Bahía Blanca | Domingo, 07 de septiembre

Bahía Blanca | Domingo, 07 de septiembre

Bahía Blanca | Domingo, 07 de septiembre

Una elección en Bahía Blanca que dejará dos mensajes fundamentales

Los bahienses vuelven a las urnas, seis meses exactos después de la inundación del 7 de marzo. La Libertad Avanza y Fuerza Patria concentran la mayor atención.

Fotos: Archivo La Nueva.

En el transcurso de un año que pasará a la historia de Bahía Blanca por la inundación trágica del 7 de marzo, cuyas secuelas todavía impactan en lo económico y en el daño en la infraestructura, los bahienses regresan hoy a las urnas para reflejar cuál es su estado de ánimo en relación con la política.

El primer mensaje relevante que dejará este 7 de septiembre será el porcentaje de personas que irá a votar, luego de varias elecciones en diferentes provincias con niveles de ausentismo récord.

A modo de referencia, en 2023 la participación en Bahía en las elecciones generales fue del 75,20 %; en 2021, del 71,06 %; en 2019, del 79,34 %; y en 2017, del 75,63 %, según el sitio web de la Junta Electoral de la Provincia de Buenos Aires. El dato de 2021 es la referencia más baja de los últimos tiempos y vale recordar que se trató de una elección a la salida de la pandemia, lo cual explica, en buena medida, el desgano.

Viendo esos números, si esta vez el porcentaje de votantes se encuentra por debajo del 70% habrá un nuevo hito para Bahía, ya que el piso histórico desde el regreso de la democracia en 1983 fue del 70,22 % en 2003, en la primera convocatoria a las urnas tras el derrumbe de la Convertibilidad.

Pero además de la apatía general con este proceso electoral, lo cual aparece en todas las encuestas, hay otros factores que generan complicación. Uno es el formato, ya que por primera vez se vota desdoblado para legisladores provinciales y concejales respecto de los cargos nacionales.

En todos los sondeos se observó la confusión de la población y a pocos días del comicio mucha gente seguía creyendo que esta era una PASO y la elección del 26 de octubre --para legisladores nacionales--, la general. Tampoco estaba claro qué cargos había que elegir o si debutaba la Boleta Única de Papel, la cual recién se utilizará el mes que viene.

De hecho, ante esta distancia evidente entre grandes sectores de la población y el proceso electoral, casi todas las fuerzas políticas encararon campañas más bien austeras, para no correr el riesgo de agotar una paciencia al borde de la explosión.

Por supuesto, además del ausentismo habrá que mirar con atención los votos en blanco. Hasta ahora, el récord fue en las legislativas de 2005, con 20.536 sobres vacíos, el 13,53 % de ese año, lo cual significó el "tercer puesto" detrás de la UCR (30,52 %) y el Frente Para la Victoria (28,28 %). Ese tipo de sufragio también es una muestra del enojo popular.

Y un potencial inconveniente adicional es que a miles de bahienses les cambiaron el lugar de votación para este 2025. La duda es cuántos ya lo verificaron en la web oficial padron.gba.gob.ar y cuántos se enterarán cuando acudan al sitio de siempre y adviertan la modificación, que en muchos casos los aleja aún más de sus domicilios.

Existe una teoría conspirativa sobre este punto. Supuestamente es una movida del gobierno nacional de La Libertad Avanza, que tendría estudiado que el mayor ausentismo se da entre los mayores de 40 y 50 años y, por lo tanto, busca desalentarlos en la presunción de que no forman parte del núcleo duro de sus votantes sino que su apoyo más grueso se da entre la juventud, que sí asistirá sin importar el contexto.

La lectura opuesta es que estas variables favorecen al partido que tenga mayor capacidad de movilización de sus bases. Léase, el peronismo.

Todas especulaciones típicas de una previa electoral.

¿Qué oficialismo saldrá fortalecido?

Susbielles y Milei, luego de la inundación de marzo.

Otro de los principales interrogantes en esta elección desdoblada es cuánto pesarán los temas nacionales por sobre los puramente locales y regionales, o viceversa.

Al no haber una punta de boleta con alguna figura nacional que traccione, ¿la gente le prestará atención a los nombres propios de los dirigentes de la ciudad y la Sexta Sección o elegirá por el color de la boleta?

Naturalmente, el resultado será el otro mensaje potente de esta jornada. Un eventual apoyo al violeta de LLA significará que Bahía ratifica su respaldo a Javier Milei, quien en el ballottage de 2023 obtuvo aquí el 63,29 % de los votos positivos.

El dato será significativo porque en estos 6 meses post inundación, e incluso luego del temporal de diciembre de 2023, se discutió mucho sobre el rol de la Nación en la asistencia a la ciudad. Esta elección será un buen termómetro para medir qué piensa Bahía Blanca sobre el tema y, también, cómo impacta (o no) el escándalo por los audios que revelan presunta corrupción por parte de Karina Milei y su entorno.

La otra cara de la misma moneda se reflejará en el resultado del oficialismo municipal, bajo el sello de Fuerza Patria. ¿Habrá voto de confianza a la gestión del intendente Federico Susbielles, como piden sus principales candidatos, a partir de lo mostrado después de las dos catástrofes?

El peronismo de Bahía no ha tenido buenas performances en las elecciones legislativas recientes y la peor fue justamente hace 4 años, cuando apenas llegó a un 23,05 % que le permitió ganar tan solo 3 bancas de concejales. Las cifras del justicialismo mejoran cuando Susbielles está en la boleta, ya que tanto en 2019 como en 2023 demostró que su apellido está por encima del sello, pero esta vez no será el caso.

Salvo que Fuerza Patria arrase y consiga un mínimo de 7 bancas sobre 12 en juego, permanecerá en minoría en el Concejo Deliberante contra un bloque libertario que se podría fortalecer y aspirar a marcarle agenda al oficialismo. Claro que esto no sólo dependerá del resultado de hoy sino de la capacidad, hasta ahora no demostrada, de mantener la tropa libertaria alineada. Las diferentes corrientes internas que conviven en la boleta local y seccional de LLA-Pro hacen suponer que no será sencillo.

Finalmente, para evitar que algún bloque obtenga quórum propio y mayoría automática en todas las votaciones como sucedió durante los 8 años del gobierno del Pro (La Libertad Avanza fantasea con esa alternativa, que no es imposible si supera con comodidad el 40 %), será clave que una tercera fuerza logre el piso de 8,33% de los votos positivos para quedarse con una o dos bancas. De ese modo, obligará a ambos partidos principales a negociar.

Para ejercer ese rol de "algodón entre dos cristales" se apuntan los radicales y lilitos de Somos Buenos Aires, los "liberales posta" de Unión y Libertad, los vecinalistas de Valores Republicanos y el Frente de Izquierda. También, Alianza Potencia, Política Obrera y Unión Liberal.

En cuestión de horas se sabrá la verdad.