Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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El casamiento y el walkie talkie de "Huevo", con "Oveja" de asistente y jugador en Villa Mitre

Un par de anécdotas muy divertidas del DT, que tuvo a su lado al técnico de la Selección.

Villa Mitre, campeón de ascenso, 1981. Parados, desde la izquierda, Marcelo Simos, Daniel Zalguizuri, Sergio Salecchia, Ricardo Feser, Raúl López y Miguel Cuenca. Abajo, Daniel Miranda, Martín Ipucha, Sergio Moreno, Guillermo Ferrara y Sergio Hernández.

   Oscar "Huevo" Sánchez, sin dudas uno de los entrenadores más entusiastas y pasional del básquetbol argentino, contó un par de anécdotas, tan curiosas como divertidas, que involucran a Sergio "Oveja" Hernández, en la época que ambos compartieron en Villa Mitre.

   La primera, haciendo referencia al campeonato de 1981, donde "Oveja" era jugador.

   A "Huevo" lo habían suspendido y no podía ingresar a la cancha. Entonces, apeló a diferentes recursos. Uno, en cancha de Liniers.

   "En la fase regular tuve partidos que dirigía de los techos, como en cancha de Liniers, donde tenía 4 carteles pintados de diferentes colores: el rojo era (defensa) 2-3, el azul 3-2, verde hombre y amarillo pedido de minutos. Créanme fue así", relató en su cuenta personal.

   El equipo llegó a la final y él seguía suspendido.

   "Sólo me quedaba intentar vestirme de heladero, ya que no podían coartar mi libertad de trabajo... Ahí nomás, cuando se lo planteé al Beto Cabrera, me dijo muy sintéticamente: "te vestís de heladero y te echo del club" (en ese momento yo también dirigía las formativas de Estudiantes)", contó.

   Entonces, su amigo Daniel Allende le dio una mano, para la final, en cancha de Olimpo, contra Argentino, cediéndole el vestuario de fútbol.

   "Mediante unos walkie talkies prestados por el Nene Plano, famoso corredor de autos bahiense, pude dirigir el partido. Mi asistente, Roberto Molteni, fue el receptor de las diferentes órdenes tácticas y el "Chamaco" Gonzalez lo hacía como técnico. Conclusión: salimos campeones ese 18 de octubre que jamás olvidaré".

"Su" partido

   En la temporada 83, "Huevo" volvió a dirigir a Villa Mitre y ya con "Oveja" como asistente.

   "Le anuncié a los dirigentes que el 26 de abril me casaba y obviamente estaría ausente esos días. Llego el momento de entrar a la iglesia, recibir a Marisa en el altar y escuchar al cura que me decía: “Jugarás el partido más importante de tu vida” (si supiera que el más importante fue contra Boca...)", recordó.

"Huevo" y Marisa, recién casados, con los chicos de Villa Mitre a los costados.

 

   "Hasta ahí todo bárbaro -agregó-, pero entre medio de la ceremonia escucho a alguien que chistea y me dice, 'fueron 3 a entrenarse hoy'. Ese era el gran 'Chiche' Piña, el dirigente máximo de Villa Mitre. Yo al darme vuelta no podía creerlo pero obviamente me calenté sin poder hacer nada. Sólo lo miré".

   "Ya al salir y con mucho arroz sobre nuestra humanidad, hago una pausa y saco de mi traje cremita todos los scouting y preparación de los juegos en la cual iba a estar ausente para entregárselos al Oveja, que había venido a saludarme. Me miró, creo que los sorprendí, le di un beso y seguí rumbo a la fiesta", continuó.

   De ahí en más fue todo de locura. A los tres días de instalado en Córdoba, donde disfrutaba de su luna de miel, recibió el primer llamado de Piña.

   “Huevo, venite ya, esto es un quilombo; a este pendejo no le da bola nadie y perdimos con Olimpo…”, contó.

   Respondí con Marisa al lado mío: “Mirá Chiche si me vuelvo es récord: casamiento y divorcio. No puedo, disculpá…”.

   Otros tres días y la misma llamada: “¡Bueno basta! Esto no da para más, volvimos a perder y es un descontrol; volvé y al terminar el torneo te pagamos otro viaje”, le dijo el dirigente.

   "Lógicamente volví a negarme al regreso y traté de terminar bien la luna de miel. Asumiendo que de aquel pibito inexperto, Ove se convirtió en coach top, subcampeón mundial, y multicampeón de Liga. Vaya si creció...", elogió.