Las multas de tránsito y una incobrabilidad esperable

Redacción de La Nueva.

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   No son buenos tiempos de la economía nacional, lo cual comienza a repercutir en las finanzas de todos los hogares.

   Una nota publicada por este diario el último domingo dio cuenta de cómo las familias empiezan a achicar sus gastos, resignar servicios y prácticas para que el presupuesto se ajuste a esa realidad.

   Otra consecuencia inmediata es la morosidad que comienza a registrarse en varios rubros, desde las expensas en los edificios, el atraso en abonar cuotas y, dentro de esa variedad de situaciones, no cumplir con el pago de las multas de tránsito.

   La municipalidad acaba de indicar que han detectado innumerables casos de vecinos que acumulan decenas de multas sin pagar, lo cual genera preocupación y que buscará una  estrategia junto con los jueces de falta.

   Claro que hay que distinguir dos situaciones. Por un lado la de los reincidentes, aquellos que acumulan decenas de multas, conducta que tiene más que ver con una falta total de apego a las normativas de tránsito que con cualquier imposibilidad de pago.

   Por otro lado también se deben considerar que los valores de las faltas que establece la provincia de Buenos Aires son realmente elevadas. Circular sin licencia de conducir, por ejemplo, puede ser penado con hasta 150 mil pesos.

   Pero además esos montos se ajustan de manera bimestral, sin ningún tipo de discusión y atados al valor de la nafta, lo cual lleva a aumentos que superan los índices de inflación o de aumentos salariales. Los valores en territorio bonaerense duplican a los establecidos en la Capital federal.

   Hay entonces una situación delicada que amerita su consideración. El comportamiento de los conductores debe ser de respeto a las normativas, las campañas de educación vial deben reforzarse y dado el particular momento de la economía considerar caminos alternativos de pago cuando el caso lo amerite.