Un relato de 2 cañones submarinos: se inicia la expedición que recorrerá nuestro frente costero
“La idea es estudiar el sistema desde las áreas de oceanografía, biología y geología”, dijo la bahiense Laura A. Ruiz Etcheverry, una de las investigadoras responsables del proyecto del Conicet que comienza este martes 30.
Periodista. Círculo de Periodistas Deportivos de Bahía Blanca. Fue redactor de la revista Encestando (1985-2000). Desde 1987 trabaja en el diario La Nueva Provincia (hoy La Nueva.). Pasó por las secciones Deportes, La Región y La Ciudad, donde se desempeña actualmente. Está especializado en periodismo agropecuario desde 2001. Miembro de la Asociación Bonaerense de Periodistas Agropecuarios. Responsable de las páginas webs de la Asociación de Ganaderos (AGA) y de Abopa.
“¿La previa? Siempre es estresante porque son muchos los preparativos. Nos hemos despertado pensando en lo que podría faltar, desde bulones, pintura para las boyas y cabos hasta el chequeo de las baterías. Pero ya estamos en la recta final”.
La Dra. Laura A. Ruiz Etcheverry relata los días anteriores a la partida de la expedición interdisciplinaria entre oceanografía, biología y geología que realizarán miembros del Servicio de Hidrografía Naval (SHN); del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA-UBA-Conicet) y docentes del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos (DCAO-UBA) y de la Escuela de Ciencias del Mar, FadARA-UNDEF, en colaboración con el Schmidt Ocean Institute (SOI, de los EE.UU), cofinanciado por la Fundación Williams y por el Centre national d'études spatiales (CNES), en el marco de la misión satelital Surface Water and Ocean Topography Mission (SWOT).
Ruiz Etcheverry, quien es bahiense y reside en CABA, es una de las investigadoras responsables del equipo de científicas argentinas —liderado por la Dra. Silvia Inés Romero— que conforman 25 personas (la mayoría de nacionalidad argentina), entre ellas la Dra. Valeria A. Guinder, investigadora del IADO-Conicet y la Lic. Azul S. Gilabert, estudiante de doctorado, también del IADO-Conicet, quienes se desempeñan en la Universidad Nacional del Sur (UNS).
Se trata de la segunda etapa de investigación científica —a bordo del buque Falkor— para una vivencia científica semejante a la acaecida en el cañón submarino Mar del Plata, que provocó una relevante repercusión en la sociedad por las inéditas imágenes de la vida submarina a través de transmisiones por streaming.
La expedición, que prevé salir al mar este martes 30 desde el puerto de Buenos Aires, se denomina Un relato de 2 cañones submarinos.
Para conocer más información sobre el tema, la cuenta oficial (IG) de la investigación es @ecosde2caniones
Los científicos embarcarán este domingo 28 para el período de adaptación y para adecuarse a los protocolos de supervivencia. El regreso al puerto de Buenos Aires se prevé para el miércoles 29 de octubre.
—¿Cuáles son las expectativas de la campaña?
—Se trata de entender mejor cómo el agua de Malvinas, debido al efecto topográfico del cañón, se desvía hacia la plataforma y la fertiliza. Desde el punto de vista físico buscamos ver cómo es la circulación en esa región. Utilizaremos derivadores, que son boyas que se mueven con las corrientes, para saber cómo entran en la plataforma y luego vuelven a salir, confirmando si el agua ingresa constantemente.
“El agua de Malvinas tiene nutrientes, lo que actúa como un fertilizante para la vida marina en la plataforma. Nuestro enfoque biológico estará en el fitoplancton y en el zooplancton. Si hay nutrientes y temperatura, el fitoplancton crece.
“También analizaremos las masas de agua. El vehículo autónomo va a medir perfiles en la columna, como temperatura, salinidad y oxígeno, en la zona donde creemos que ingresa el agua de Malvinas. Esto nos permitirá ver de qué se tipo es, si solo de plataforma, de Malvinas o si abarca toda la columna.
—¿La experiencia es inédita?
—Sí, para nosotros es inédita. Hay que destacar que se trata de una campaña multidisciplinaria, ya que existen otras que se enfocan en una sola temática. Sin embargo, a nivel mundial se ha demostrado que es necesario vincularnos con diferentes áreas para entender mejor el sistema. Tendremos el componente geológico, que verá los sedimentos del cañón y cómo interactúa con la corriente cercana. Y también las partes biológica y física, además de un poco de química. La idea es estudiar el sistema desde todas las áreas de la oceanografía, ya que no es casualidad que el fitoplancton crezca mejor o que el agua de Malvinas entre a la plataforma justo en esta región.
—¿Para qué servirá la información?
—El fitoplancton es el primer eslabón de la cadena trófica. Si no hay fitoplancton, no hay zooplancton, y si no hay zooplancton, no hay peces, calamares u otros animales. La zona del talud continental del mar argentino es súper fértil en términos de clorofila, zooplancton, calamares y vieiras, lo que la convierte en un importante recurso pesquero, algo que debe cuidarse no solo pensando en un área protegida, sino en hacer un uso sostenible. La fertilidad se debe a que las corrientes traen nutrientes, permitiendo el crecimiento del fitoplancton y, por ende, del resto de la cadena.
—¿La experiencia se podrá seguir por streaming?
—Sí, aunque no tanto como en campañas anteriores porque, ahora, el objetivo es mirar más a pequeña escala como para tomar muestras de agua y seguirlas en el microscopio. Sin embargo, sí habrá contenido relacionado con la parte geológica. El ROV SuBastian (vehículo de operación remota) se utilizará cinco veces para tomar muestras de sedimentos y observar el fondo. Si aparece algún animal interesante, los biólogos embarcados podrán mostrar lo que estamos viendo.
—¿Cuándo será?
—El streaming está asociado a las bajadas del ROV. Hay días estimados, pero es solo un aproximado. Como el barco funciona las 24 horas y depende de cuándo lleguemos a la zona de estudio, es difícil establecer un horario exacto.
Algo personal
La Dra. Laura A. Ruiz Etcheverry nació en Bahía Blanca. Estudió en la Escuela Nº 3 Bernardino Rivadavia y en la Escuela de Agricultura y Ganadería Adolfo J. Zabala, dependiente de la UNS.
“Siempre me gustó el mar y dudaba en estudiar entre biología marina o meteorología. En cuarto año de la secundaria, mi amiga, la Dra. Celeste López Abbate, escuchó sobre algo sobre oceanografía y nos llamó la atención, pero no sabíamos de qué se trataba”, cuenta.
“Entonces mi padre me contó que era una carrera que estudia el océano desde el punto de vista geológico, biológico, químico y físico y que se había dictado en Bahía Blanca años atrás. Averiguamos dónde se ofrecía y en ese momento solo estaba en la Universidad de Buenos Aires. Ahí dije: ‘Quiero esto”, añade Ruiz Etcheverry, en diálogo con La Nueva.
“Tras terminar la licenciatura en Oceanografía, realicé un doctorado en Ciencias de la Atmósfera y los Océanos, en el cual me especialicé en el uso de altimetría satelital para el estudio de la altura del mar y su circulación asociada”, sostuvo.
Desde 2019, Ruiz Etcheverry es investigadora asistente del Conicet y, desde hace dos años, profesora de la UBA.
De qué se trata
La expedición en el buque Falkor (too, código FKt250922) se realiza con un equipo de investigación dirigido por una jefa científica, quien es la Dra. Silvia Inés Romero, a quien acompañan las Dras. Graziella Bozzano y Laura Ruiz Etcheverry y la Lic. Ornella Silvestri.
Participan, además, otros 30 miembros entre investigadores, estudiantes y técnicos que pertenecen a los organismos mencionados y otros organismos de investigación científica nacionales (IGEBA-UBA-Conicet, IADO-UNS-Conicet, INIDEP, IBBEA-UBA-Conicet, IIMYC-UNMdP-Conicet, IFAECI-UBA-Conicet y DBBE-UBA) e internacionales (MIO, CNES).
La Dra. Valeria A. Guinder y la Lic. Azul S. Gilabert, investigadoras de IADO-Conicet y de pertenencia a la UNS, son las dos únicas profesionales de nuestro ámbito que subirán al buque para participar de la campaña oceanográfica, ya que en esta ocasión Ruiz Etcheverry no se embarcará.
Esta expedición-proyecto fue elegida junto con otras 7 entre múltiples propuestas nacionales e internacionales y el objetivo es comprender la interacción entre los cañones submarinos, su morfología, las masas de agua, las corrientes oceánicas y la dinámica de los ecosistemas marinos en una de las regiones más productivas del mar Argentino: El Frente del Quiebre de Plataforma.
Dentro de las 8 expediciones seleccionadas que se desarrollarán durante 2025 en el océano Atlántico Sudoccidental, 3 son dirigidas por científicos argentinos, durante julio/agosto, octubre y diciembre/enero 2026. La sexta, A Tale of Two Submarine Canyons (Relato de dos Cañones Submarinos o Ecos de 2 Cañones), posee áreas de estudio que se encuentran a aproximadamente 500 kilómetros de la costa, una sobre el sector bonaerense y otra sobre el patagónico:
—Sistema de Cañones Submarinos Bahía Blanca (40° - 42°S): ubicado a 500 kms. de la ciudad de Viedma, provincia de Río Negro.
—Sistema de Cañones Submarinos Almirante Brown (44° - 45°S): ubicado a 450 kms. de la localidad de Rawson, provincia de Chubut.
Las actividades incluyen el mapeo del fondo marino y la medición de velocidades a lo largo de la columna de agua con ecosondas adosadas al buque Falkor (inofensivos para la biota marina). Esto se realiza para conocer la forma del fondo y cómo son las corrientes.