Bahía Blanca | Martes, 09 de septiembre

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Delfi Lombardi: sus días en EE UU, el sueño de otro Mundial y la vez que quiso poner a Bella Vista en la foto

La bahiense de 19 años cambió de equipo y de Universidad y, mientras disfruta de su estadía en Norteamérica, repasó lo que vivió y se proyectó con lo que viene.

Delfina Lombardi celebra su primer gol en la Universidad Internacional de Florida (FIU).

A sus 19 años, la bahiense Delfina Lombardi disfruta de una nueva experiencia en Estados Unidos, lugar que eligió para seguir su carrera futbolística y académica luego de debutar en la Primera de River Plate y jugar un Mundial con la Selección Sub 20.

Tras un primer paso por Keiser University (Palm Beach), la jugadora surgida de Bella Vista llegó a la Universidad Internacional de Florida (FIU) en Miami, que disputa la División 1.

Un avance mas en su crecimiento como futbolista y, también, como joven estudiante de la carrera de Administración de Empresas. 

"Tomé la oportunidad y no me arrepiento, la Universidad está increíble, las instalaciones son hermosas y el nivel de fútbol es muy bueno, es positivo por todos lados", le contó la Delfi a La Nueva.

"El primer año -reconoció- lo disfruté muchísimo, fue muy lindo. Para el segundo año me surgió esta oportunidad, en un equipo salió campeón de la Conferencia el año pasado". agregó la atacante de nuestra ciudad.

Luego de dar el salto a los 15 años de Bella Vista a River , donde hizo parte de las inferiores y llegó a debutar en Primera, también cursó el secundario bajo el modelo RiverDAR, un Plan de Estudios destinado a chicas y chicos dedicados al deporte de alto rendimiento.

Este camino le sirvió como preparación para lo que está viviendo hoy en tierras norteamericanas. 

"Esto es literalmente como en las películas, está todo muy bien organizado para que las dos cosas salgan bien. Te ayudan mucho a que puedas llevar las dos cosas bien, a que todo te salga bien. Si hay algún examen o trabajo y justo estás de viaje con el equipo, podés hablarlo con el profesor. Son muy abiertos en ese sentido con los atletas de la Universidad, es todo mucho más llevadero", explicó Delfina.

No obstante, hay un requerimiento básico para que los deportistas sigan adelante con sus carreras como atletas.

"Hay que pasar todas las materias, no podés reprobar nada, pero te ofrecen mucho apoyo. Hay hasta un edificio mismo que si vos precisas ayuda o tenés alguna duda, podés ir y hay gente que está ahí con vos. La verdad que las herramientas te la dan todas, si recursas algo es tu culpa, ellos te ayudan mucho", insistió.

"El sistema está muy bueno -contó-, por carrera tenés que cumplir ciertos requisitos. Por ejemplo, yo en mi carrera tengo que sumar tres créditos, que es lo que te da una materia, de cultura general. Yo puedo elegir entre un montón de opciones de cultura general para sumar esos tres créditos, entonces yo hago la materia que más me interesa o que siento que más me puede aportar. Es como que vas formando tu propia carrera, está muy bueno".

Esto, además, le permite tener una beca, algo fundamental para costear este estilo de vida que combina a la perfección la formación académica con el desarrollo de un deportista semiprofesional.

"Al que me pregunta siempre le digo que es una oportunidad única, por ahí ni siquiera se sabe tanto que se puede hacer. Pero la verdad que es increíble poder hacer el deporte que te gusta y, que con eso, te financien todo lo demás, una vida acá, las comidas, lo académico... es increíble", agradeció Delfi.

Desde lo deportivo, para llegar a este nuevo mojón, la bahiense pasó por las inferiores de Bella Vista (debieron pedir un permiso especial a la Liga del Sur para que pueda jugar con varones) y de River, mientras acompañaba su crecimiento con entrenamientos, concentraciones y torneos con las selecciones juveniles.

Todo esto la fue formando para ahora encontrarse con un estilo de fútbol algo diferentes al que ella había vivido.

"Me sorprendió la intensidad que tienen, la velocidad. Por ahí es menos técnico, pero físicamente te encontrás con animales. Creo que por ese lado me va a aportar mucho. Argentina, en primera división, tiene calidad de sobra, un nivel muy alto pero físicamente es donde más nos cuesta y más en competencias internacionales. Siento que por ese lado me va a sumar mucho", entendió.

"Son otros tamaños, pero me sirve tener ese choque. Yo en Argentina con 1m70 soy de la más altas y acá soy promedio, hay chicas altísimas y que vuelan también", agregó Delfi.

Además, este año dio un salto de calidad en cuanto a nivel de competencia, en un país donde el fútbol femenino cuenta con una estructura de primer nivel.

"Hay muchísima competencia, el nivel de los rivales es muy alto y eso también es buenísimo, porque si tu equipo es bueno y después ganás todos los partidos 5 a 0 es un embole. Y la verdad que no, todos los partidos son peleados", reconoció.

"Acá el fútbol femenino está muy bien -explicó-, los sueldos ya son cifras increíbles. Pero tiene todo esto que ponen antes de que las jugadoras lleguen a hacer profesionales, le dan la posibilidad de que estudien, les pagan todo, esa inversión después tiene su fruto a largo plazo. Por eso después los equipos profesionales juegan como juegan, porque tienen un nivel de jugadoras altísimos y mueven la plata y la gente que mueven".

Su llegada a Estados Unidos tuvo una escala (literal) más que especial, ya que antes de desembarcar en territorio norteamericano estuvo en Colombia para jugar -ni más ni menos- que el ¡Mundial Sub 20!

En aquella increíble aventura, Delfina jugó todos los partidos (sólo en uno no fue titular) y hasta anotó el gol de los octavos de final, en la derrota ante Alemania por 5 a 1.

"La verdad que fue increíble, fue la mejor experiencia que tuve a nivel personal y Selección. Una locura. Increíble. Te encontrás con otro nivel, jugar contra Alemania... era todo perfecto lo que hacían, te ponen la vara más alta, es un golpe de realidad y te dan ganas de ponerte bien físicamente. Porque te sentís bien, pero cuando te vas a comprar allá, vuelan. Es otra cosa", recordó.

"Lo que venía logrando Argentina a nivel internacional -agregó-, yo creo que el crecimiento ha sido muy grande y que nos seguimos formando también. Nosotros fuimos muchas chicas 2006, cuando el torneo era para 2005, 2006 y 2004... es mucha la diferencia física".

Aunque más lejos de nuestro país y del predio Lionel Andrés Messi (que pisa desde muy pequeña, incluso viajando desde Bahía), el sueño de volver a vestir la albiceleste sigue intacto.

"Todavía sigo Sub 20, así que si Dios quiere... hay un Sudamericano el año que viene, trabajaré para estar, pero nunca es un lugar asegurado en la Selección. Cuando te dicen 'vos jugás en la Selección', no: yo tuve participación y si el día de mañana me toca estar de vuelta, tengo que pelearla de vuelta", reconoció con humildad y madurez.

"Los de la Selección saben todo -contó-, tienen toda la data de todo. No sé cómo se enteraron que me iba a Estados Unidos, antes de que lo sepa mi familia. Siempre están atentos a todo, si una hace las cosas bien las oportunidades se dan. Sólo toca trabajar desde dónde estoy", avisó.

En una de sus últimos pasos por Bahía, Delfina se llevó una grata noticia al verse reflejada, junto a otras glorias del Club Bella Vista, en un mural de una de las paredes de la cancha principal.

La iniciativa surgió como idea para celebrar los 130 años del barrio y quedó inmortalizada para siempre sobre la calle Charcas.

"Lo fui a ver... increíble la verdad. Hablé con el artista que lo hizo (NdR: Ariez Fresh), un genio. Nada, es muy emocionante que el club me tenga en ese lugar. Yo a Bella Vista le agradezco todo, me abrieron las puertas cuando yo era muy chiquita. El otro día veía la camiseta de cuando jugaba ahí y parecía para un bebé. Aprendí muchísimo, lo que era estar en un club, ir a entrenar todos los días, compartir con compañeros adentro de la cancha, estar en un vestuario", agradeció Delfina.

"Después me abrió las puertas para irme a River -agregó-, esa oportunidad se me dio por eso. Yo en Bella Vista aprendí a jugar en 11, yo sólo jugaba al fútbol 5 en los cumpleaños. Bella Vista me apoyó en todo momento, no me quedan más que palabras de agradecimiento y ese mural es algo impresionante", remarcó.

En esas canchas del predio albiverde (hoy bautizado "Ernesto Fermín Ancán"), Lombardi empezó a forjar su talento y a animarse a soñar con el fútbol. 

Y aunque la pelota la llevó lejos, siempre recordó esas raíces.

"La Selección es lo que siempre soñás de chiquita, pero uno lo ve tan lejos. Se fue dando, primero me citaron a la Sub 17 y todavía estaba en Bella Vista, aunque ya sabía que me iba a ver River, y me encantaba ver que en la citación apareciera mi nombre y que abajo dijera "Bella Vista-Bahía Blanca", que era el único que no era un club de Primera. A mí me encantaba que estuviera ahí", recordó.

"Es más, esto no lo conté nunca: cuando vamos al Sudamericano, yo ya tenía el pase libre, por lo que tendría que haber puesto River. Pero cuando me preguntaron en que club estaba, porque tenían dudas, yo dije en Bella Vista. Entonces en la citación oficial, que mandaron al Sudamericano, decía Bella Vista. Yo no sé si estaba bien, pero yo quería que en la foto diga Bella Vista", admitió a modo de confesión.

"Después River fue otra etapa que disfruté muchísimo y aprendí un montón. Me tocó una vida más profesional ahí", admitió, con su sentimiento de hincha a flor de piel.

Todo esto, claro, tiene un costo y es el esfuerzo que día a día hace ella y, de alguna manera, sus seres queridos a la distancia.

"Si pongo en la balanza lo que pierdo y lo que vivo, haría una y mil veces más lo que estoy haciendo. El hecho de perderme juntadas o salidas no me afecta tanto la verdad, sigo teniendo contacto con mis amigos, hago llamadas y cuando voy los veo, los sigo disfrutando a todos de la misma manera. Lo vivo muy tranquila, la verdad, aunque sean muchos sacrificios. La realidad es que disfruto mucho la vida que hago", admitió.

Mientras disfruta del "sueño americano", Delfi también se anima a mirar un poco al futuro, siempre con el fútbol como herramienta de crecimiento y de estilo de vida.

"Yo sé que a River en algún momento voy a volver, me encantó todo lo que viví. Me hubiera encantado jugar en el Monumental y hacer un gol, pero bueno estuve en el banco y también fue increíble, hay que ver el lado positivo", dijo.

"Todavía me quedan tres años de carrera -agregó-, los números que se hacen en la temporada son importantes, así que tengo que meterlo a eso. Lo veo como un desarrollo como jugadora profesional: seguir creciendo físicamente, agarrando rodaje, confianza, creo que por eso lado me va a aportar muchísimo. Porque si bien esto parece profesional, todavía no lo soy y obviamente, cuando termine, después de haber tenido esta formación, sacarle el jugo lo más que pueda e irme para algún club de la mejor manera", se ilusionó Delfi.


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