Educación vial: las motos en la mira

Redacción de La Nueva.

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Cada semana, inevitablemente, las motos protagonizan accidentes en la ciudad, algunos de los cuales dejan saldos fatales, otros lesionados que por mucho tiempo no pueden reintegrarse a sus labores diarias.

Si el tránsito vehicular local es en gran medida un caos, esto se debe a circunstancias que no necesariamente son consecuencias de las políticas viales, sino de una ciudad que ha visto crecer su planta vehicular de manera exponencial mientras mantiene las mismas calles de mediados del siglo XIX.

Colapsan porque han quedado inadecuadas para el volumen de automóviles, motos y bicicletas y esto no es algo simple de modificar con un par de medidas.

De hecho desde la comuna se han hecho varios intentos que, a prueba y error, no han brindado la respuesta adecuada y hasta han sido contrarias, en espíritu y objetivos, unas de otras.

En ese contexto se impone la necesidad de contar con una mejor conducta por parte de quienes circulan por la planta urbana, incluidos los peatones.

Respetando las leyes de tránsito, teniendo en claro las normas para circular, sabiendo cómo actuar ante cada situación, respetando las manos, no circulando a velocidad excesiva, haciendo las señales pertinentes, conociendo prioridades.

En este sentido es importante que los motociclistas también tengan en claro estas reglas, que los semáforos deben ser respetados, que deben cumplir con la velocidad máxima, saber por qué mano circular y por donde sobrepasar a otros vehículos.

Porque además muchas de las motos se utilizan para la entrega de pedidos, lo cual hace que circulen de manera más apresurada que la que permiten las normas.

No es echar culpa sobre los motociclistas. Pero sí no hay dudas de la necesidad de intensificar las campañas de educación viales para que al cumplir cada cual con las normas de tránsito disminuyan las causas de accidentes.