Microcuentos: Si es breve, dos veces perturbador

Redacción de La Nueva.

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Por Gustavo Pereyra

El escritor local Martín Ríos (43) presenta hoy su segundo libro publicado de forma autogestionada. Se trata de “El camino de las luciérnagas”, una obra de 177 microcuentos y relatos breves signados por la tragedia, lo macabro, lo inesperado y lo extremadamente inquietante.

La presentación es a las 17:30, en la Biblioteca Popular y Centro Cultural Juan Bautista Alberdi (Rivadavia 353), en el marco de la programación del Festival Nacional de Cine Fantástico y de Terror 1000 Gritos.

“Mis microcuentos abarcan géneros diversos, pero comparten la característica de que siempre algo sale un poco mal. Todos tienen un final trágico —le cuenta a La Nueva. el autor—. El que lo lee se siente incómodo, pero quiere leer más. Son los temas que abordo en cada relato y sus finales los que dejan al lector como pensando. Esa es la idea”.

Ríos define a estos súper cortos como un tipo de literatura que da respuesta a las necesidades de inmediatez que surgen de los hábitos de consumo de hoy en día, potenciados por las redes sociales y las tecnologías de la información.

“En esta inmediatez en la que vivimos hoy, es muy difícil que la gente lea como se leía antes. Por supuesto que se siguen consumiendo novelas y otros libros, pero mucha gente quiere algo rápido y directo. Mis microcuentos son generalmente un párrafo”, dice Ríos, que también publica en Instagram como @microcuentos_arg.

Los de “El camino de las luciérnagas” son todos de ficción, pero en varios existe algún guiño a la realidad, como la mención de algún nombre conocido o la reinvención de algún hecho, como por ejemplo el del caníbal de Daireaux, un caso que conmocionó a la opinión pública en 2008 y que quedó en la historia de la criminología argentina.

“Busco e imagino cosas horribles y las empujo aún más al extremo. Juego con los miedos de las personas y todo lo que provoque aversión. Si hay alguien romántico al que le gustan las novelas, seguramente mi libro no le va a gustar”, afirma.

Martín nació en Coronel Dorrego, a los 6 años se mudó a Punta Alta y entre los 8 y los 11 vivió en Tres Arroyos, donde vio muchas luciérnagas de chico.

“Me parecían insectos malvados, me daban más miedo que los murciélagos. El libro abre con un cuento sobre luciérnagas que te guían por un camino equivocado, de destrucción. Habla de cómo algo que te puede parecer que está bien, de repente no lo está”, explica sobre el título de la obra.

Colaboradores. “El camino de las luciérnagas”, una publicación autogestionada por su autor Martín Ríos, tiene prólogo del novelista bahiense Patricio Chaija, colaboró la escritora rosaleña Analía Marconetto, la labor de corrección estuvo a cargo de Gladys Beatriz Acha y el diseño editorial es de Silvana Baylac. Además, las imágenes de tapa y contratapa fueron tomadas por la fotógrafa Magalí Agnello y el maquillaje es de Mónica Fontanella.

Tirada. Ríos realizó una primera tirada de 100 ejemplares que están a la venta a un valor de 700 pesos, para afrontar la impresión y otros costos. Se puede conseguir a través de Facebook, Instagram o por WhatsApp al 2932 41 7385. Cuenta que ya tuvo compradores de Ushuaia, Posadas, Tandil e incluso Guatemala y Colombia.

Anterior trabajo

“El camino de las luciérnagas” es el segundo libro que presenta Martín Ríos. El anterior fue “Re torcido”, una obra que completó durante la pandemia de coronavirus y presentó en agosto del 2020.

“Algunos cuentos ya los tenía. Otros estaban incompletos y les di un giro que me terminaron gustando. Son historias muy concretas con un primer párrafo que introduce de lleno, con una narrativa vinculada con lo criminal, el suspenso y el terror. Todo gira en torno a esos temas que son además las lecturas que me atraen desde muy joven”, contó.

En enero de este año, presentó un proyecto de biblioteca ambulante a bordo de una bicicleta, con la intención de recorrer merenderos y sociedades de fomento o llegar hasta alguna plaza de la ciudad y fomentar la lectura. El proyecto se hizo de forma colaborativa y a pulmón, y además llevó el nombre del músico local Gustavo Darío Schwab, recientemente fallecido en ese tiempo.

Ríos contó que ahora sigue trabajando en el proceso de escritura de una novela de época ambientada hace cien años, sobre inmigrantes. 

“Lo más difícil de dedicarte a esto es tener la disciplina de ponerte a escribir. Es como un maratonista que corre primero 5 kilómetros, después 10, 15 y 20, con constancia —señala Ríos—. Escribir es lo mismo, tenés que hacerlo igual aunque no sepas qué. Yo me generé ese hábito: escribo una hora, aunque sea basura”.