ONG Techo en Bahía: empezó la construcción de 42 casas en tres días

Redacción de La Nueva.

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"Estaba acostumbrada al viento; pero ahora lo escucho y salgo a mirar el cielo, porque me queda en la cabeza el miedo de que vuelva a pasar".

La frase la dijo Leonela Kujarchik, de 24 años, que vive con su hija de 3 en el barrio Tierras Argentinas, uno de los sectores más golpeados por el temporal del 16 de diciembre. Como en muchas otras viviendas, el techo de su casa fue arrancado por el viento y permaneció las últimas dos semanas sostenido con ladrillos sobre las chapas.

Ayer, a las 6 de la mañana, una vecina le contó que le iban a construir una casa de cero; van a empezar el año durmiendo bajo un techo nuevo, estrenando una vivienda con piso de madera. 

Se trata de una de las 42 familias beneficiadas por la organización Techo, que en coordinación con el área de Políticas Sociales del Municipio trajo casi un centenar de voluntarios de todo el país para encargarse de la tarea de construir viviendas de emergencia en los sectores relegados, de los más perjudicados por la tormenta.

"Estoy super contenta y agradecida, porque pasar de donde vivo a esto no es algo que yo esperaba. Darle algo mejor a mi hija es lo mejor que me puede pasar", dijo Leonela a La Nueva.

Esta mañana, en el domicilio de Jujuy al 4000 una cuadrilla de cuatro voluntarios nivelaba los pilotes de madera sobre los que colocarían los tirantes del piso. 

Se trata de un modelo de vivienda de emergencia de 18 metros cuadrados (6x3) que la ONG construyó en más de 15 países de América Latina. "Son módulos habitacionales de madera, prefabricados. Están construidos sobre pilotes, eso hace que se eleven del piso y estén aislados de la humedad", explicó la directora de Comunicación de Techo, Camila Zanoni. 

Están diseñadas para ser levantadas en dos días, aunque en este caso tardarán tres por la logística del volumen de trabajo. 

La construcción inicia ubicando e instalando los pilotes en el suelo; encima de ellos se colocan las vigas que sostienen el piso de madera, el cual viene en tres partes que se ensamblan entre sí. Luego, se ubican las paredes, se instalan los tirantes del techo y, por último, las chapas. 

"En todos los países construimos el mismo tipo de vivienda, con alguna adaptación en territorios más locales. En algunos casos, como este, se le suma un kit sanitario: un módulo anexo más chiquito, de 3 metros por 1,5, que tiene ducha, inodoro y bacha para lavarse las manos. Además tenemos otro tipo de viviendas que son para aportar progresividad: se pueden adaptar a más módulos, colocar ladrillos en el exterior, etcétera", describió Zanoni. El Municipio, en tanto, tiene el compromiso de aportar la conexión de las viviendas a los servicios como agua de red.

"Pese a que esta es una fecha complicada, de fin de año, pudimos convocar muchas personas", destacó la voluntaria de la ONG, que terminará sus tareas en Bahía el sábado 30 de diciembre.

Unos 90 voluntarios se trasladaron desde distintas localidades de la Provincia de Buenos Aires, pero también desde más lejos: hay personas de Neuquén, Misiones, Río Negro, Corrientes, Chaco, Rosario y Córdoba. 

Además, se sumaron muchos voluntarios de nuestra ciudad. "Nos parecía super interesante que la reconstrucción de la ciudad se dé desde Bahía", dijo Zanoni.

La convocatoria para colaboradores de Bahía Blanca continúa abierta. Quienes quieran colaborar en los últimos detalles de las viviendas, este sábado a las 8 podrán acercarse al Municipio, donde se congrega el contingente para salir a los barrios.

"Cualquiera se puede acercar, no es necesario tener un conocimiento específico en construcción; en todas las cuadrillas hay una persona que va a liderar, acompañar, delegar tareas. Lo importante es que se puedan sumar. Alguien los va a acompañar y guiar en ese proceso", aseguró Camila. 

El convenio con el Municipio es por 50 viviendas. En esta tanda se construyen 42; las 8 restantes se harán en enero, en una fecha a definir. 

Las obras se reparten en cinco delegaciones de la ciudad, siendo Noroeste la más contemplada, con 18 viviendas. Le siguen Villa Rosas, con 11 construcciones; Harding Green, con 7; y Las Villas e Ingeniero White, con 3 cada una. 

Además de ser una mejora habitacional de emergencia, las viviendas tienen un impacto positivo a largo o mediano plazo en el día a día de las familias. 

Zanoni contó que hace poco tiempo se realizó un estudio de impacto con la Universidad Católica Argentina (UCA). "Tenía algunos hallazgos que están buenos: aporta a la mejora en el sueño, a reducir los conflictos internos de las familias, da más espacio, impacta en la salud por no estar expuestos a la humedad. Es algo que impacta, tiene un resultado rápido y se construye en poquito tiempo", cerró la voluntaria.