Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Independiente, el club que nació con Villalonga

El Rojo fue fundado el 9 de julio de 1929. En 2023 cumplirá 94 años, como la localidad.

Fotos: Agencia Carmen de Patagones

Generalmente, las instituciones deportivas son espacios muy importantes para cualquier comunidad. Esta cuestión se acrecienta más en localidades pequeñas, donde terminan cumpliendo un rol destacado.

Por eso, la recuperación y crecimiento de los mismos es fundamental. Así lo sintió en tiempos de pandemia, un grupo de jóvenes villalonguenses que pensaron “qué bueno sería empezar a hacer cosas en el club Independiente”.

En este sentido, Diego Garat, presidente de la institución roja, señaló que estaba bastante venido abajo.

“Empezamos por el pádel y también haciendo algunas cositas en el salón. Así fuimos surgiendo, armando comisiones; fue una idea de un grupo bastante amplio”, destacó.

El dirigente aclaró que si bien la entidad no estaba cerrada, “pero era casi un club de bochas, de algún que otro partido de pádel y la misma gente que iba a jugar a las cartas. A esto se sumaba el alquiler del SUM.

“En general las instalaciones estaban muy venidas a menos –manifestó-. Cuando comenzamos con la comisión también nos encontramos con que los papeles no figuraban ni estaban en condiciones. De ahí surgió la idea de hacer todo junto”.

Por su parte, Luciano Aman, tesorero de la institución, recordó que en 2021 se configuró una comisión normalizadora con alrededor de 15 personas.

“La pandemia nos imposibilitó trabajar y salir adelante enseguida. Como no había una cabeza ni una autoridad, el club estaba a la deriva. Entonces empezar a organizar, pusimos una persona en la cantina, reflotamos el salón de eventos -que casi no se usaba-, y apuntamos a la cancha de pádel, sumado a las bochas y las cartas, buscando generar ingresos, para después realizar las tareas que necesitábamos en el edifico”, destacó.

Aman coincidió con Garat en que lo primero que debían hacer era darle una nueva vida a la entidad.

“Fuimos al municipio, le ofertamos el salón como para que se dictaran talleres, vimos a algunos privados también y empezamos a darle un poco más de vida al club. Lo empezamos a pintar por fuera para darle una cara nueva con los colores tradicionales, y lo iluminamos”, destacó.

Garat manifestó que la intención de hacerlo más social fue por el pádel, un deporte que creció mucho después de la pandemia.

“Eso nos permitió y nos permite un ingreso de dinero importante, sumado a lo del SUM. Ahora estamos más tranquilos económicamente y podemos solventar gastos que estamos invirtiendo en el club”, sostuvo el presidente del rojo villalonguense.

En este sentido, agregó que se hicieron reformas en la cocina, se reemplazaron luces y se cambió el piso de la cancha de pádel.

“Era de cemento y ahora le pusimos sintético, que es lo que se usa; no nos podíamos quedar tan lejos, así que dentro de esas entradas pudimos comprarlo y ahora la gente lo utiliza desde la mañana hasta la noche. También sumamos un profe para que dé clases”, destacó.

Otro de los espacios recuperados fue la terraza, que se habilitó como sector de comida, lo que también permitió que hubiese otra entrada desde el punto de vista económico.

“Además, permitió que la gente pudiera venir a disfrutar del club y, de a poco, ir cambiando el ambiente con gente de todas las edades, desde chicos hasta abuelos”, reconocieron los dirigentes.

“Sean o no del club, la gente vio el movimiento, la recuperación de espacios, los eventos y se acerca, lo que es muy gratificante para nosotros”, concluyeron. (Agencia Carmen de Patagones)