Ian Moche y su madre darán una charla sobre neurodivergencia en la UNS
El activista por la inclusión estará junto a su familia en un encuentro abierto a todo público en el auditorio del Centro Histórico Cultural de la UNS.
El activista Ian Galo Lescano -conocido popularmente como Ian Moche- junto a su madre Marlene Spesso, liderará el evento: “Testimonios de una familia neurodivergente” el viernes 12 de diciembre a las 17 horas en el auditorio del Centro Histórico Cultural de la UNS en Rondeau 29.
El evento es organizado por las ONG “Interpersonal: Compromiso Ciudadano” y “Las canas no se manchan”, con el patrocino de la UNS y el Sindicato del Personal de Industrias Químicas, Petroquímicas y Afines (SPIQPYA).
“El término neurodivergencia no refiere a una patología, sino a la variabilidad natural del cerebro humano” destacaron desde la organización. “Según la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, la neurodiversidad describe la idea de que las personas experimentan e interactúan con el mundo de muchas maneras diferentes; no existe una forma “correcta” de pensar, aprender o comportarse”, agregaron.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que aproximadamente uno de cada 100 niños en el mundo tiene autismo, aunque estudios más recientes, como los de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos sugieren una prevalencia mayor, indicando que 1 de cada 36 niños ha sido identificado con trastorno del espectro autista (TEA) en ciertas regiones de monitoreo. Estas cifras subrayan que la neurodivergencia no es un nicho, sino una parte sustancial del tejido social que requiere, como bien señala Ian en su portfolio, “abrir nuevos paradigmas”.
Con apenas 12 años, Ian Moche ha logrado humanizar el diagnóstico. Su trayectoria es contundente: ha recorrido más de 13 provincias y visitado países como Uruguay y Colombia, llevando su mensaje incluso ante presidentes y parlamentos. Su activismo le ha valido reconocimientos como el Martín Fierro Digital y distinciones en el Senado. Cuando tenía 8 años, con la ayuda de su madre abrió una cuenta de Instagram y se convirtió en un influencer del Trastorno del Especto Autista (TEA). Hoy tiene más de 400.000 seguidores. Desde allí cuenta su cotidianeidad.