La cámara de apelaciones tiene palacete
El conocido como Palacete Canessa pasó a ser ocupado por una entidad que hasta el día de hoy se ocupa de su cuidado.
Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
Hace 88 años, en octubre de 1936, el estado nacional adquirió la propiedad del médico Aristóbulo Barrionuevo, para ser destinada a la Cámara Federal de Apelaciones.
Mitre 60 es la dirección de este palacete que en 1920 mandó a construir el vecino Juan Antonio Canessa, según un proyecto del ingeniero Domingo Pronsato y la mano de obra de Francisco Luisoni.
En la época a este tipo de viviendas se las mencionaba como Petit-Hotel, que sustituía el ordenamiento de habitaciones “en hilera” (la casa chorizo) por una organización en racimo con ambientes de funciones más definidas.
La casa se desarrolla en dos plantas, recostada sobre una de las medianeras, dejando libre un enorme jardín lateral, el cual en su época era el lugar elegido para concurridas reuniones sociales.
La fachada tiene terminación símil piedra y un acceso jerarquizado mediante una marquesina de hierro y vidrio, sobre la cual se pueden ver, en hierro, las iniciales JAC del propietario. Las mismas letras se repiten en el portón de acceso al patio, espacio hoy reconvertido en ingreso vehicular. La casona cuenta además con una torre mirador, la cual, sin tener demasiada altura, permitía buenas visuales de la loma y de la zona portuaria.
Canessa ocupó la vivienda hasta su fallecimiento, ocurrido en 1929. Un año después salió a la venta y fue adquirida por el médico Aristóbulo Barrionuevo, que la tuvo unos pocos años. Finalmente, en 1936 fue adquirida por el estado nacional para alojar a la Cámara Federal de Apelaciones, entidad que la ocupa hasta el presente y que se ha ocupado siempre por mantenerla en muy buen estado. En 1987 se construyó un edificio anexo, recostado sobre la otra medianera, con una fachada vidriada, que evita competir con el edificio principal y lo refleja.