Bahía Blanca | Sabado, 27 de septiembre

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Las grandes proyectos energéticos activan el puerto de San Antonio Este

El arribo del buque Coreship Ocean Lance con 8.000 toneladas de acero para los tanques del oleoducto VMOS inicia una nueva etapa.

Tras varios años de retracción en los embarques frutícolas, el puerto rionegrino de San Antonio Este (SAE), a cargo de la concesionaria Terminal de Servicios Portuarios Patagonia Norte S.A., comienza a vivir una nueva etapa marcada por los grandes proyectos energéticos que se desarrollan en la Patagonia.

En los últimos días arribó el buque Coreship Ocean Lance con 8.000 toneladas de chapas de acero destinadas a la construcción de los tanques del oleoducto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS).
Se trata de una operación que confirma la tan ansiada diversificación de cargas en el perfil de la terminal rionegrina.

Durante décadas, SAE fue sinónimo de fruta: peras, manzanas y productos del Alto Valle que salían rumbo a Europa y otros mercados. Pero la crisis de la fruticultura provocó un fuerte retroceso y redujo la actividad de la terminal muy por debajo de su capacidad histórica.

Acero para los tanques de Punta Colorada

El Coreship Ocean Lance, procedente de Asia, trajo las primeras 8.000 toneladas de acero que se utilizarán en la construcción de los tanques de almacenamiento en el puerto de Punta Colorada, donde YPF y otras petroleras avanzan con el proyecto VMOS.

Cada tanque tendrá 28 metros de altura por 83 metros de diámetro y una capacidad individual de 120.000 metros cúbicos, pieza clave para evacuar la producción de Vaca Muerta hacia los mercados internacionales.

La descarga en San Antonio Este demandó una logística intensa. Aunque el plan original preveía cinco días de trabajo, la eficiencia del equipo permitió completar la operación en solo tres jornadas efectivas, con turnos que se extendieron desde las 7 de la mañana hasta la 1 de la madrugada.

Algunas planchas alcanzan hasta 12 metros de largo, 3,5 metros de ancho y 42 milímetros de espesor, con unidades que superan la tonelada de peso, lo que exige un manejo de precisión.

Se estima que el volumen desembarcado equivale al transporte de unos 250 camiones de gran porte para llevar el acero desde SAE hasta Punta Colorada, a unos 200 kilómetros de distancia, a razón de 14 camiones diarios una vez iniciada la etapa de traslado del material.

Eficiencia operativa

Según destacó la Terminal de Servicios Portuarios Patagonia Norte, la operación se completó en solo tres jornadas efectivas, con picos de productividad que superaron las 1.100 toneladas por turno, muy por encima de los estándares internacionales.

“Esta operación demuestra la capacidad y profesionalismo de nuestros equipos para afrontar cualquier tipo de carga, incluso proyectos de esta magnitud”, afirmó Cristian López, gerente de la concesionaria.

El directivo remarcó que “el puerto de San Antonio Este cuenta hoy con infraestructura, equipamiento y recursos humanos que le permiten encarar operaciones de alta complejidad con absoluta seguridad”.

Agregó que “el desafío es sostener este nivel de eficiencia y, al mismo tiempo, acompañar la diversificación de cargas que traerán los nuevos proyectos energéticos de la región”.

La operatoria es apenas el inicio. En los próximos meses se esperan tres o cuatro embarques adicionales de acero para completar las obras de almacenamiento.

La primera etapa del proyecto contempla que hacia fines de 2026 estén en condiciones operativas dos tanques y uno de resguardo, junto al oleoducto y la boya de carga, lo que permitirá iniciar las exportaciones.

El esquema global implica una inversión cercana a los 3.000 millones de dólares, con potencial de ampliación si se suman las plantas de gas natural licuado previstas en la costa rionegrina.

Un puerto en reconversión

La llegada de materiales energéticos representa una bocanada de aire fresco para una terminal que atravesaba meses de baja actividad.

Patagonia Norte, que opera el puerto y competirá por la renovación de la concesión en 2028, destacó que la diversificación es clave para asegurar empleo y movimiento durante todo el año.

Más del 80 % de la mano de obra que participa en la descarga y en las obras de Punta Colorada es rionegrina, con programas de capacitación en soldadura y otras tareas específicas para que los operarios locales puedan asumir mayores responsabilidades.

El desafío será atender este tipo de cargas pesadas y de gran volumen, sin abandonar la operatoria frutícola cuando llegue la temporada.

La logística interna incluye la descarga en el muelle, el acopio provisorio en playa y el posterior traslado terrestre hacia Punta Colorada. Cada camión transportará piezas de gran porte, algunas de dimensiones fuera de estándar, lo que requerirá escolta y coordinación con las autoridades viales para garantizar la seguridad del convoy.

En este proceso de diversificación también se recuerda la exitosa operatoria de la agencia marítima Seawhite, que meses atrás permitió evaluar y poner a prueba los procedimientos de descarga de grandes volúmenes de acero, una experiencia que hoy se refleja en los altos niveles de eficiencia alcanzados.

Perspectivas

El nuevo perfil de San Antonio Este abre oportunidades, pero también plantea exigencias operativas que seguramente sabrá superar, manteniendo e incluso aumentando, en la medida de lo posible, la exportación de fruta, que continúa siendo fuente de empleo y divisas para la región.

A pesar de estos retos, la reactivación es evidente.

La imagen del Coreship Ocean Lance descargando miles de toneladas de acero es mucho más que una postal ocasional: es la señal de que el puerto rionegrino vuelve a ser pieza clave en la logística patagónica, ahora de la mano de los grandes proyectos energéticos que buscan convertir a la Argentina en exportador de petróleo y gas a escala mundial.