El HCD y el Municipio le entregaron el premio “Natty Petrosino” al Pequeño Cottolengo Beato José Nascimbeni
La ceremonia, presidida por Mauro Reyes, presidente del HCD, contó con la presencia de autoridades municipales, concejales y representantes de diversas instituciones.
El Honorable Concejo Deliberante (HCD) de Bahía Blanca fue el escenario de la Cuarta Edición del Premio “Natty Petrosino” a la labor social solidaria, un galardón que reconoce el compromiso desinteresado con la comunidad. En esta oportunidad, el Pequeño Cottolengo Beato José Nascimbeni fue elegido por decisión unánime del jurado, destacando sus casi 60 años de servicio ininterrumpido.
La ceremonia, presidida por Mauro Reyes, presidente del HCD, contó con la presencia de autoridades municipales, concejales y representantes de diversas instituciones. Durante su discurso, Reyes dio la bienvenida a los presentes y subrayó la importancia de reconocer a quienes, con su trabajo diario, construyen una sociedad más justa y solidaria.
El Premio “Natty Petrosino”, creado bajo la Ordenanza N.º 20.784, no solo brinda un reconocimiento honorífico, sino también un incentivo económico de $5.400.000, destinado a fortalecer la labor social de la institución ganadora.
El jurado que tomó la decisión estuvo integrado por el presidente del HCD, Mauro Reyes; el intendente, Federico Susbielles; la secretaria de Políticas Sociales, Romina Pires; y los concejales Fabiana Úngaro, Jonatan Arce, Martín Barrionuevo y Carlos Alonso.
Un legado de casi 60 años de servicio
El Pequeño Cottolengo Beato José Nascimbeni, ubicado en calle Haití 1930, fue fundado en 1967 y está a cargo de la congregación de las Hermanas de la Sagrada Familia. La institución se dedica a la atención de personas que requieren asistencia constante las 24 horas del día. Su trabajo es posible gracias a un dedicado equipo de profesionales y personal de asistencia sanitaria, aseo y alimentación.
En representación del Cottolengo, recibieron el premio las Hermanas Andrea Farías y María Eugenia Villalba, junto a Marina Gómez y Paula Peralta. Este reconocimiento pone en valor la silenciosa pero invaluable labor de una institución que ha dejado una huella profunda en la comunidad bahiense.