eran las “bajas”.

Un detalle no menor es que el listado de 1928 incluía los puertos de Punta Alta, cuando esa ciudad todavía era parte del partido de Bahía Blanca. En 1952, cuando publicó el soneto Gastañaga, ya se había creado el partido de Coronel Rosales, con lo cual los puertos Militar, Rosales y Belgrano primitivo ya no debieran ser mencionados como parte de nuestra ciudad.

Viglizo cuenta seis Giorlandini suma uno nuevo

En mayo de 1967, el periodista y librero Carlos Viglizo publicó una nota en el diario La Nación, referida al famoso listado, aportando la principal característica de uso de cada uno. Allí menciona a Cuatreros (Sansinena), en el extremo interno de la ría; Puerto Galván, esencialmente petrolero; Puerto Nacional, adonde llegan las manzanas del valle; Ingeniero White, el de los elevadores; Puerto Belgrano, militar, y Arroyo Parejas, ahora Puerto Rosales”.

Ilustración de alguno de los siete puertos

Es curioso, pero la lista incluye sólo seis puertos. Eduardo Giorlandini, escritor e historiador bahiense, detectó ese detalle y señaló que, a su criterio, “el séptimo puerto era el que estaba en la desembocadura del arroyo Napostá --el primero de nuestra historia— conocido como Puerto de la Esperanza".  Este agregado no se condice con aquel listado de 1928, ya que el que realmente falta es el muelle construido por el ferrocarril Rosario Puerto Belgrano en la zona militar.

Arlt entra en escena y habla de "La sed de los siete puertos"

En enero de 1939 el escritor y periodista Roberto Arlt (1900-1942), uno de los escritores argentinos más importantes del siglo XX, autor de El juguete rabioso (1926) y Los siete locos (1929), escribió una nota sobre Bahía Blanca en el diario El Mundo. La misma se centraba en un hecho no menor: la falta de agua potable que cada verano sufría la ciudad. A esa nota la tituló “La sed de los siete puertos”.

Tras señalar que “cien años antes” nuestra ciudad “no era más que un aljibe con algunos tinajones en redor, en la cual las colinas de arena se extendían y cambiaban de lugar movidas por el viento del desierto”, se sorprendía que en 1939 pareciera  “un trozo de Buenos Aires”, con “rectángulos y más rectángulos erizados de cubos de edificación”.

Menciona entonces que los vientos oceánicos “encrespaban los espejos de agua de sus siete puertos, porque siete puertos tiene Bahía Blanca”, y tras esa referencia los enumeró: Galván, White, Nacional, Agnara, Puerto Belgrano, Pagnard (Actual Puerto Rosales) y Arroyo Pareja.

Arlt comete un par de errores en su listado. Por un lado, el puerto Pagnard es en realidad el primer nombre que tuvo Arroyo Pareja, luego devenido en Puerto Rosales, es decir que repite ese muelle. Otro de los puertos mencionados no existe: “Agnara”.  A Arlt le faltó Sansinena y el puerto Belgrano del ferrocarril francés.

Muelle Nacional (Hoy Carranza)

Pero Arlt quiso nombrar las terminales para señalar una paradoja: “Siete puertos, siete ironías, porque esta ciudad, con siete puertos verticales a las aguas el gran océano, vive la dramática comedia del miedo a la sed. Cada verano, Bahía Blanca está sin agua”.

Tras describir al Sauce Grande y al Napostá como los recursos desaprovechados de agua que tenía la región, vuelve a manifestar su perplejidad: “Bahía Blanca, la ciudad de la orilla del Atlántico, la de los siete puertos, de los dos arroyos-ríos, tiene el problema del agua y de la sed. ¡Si parece una brujería!”.

El presente: Ciudad de los ¡16 puertos!

¿Sigue siendo Bahía Blanca ciudad de siete puertos?. “Es una pregunta que exige una definición previa”, reflexiona Santiago Mandolesi Burgos, titular del Consorcio de Gestión del puerto bahiense, consultado sobre la cuestión.

La referencia es que, según explica, “Jurídicamente, un puerto es una administración de un espacio tierra-mar. En ese sentido nuestra costa tiene tres puertos (¡Qué miseria…!): Rosales, Puerto Belgrano y Bahía Blanca”, menciona.

“Ahora, si por el contrario, se adopta el criterio que en 1928 estableció la existencia de siete puertos, debemos contar cada terminal portuaria como un puerto, atento a su independencia. En ese sentido el muelle de Sansinena, por ejemplo, es similar en operatividad al de la Compañía Mega”, detalla.

Vista de algunos de los varios "puertos", 2015

En esa línea de análisis, Bahía Blanca cuenta hoy con los “puertos” de Mega, Profertil, Terminal Bahía Blanca, ADM, Dreyfus, Las postas, Cargill, Viterra, Sitio 5, Central Piedra Buena, Carranza, Sitio 21 Patagonia, Sansinena, Puerto Belgrano, Rosales y  Oil tranking. Con este nuevo recuento,

Dios te salve Bahía, podemos entonces hablar, de cara al Bicentenario 2028, de “La Ciudad de 16 puertos”.

Final

La Inteligencia Artificial (IA) puede imaginar, en base a textos, estudios, libros y algoritmos, como determinados autores escribirían determinados textos. Para este caso se le planteó como Berta Gastañaga escribiría hoy su soneto. Esto contestó: “Aquí tienes una reescritura de "La bahía de siete puertos" adaptada al contexto actual, pero manteniendo el estilo evocador y nostálgico de Berta Gastañaga”

La bahía de dieciséis puertos

“La bahía, vasta y generosa,/donde el viento juega con los barcos,/ya no es solo de siete sueños,/sino de dieciséis promesas abiertas al mundo”.

“Dieciséis brazos que abrazan el horizonte,/donde la sal y la espuma cuentan historias,/de navegantes, de amores y partidas,/y de la ciudad que crece junto al mar”.

“Y aunque el número crezca,/el alma de esta tierra permanece./La bahía, madre de todos,/sigue tejiendo sus redes de historia y esperanza”.

La Yapa

Hay un puerto más para esta historia. Muy particular y que tiene ganado su lugar. La referencia es al llamado "Puerto Piojo", una dársena ubicada junto al ex Muelle Nacional donde se ubicaban las pintorescas lanchas dedicadas a la pesca artesanal. A ese lugar concurrían los vecinos a pescar, generando una de las postales más coloridas de Ingeniero White.

Hace unos meses, el Consorcio de Gestión del Puerto anunció que haría la reconstrucción del lugar, como un reconocimiento a su historia, colorido y memoria. Si se suma Puerto Piojo, el listado crece y se enriquece.

Puerto Piojo, enero de 1969. También merece su espacio.