Bravard, una calle de casas dibujadas, detalles barriales y un placa del centenario
Un perfil barrial, de casas bajas, consolidado en las décadas del 40 y 50. Una propuesta distinta para conocer.
Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
“El día era más largo en tus veredas/que en las calles del centro,/porque en los huecos hondos se aquerenciaba el cielo”. Elegías de los portones, Jorge Luis Borges
Esta calle que nace en Estomba al 900 rinde homenaje a Auguste Bravard, naturalista y geólogo nacido en Issoire (Francia), el 18 de junio de 1803. Radicado en nuestro país en 1853, se dedicó a recabar datos sobre fósiles, cuyos resultados volcó en libros que sirvieron a estudiosos como Charles Darwin y Alcides D‘Orbigny.
Murió en marzo de 1861, cuando un terremoto derribó el hotel de France de Mendoza en el que se había alojado. Realizó uno de los mapas más antiguos que existe sobre nuestra región, tarea encomendada por Justo José de Urquiza.
La calle era a principios del siglo XX parte del suburbio, alejada del centro, corría al costado del hospital Municipal. Quizá por eso no hay casas antiguas, tampoco casas chorizo o de estilo art decó, estilos tan comunes en calles vecinas.
M<arca su presencia en cambio un diseño muy particular de las fachadas de las viviendas, que en lugar de tener un frente plano se les ha “dibujado” el perfil de un chalet.
Con filas de tejas coloniales simulando una cubierta, las piedras al frente manifestando la chimenea interior, el remate con una terminación con ondulaciones, acaso siguiendo el movimiento de las nubes, y la imitación del revoque a una terminación de maderas superpuestas.
Es una modalidad muy habitual en toda la ciudad, con gran desarrollo en las décadas del 40 y 50. Se multiplicaron por todos los barrios, dando un toque pintoresco a cada cuadra.
Otro toque distintivo lo forman los comercios de barrio, los de la cuadra, los de proximidad, que hoy con las redes sociales y el delivery pueden llegar a todos lados.
Una tienda de adornos y un pizarrón con una sugestiva leyenda: “Aquellos que creen en la magia están destinados a encontrarla”.
Unos pasos más adelante, un local de comidas al paso. Un par de sillas y una mesita para degustar la muy impuesta hamburguesa o el querido y nunca bien ponderado choripán, coronado con un atractivo fileteado patrio
El nombre de la arteria muchas veces es elegido para denominar un comercio. Eso a veces termina desvirtuando el sentido de homenaje a la persona, Augusto Bravard es ahora Sanitarios Bravard. Es parte del riesgo de ser calle.
Una manera de contar la historia
La arquitectura es el arte público, está a la vista, accesible, abierto. La mirada es la que define el poder encontrar detalles, lo distinto, lo llamativo.
Una ventana ciega, negada a la vista pero protegida con una reja. Una casa de altos con su balcón curvo y en la pared la imagen de la Virgen.
Una vivienda que muestra cómo, ante el abandono, la naturaleza comienza a ganar espacio. En este caso creciendo las malezas entre las tejas, a despecho de un buen sustento.
Otra casa que pareciera tener poco de particular, sin embargo se ha negado a la inseguridad y dejó sus muros bajos sin rejas, para que se siente el caminante, abierta al barrio.
Una historia singular la de la esquina de Vieytes y Bravard, donde se encuentra el edificio de la Escuela Media Secundaria N° 3 "Almafuerte", uno de los ejemplos brutalismo, resuelta con hormigón, material que conforma su terminación exterior. El detalle que afecta la pureza del estilo es que el hormigón no muestra su color natural --que es lo adecuado para este tipo de terminación--sino que ha sido pintado, verde primero, celeste ahora.
Un dato de color: en 1972, con la esquina todavía desocupada, se anunció la construcción en el lugar de un Hotel de Inmigrantes, "para aquellos que lleguen de búsqueda de renovados horizontes". El edificio sería de dos pisos, de 2.800 m2, con 50 habitaciones y financiamiento del Comité Internacional para las migraciones europeas".
Final
“Cuando un naturalista estudia un terreno debe hacer constar su estado, porque el hecho más insignificante en apariencia puede tener una importancia muy grande” (Augusto Bravard, 1857)
Siempre hay más para ver, para encontrar. Los centenarios y oxidados postes de electricidad colocados por los ingleses a principios del siglo XX.
Una placa colocada en abril de 1928 sobre la pared lateral del histórico edificio del hospital Municipal, en memoria de Bravard, el hombre. Fue una de las cuatro colocadas por la colectividad francesa en el centenario de la ciudad, evocando a Parchappe, Pasteur, Brandzen y Bravard.
Una caminata atractiva por una calle que tiene, en la memoria urbana, aires de cortada, pero su traza, que se interrumpe en los terrenos que fueran del ferrocarril Noroeste, sigue luego hasta el camino de Circunvalación, donde Bravard hubiese tenido una bellísima vista del estuario.