Análisis: Facundo Tello pasó desapercibido, y ya con eso salió ganando
El árbitro bahiense debutó en el Mundial dirigiendo, sin sobresaltos ni acciones polémicas, Suiza 1-Camerún 0.
Egresado del Instituto Superior en Ciencias de la Comunicación Social. Cronista de la sección Deportes de La Nueva. desde el 9 de octubre de 1995, especializado en fútbol. Entre 2002 y 2018 cubrió a Olimpo en Primera división. Trabaja en televisión y radio. Además, integró el equipo periodístico de "El Diario del Mundial", que se emitió en La Nueva Play.
“Lo mejor que le puede pasar al árbitro es pasar desapercibido”, reza un antiguo adagio del referato a nivel mundial.
Lo conozco tanto que sé que deseaba un debut así, tranquilo, sin errores y con aciertos que siempre mantuvieron equilibrada la balanza de la justicia, la que siempre guió sus decisiones y mantuvo controlados sus impulsos cada vez que fue juez y no parte en un partido de fútbol.
Facundo Raúl Tello cumplió su sueño máximo a los 40 años, ratificando una vez más lo que repiten hasta el hastargo en el propio entorno arbitral: “pitar en un Mundial es menos complicado que hacerlo en el fútbol argentino”.
Yo diría que la vida real y el mundo del deporte más popular del mundo cuentan con las mismas reglas, y que la cultura de nuestro país en materia futbolística y en todo aquello, leal o no, que rodea a la pelota, es muy distinta a la de otros países.
Fue más que positivo que al bahiense Tello le toque Suiza-Camerún como primera prueba de fuego, dos equipos que nos protestaron fallos, que se dedicaron a jugar y que se olvidaron del hombre de negro que corría alrededor de ellos y acompañando el ritmo que exigía el trámite.
La sonrisa de “Facu” cuando lo fue a saludar Granit Xhaka, el capitán suizo, al termino del cotejo fue el fiel reflejo del deber cumplido.
Sin necesidad de dar explicaciones y con una conducción de altísimo nivel, como la cita ecuménica demandaba, el referí de nuestra ciudad sancionó 22 faltas (9 en el primer tiempo y 13 en el segundo), un promedio muy inferior a cualquier estadística del fútbol argentino.
Pitó la primera infracción a los 5 minutos y 44 segundos de iniciado el encuentro, mostró tres tarjetas amarillas y le dio continuidad al juego tal como le exige la FIFA. No fue convocado por el VAR y no existieron chequeos de jugadas (al menos que haya mostrado la televisación oficial del Mundial) por posibles penales o tarjetas rojas.
Alguno puede llegar a asegurar que “al no haber tenido acciones que hayan generado algún tipo de discusión” o por no haber tenido que interpretar alguna acción dudosa, a Tello le puede llegar a costar avanzar en la competencia (y las chances se reducen si Argentina va sorteando fases), aunque el crédito local sigue contando con el aval y el voto de consideración por parte de la Comisión Arbitral de FIFA.
Hoy, por primera vez, Bahía “hinchó” por un árbitro, en definitiva lo único que importó después del pobre Suiza 1-Camerún 0.