Bahía Blanca | Lunes, 01 de septiembre

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Basilio Canale se abre paso en el arbitraje internacional: "Todas mis expectativas fueron superadas"

El bahiense tuvo otra destacada actuación lejos de casa, esta vez en los Juego Panamericanos Junior de Asunción.

Fotos: Prensa ABH

Otro ascendente paso dio el arbitro bahiense de hockey Basilio Canale, tras desempeñarse en la rama masculina de los recientes Juegos Panamericanos Junior de Asunción.

A sus 30 años y en su segunda participación internacional, Baso dirigió cuatro partidos en Paraguay, recibiendo una destacado reporte de quienes lo evaluaron y llegando a dirigir el match por la medalla de bronce (la final por el oro la jugó Argentina, por lo que lo dejó fuera de una posible designación).

Ya en nuestra ciudad y volviendo a su rutina como médico, Canale hizo un repaso de lo vivido en tierras guaraníes.

"El balance fue más que positivo, tenía distintos objetivos y expectativas y todos fueron ampliamente superadas. Se me ocurre dividirlo, desde lo arbitral y lo técnico; desde la experiencia de participar en un evento de esa magnitud y, por último, la parte grupal. Son tres cosas a tener en cuenta y las tres instancias fueron ampliamente superadas", resumió

—¿Cómo viviste el evento, al margen de lo estrictamente deportivo?

—Pude ver algunas otras disciplinas y ya el hecho de estar en un lugar como fue ese parque panamericano es muy flashero. Ves un montón de equipos de diferentes países, instalaciones tremendas y poder estar ahí está muy bueno. Sumado a ver a Argentina, que yo veía a los chicos y me ponía un poco en el lugar de esas personas y entendes, lo ves vivirlo y te pones en su lugar.

—Encima era tu primera vez en un torneo así...

—Sí, fue mi primer torneo de once y de césped de esta magnitud. Porque no es lo frecuente, muchas veces los torneos de hockey son más pequeños, solamente hay hockey, entonces tienen algunas dinámicas distintas.

Además de participar de los torneo más destacados del país, esta fue su segunda gran experiencia internacional, ya que en marzo del año pasado arbitró en la Copa Panamericana en Canadá, que se jugó en modalidad de hockey pista e indoor.

En Paraguay, Baso fue juez de campo en cuatro encuentros: Canadá-México, México-Trinidad y Tobago, Estados Unidos-Canadá (semifinal) y Chile-Estados Unidos (bronce).

—¿Con qué te encontraste, cómo qué te sentiste en ese hockey?

—Era un desafío, es la realidad. Si bien en Argentina tuve la suerte y la posibilidad de participar en torneos importantes, el nivel era distinto porque era un Sub 21, lo que hace que algunas cuestiones sean distintas. Después también es aprender a manejarte en el nivel internacional, hay muchas cosas del torneo doméstico que las manejas de una forma y estando ahí hay cuestiones que se dan por saldadas. Sumado a recursos tecnológicos, como es el video, y otras cosas que nosotros por ahí no tenemos acá, eso lo hacía un poco distinto. Más la incertidumbre por ser una experiencia nueva, en un contexto distinto. 

Como se reflejara en la cobertura de La Nueva., Basilio viajó desde nuestro país repasando el reglamento en el avión.

"Soy bastante pesado con las cuestiones reglamentarias y me parece que hay cuestiones que hay que manejarlas muy bien, como por ejemplo esto del video. Y estas cosas, además, se evalúan. Y siendo un aspecto que se evalúa, más allá de que tenes que hacerlo bien por tu desempeño como árbitro, también es algo que forma parte del combo de aspectos o variables a evaluar". reconoció Basilio.

—Dirigiste el partido por el bronce, lo máximo que tenías, ¿te quedaste con ganas de dirigir algo o era lo máximo a lo que aspirabas?

—Nunca tengo expectativas de arbitrar cosas particulares, porque era otro mi objetivo en este momento. Y tampoco mido mi rendimiento por los partidos que me tocan arbitrar, si algo aprendí es que las designaciones no se hacen como se quieren siempre sino como se pueden. Hay un montón de variables que se dan y que hay que tener en cuenta a la hora de hacer una designación. Yo iba esperando, simplemente, tener ni más ni menos que al menos tres partidos, que es lo que necesitás para que te hagan un reporte después del torneo. Y a la hora de ver las designaciones, yo no me puedo quejar en lo absoluto porque me tocó estar en partidos muy, muy buenos y lo máximo que podía arbitrar lo arbitré. Sin ir al hecho de qué partido era, porque después vos volvés y arbitrás acá, no es que volvés y cambia algo. Eso no existe y si te dicen que sí, es mentira. Creo que fue alto reconocimiento, lo re disfruté e hice todo lo posible para estar a la altura. Estoy súper agradecido.

Tal como le sucedió con la modalidad de pista en Canadá, este torneo le sirvió a Basilio para entrar en el proceso de calificación, en busca de transformarse como parte estable del panel de árbitros internacionales, lo que le permitiría formar parte de los mejores torneos del mundo.

—¿Cuánto sentís que te acercó este torneo a ese sueño de ser árbitro internacional?

-Mirá... en cierta forma, vos necesitás dos reportes o tres con mayor puntaje a "x", para ya pasar de panel al siguiente que te da más posibilidades en cuanto a los torneos que podés acceder. Y tuve un muy buen torneo, el reporte que tuve fue muy bueno y la verdad que sí: es una aproximación a tener otra posibilidad en otro torneo y, si se cumplen los requisitos, pasar al otro panel que ya implicaría estar en el grupo internacional. Eso ya sería algo más concreto.

—¿Notaste en algo esa diferencia de estar en un torneo internacional?

—Yo soy mucho de hablar adentro de la cancha, entiendo el arbitraje como la gestión del juego. Entonces, quieras o no te tenés que estar comunicando constantemente. Yo hablo mucho, me involucro, charlo. Y me dijeron que no hable tanto, Soledad (Iparraguirre) me decía que en nuestro torneo es necesario, primero porque todos hablan el mismo idioma, entonces das una indicación y acá capaz que lo manejas sólo con una seña. Entonces es como que restringuis un poco esas cuestiones, que está bien, que es necesario para ese contexto. Y me dijeron, volvé a tu torneo y seguí haciéndolo, no lo pierdas. Es algo bien particular, que me lo llevo. Lo bueno es que lo pude implementar como para ir incorporado esas cosas.

—¿Qué sentís que te trajiste de esta experiencia?

—Un montón de cosas, primero por el hecho que tuve un equipo de managers muy capos. Una era Soledad, quien fuera el mejor árbitro del mundo y hoy es la presidenta del comité de reglas de la Federación Internacional, para que te des una idea. Ella fue la coordinadora y yo tuve la suerte de criarme con ella, porque la conozco desde 2017 cuando empecé a arbitrar. Hay un montón de aprendizaje que te da ella: desde lo formal en la devolución del partido, como que te llame a charlar en la tribuna para marcarte algo. Otros coordinadores que tuve, que eran de Uruguay y Estados Unidos, que tiene experiencia en el arbitraje internacional, que creo que fue muy productivo porque lo que transmitían ellos lo decían desde su experiencia como árbitros. Eso te da como un cierto rodaje, porque las principales cosas que aprendí fueron manejos a nivel internacional.