"Si nos traen para cocinar, cocinamos, pero si no seguiremos esperando"

Redacción de La Nueva.

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El merendero "Una ilusión", en Tierras Argentinas, pudo abrir sus puertas después de cuatro días del temporal que azotó Bahía Blanca. Hasta el miércoles, cuentan los vecinos, no tenían mercadería para preparar un plato de comida para la gente del sector. 

Al sudoeste de la ciudad, cerca de la Ría, el impacto de la turbonada fue muy fuerte e hizo que sea una de las zonas más afectadas. 

Se trata del barrio que priorizó el Comité de Crisis del Municipio al comenzar ayer el trabajo tras la tormenta en los territorios vulnerables. "Es un área bastante compleja por la magnitud. Son 900 familias que vieron afectada su vivienda en mayor o menor medida", explicó la titular de Hábitat, Paola Ariente.

Zulma y Soledad sostienen el comedor en la esquina de Pampa Central y Ugarte hace más de una década. A partir del temporal, también comenzaron a llegar vecinos que nunca habían visto "en los 11 años que llevamos acá".

"Está desbordado todo y trabajamos como podemos; todavía no pudimos llegar a los chicos que asistíamos antes del temporal", dijo Soledad. 

Ambas vecinas, que trabajan en el comedor junto a otras 8 mujeres, contaron a La Nueva. que son más de 60 las familias que se contactaron para recibir asistencia por los destrozos.

Sin embargo, de muchos de los 150 chicos que antes iban a almorzar, merendar y recibir apoyo escolar los lunes, miércoles y viernes, tienen pocas noticias. 

Dijeron que "el asentamiento" de viviendas en el predio que va hacia calle Don Bosco "fue lo más afectado".

"Volaron ranchos enteros y ahí viven chicos, hay gente enferma. Muchos se fueron porque se les voló el techo y la incomunicación es total", agregó Soledad. 

Cáritas, La Coope y la UNS realizan acciones solidarias para los damnificados por el temporal

Desde el lunes, tras el desastre, repartieron fideos y menudencias donadas por un frigorífico a aquellas familias que tenían la posibilidad de cocinar en sus casas. 

Recién ayer, con la llegada de la ayuda municipal, pudieron preparar el almuerzo y cena para los vecinos. Esta mañana, una camioneta de Políticas Sociales entregó papas, manzanas y naranjas. 

A falta de señal de datos celulares y energía eléctrica, lo único que les queda es esperar. "Se está corriendo la voz en el barrio de que el comedor está funcionando de nuevo. Si nos llegan a traer para cocinar, cocinamos, pero si no seguiremos esperando", dijeron. 

En el merendero de Pampa Central y Ugarte reciben cualquier donación, aunque piden sobre todo carne, cebolla y fideos para cocinar.

También necesitan ropa, calzado, colchones, frazadas, productos de limpieza y pañales, además de materiales para construcción. 

Para colaborar, comunicarse por teléfono con Zulma al 291-4047956.