Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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El Zibecchi y la Carrindanga, un lugar conflictivo y de riesgo

En el lugar se concentran múltiples actividades deportivas y recreativas que en determinados horarios derivan en un verdadero caos vehicular. 

Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

El histórico camino de La Carrindanga –en los papeles rebautizado como avenida Juan Domingo Perón—ha incrementado de manera notable su tráfico vehicular en los últimos años, de la mano de la consolidación de nuevos barrios en la periferia, por el movimiento que genera como paseo y por el funcionamiento de varias instituciones deportivas que se han instalado en el sector.

Uno de esos espacios es el complejo Oscar Zibecchi del club Liniers, lugar donde se concentran múltiples actividades deportivas y recreativas que en determinados horarios, sobre todo al caer la tarde, derivan en un verdadero caos con los vehículos que concurren a retirar a los chicos que terminan su jornada. A este flujo se suma el movimiento propio de la calle, que también es muy importante en ese momento del día.

Desde la comuna están al tanto de la situación y han implementado un sistema de lomos de burro para obligar a disminuir la marcha de quienes pasan por el sector, aunque advierten que esa intervención no resulta suficiente.

“Hicimos varias operaciones, pero evidentemente no alcanzan. Estamos viendo cómo organizar la circulación materializando derivadores, pero es una obra que lleva su tiempo”, señaló el licenciado Ramiro Frapiccini, Director General de Movilidad Urbana del municipio.

El funcionario mencionó que ha mantenido reuniones con dirigentes del club buscando alternativas para dosificar, por caso, la salida de los concurrentes.

“También hay que remarcar que muchos conductores son un desastre a la hora de respetar las señales o las prioridades. Eso es parte del problema”, agregó.

Por su parte, el presidente de la entidad de la avenida Alem, Carlos Pablo, mencionó que establecieron un esquema de “escalonamiento de los horarios” de salida para no concentrar a todos en un mismo momento. 

“Así y todo por la cantidad de chicos que tenemos se genera un volumen muy alto de tránsito. De todos modos es una situación que dura unos 40 minutos”, mencionó.

En las reuniones con funcionarios del municipio mencionó la necesidad de controlar la velocidad de circulación y la entrada y salida al predio.

 

“Pusieron reductores de velocidad y una dársena de ingreso. Eso ayuda pero creo que la situación mejoraría con un poco de paciencia por parte de los padres. Nosotros organizamos la salida para que el movimiento de los vehículos no genere ningún riesgo para los chicos”, mencionó.

Una ubicación inesperada

La génesis del complejo albinegro data de 1980, al menos en cuanto a su denominación. Ese año quien fuera socio y dirigente del club, Oscar Zibecchi, donó a la entidad dos manzanas de su propiedad para la conformación de un complejo deportivo. 

"Queremos expresar a la masa societaria y a la ciudad entera el reconocimiento eterno del club a este caballero deportista que es Zibecchi", señaló Raúl Dignani, presidente de la institución, al informar que el futuro polideportivo llevaría ese nombre.

Lo curioso de esta historia es que esas tierras no estaban en La Carrindanga sino en calle Sixto Laspiur al 3000, casi llegando al Camino de Circunvalación. 

Más allá del entusiasmo inicial, el club fue postergando el proyecto y en algún momento sus autoridades decidieron el loteo y la venta de esas tierras. 

Tiempo después, la entidad adquirió las 26 hectáreas de la conocida quinta Verdecchia –actual emplazamiento— y rescató el nombre de Oscar Zibecchi como justo y merecido homenaje a su memoria.