Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

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Canale, el árbitro bahiense que nos representará en los Panamericanos Junior: "Me siento un privilegiado"

Basilio, de 30 años, sumará una nueva experiencia internacional. "La verdad que fue una sorpresa, estoy muy contento", admitió Baso.

Fotos: Gaspar Ollé y gentileza Basilio Canale

Basilio Canale dará otro gran paso en su carrera como árbitro de hockey, algo que articula en conjunto con su profesión de médico. Esta vez, Baso sumará su segunda experiencia internacional, cuando forme parte de los Juegos Panamericanos Junior Asunción 2025.

Se trata de la segunda edición del mega evento deportivo continental para menores de 23 años, irá del 9 al 23 de agosto y se desarrollará en las dos canchas que el Comité Olímpico Paraguayo posee en su complejo de Luque, el mismo lugar donde se jugaron los Suramericanos hace tres años .

"La verdad que fue una sorpresa", le contó el bahiense de 30 años a La Nueva.

Canale es uno de los grandes representantes actuales de los árbitros de la Asociación Bahiense de Hockey, que desde hace un largo rato viene sumando logros y buenos rendimientos, permitiéndose escalar es una carrera deportiva.

Este último tiempo, además, su otra profesión (es médico recibido en la Universidad Nacional del Sur) lo llevó a La Plata durante dos meses, como parte de las residencias. No obstante, eso no lo alejó del arbitraje sino todo lo contrario, lo acercó al mejor torneo del país (el Metropolitano), lo que le permitió seguir en ritmo a lo que en los últimos meses también le sumó el Campeonato Argentino de Selecciones y el 4 Naciones de Selecciones Sub 21 disputado en Rosario.

Además de su carrera arbitral, Canale también se encuentra en la secretaría de Salud del Municipio, mientras realiza las rotaciones en el Hospital Penna desde hace un par de semanas.

Baso (izquierda) durante el 4 Naciones Sub 21 en Rosario.

—A pesar de no estar en Bahía, no era opción alejarse del arbitraje, sino que sigue estando entre tus prioridades...

—No, no, la verdad que no; sigue siendo una prioridad. Encima cuando regresó a Bahía hubo un par de modificaciones en cuanto a requerimientos físicos, dependiendo de las distintas categorías que hay en Argentina. Cada categoría tiene ciertos requisitos técnicos, de edad y físicos, que se van ajustando cada vez más. Ahora, quieras o no, implica una lectura en esto de que yo tres veces al año tengo que presentar mi prueba física. Más allá de que uno está en movimiento, estamos hablando de requisitos puntuales. Si no lo haces, baja. Sigue siendo una prioridad en mi vida, me falta un año para terminar la residencia y me encantaría entrar en otra que tengo en vista y todo, pero esto es minuto a minuto y momento a momento. Soy consciente de que la vida en el deporte tiene fecha de caducidad, así que será cuestión de hacer el laburo en mi espacio de terapia y con mi almohada, para ver qué es lo que quiero para mí.

—Además, imagino que sabés que es el momento de dar ese esfuerzo... es ahora...

—La motivación de ir a calificar a un torneo internacional es algo que sucede, pero también hay una fecha límite, que en este caso son los 47 años. Entonces, bueno, nada, hay que aprovecharlo, todavía soy joven.

—Y que no pase a ser un peso, ¿no?

—Obvio, igual que los que juegan nosotros tratamos de disfrutar. ¿Disfrutamos de que nos puteen? No, convivimos con eso. Pero quieras o no, hay un goce, un disfrute, que pasa por otro lado. El día que ya no me ponga nervioso o no piense cómo está mi compañero, ya tendría que revisar lo que estoy haciendo.

Para Baso esta será su segunda gran experiencia internacional, ya que en marzo del año pasado arbitró en la Copa Panamericana en Canadá, que se jugó en modalidad de hockey pista e indoor.

—¿Cómo tomaste esta designación, qué significa para vos?

—Bueno... la verdad que fue una sorpresa. Parece una boludez, pero para mí fue una sorpresa porque en esta reestructuración del arbitraje uno no sabe cómo van a llevarse adelante los cambios. Pero lo tomé muy bien, me puso contento, aunque no sentí que me fuera a designar. Quizás lo de Canadá lo venía hablando con mi coordinadora, ahora fue como bueno, sucedió. Y cuando se comunicaron conmigo me puse contento, pero también entendiéndolo como algo que hay que laburarlo.

—Esta vez te sentiste un poco fuera de la órbita, ¿por eso decidió que te sorprendería?

—No, eso no, pero que sí que a nivel nacional y en este rango etario hay muy buenos árbitros y que todos estamos en condiciones de ir a uno de estos torneos y tener la posibilidad. No creo que fue por ser suertudo, porque no creo que tenga que ver con una cuestión de suerte, pero sí de tener el privilegio de que alguien diga "che, que vaya Basilio". Lo valoro un montón y aún más entendiendo que somos varias las personas que pueden estar y me toca a mí. Y si no me toca, que le vaya bien a otro, son experiencias, cosas que suceden y no marcan en nada el destino de alguien sino que es algo más para meter en la valija de herramientas.

—Lo deportivo, ¿dónde entra?

—Esa es la cuarta. Tiene que ver con lo técnico y no solo con lo arbitral, sino de mirar hockey dentro de la cancha, por videos. Hoy hay muchos cambios y es importante saberlo. Contar con una instancia más como el video ref , me parece muy importante saber el protocolo y cómo llevarlo adelante. Todo el mundo sabe que esto no pasa por tocar bien el silbato o pegarle a los fallos, tenés que saber hablar con la gente, tenes que presentarte bien, donde pararte, correr... Creo que hay un proceso que estoy viviendo desde el año pasado que es el acompañamiento a otros árbitros, no desde el lado de tutor. Pero por ejemplo, hay un grupo de árbitros jóvenes de Bahía que vienen y me preguntan cosas, me mandas videos y eso a mi también me re sirve. Porque veo, analizo, le pregunto cosas a ellos, todo suma. Siempre le digo que yo me guía mucho por la intuición, más que las reglas, a mi me gusta más ver cómo te parás, qué decís. Me parace que es una gestión constante estar adentro de la cancha. Creo que tener la posibilidad de ver a otros pibes, otras pibas, ver, compartir y charlar me ayudó un montón y está buenísimo.

Basilio dirigiendo en Monte contra Las Leoncitas, como inauguración de la cancha de agua.

—¿Cuánto te sirve haber vivido lo de Canadá, que si bien es distinto, también sirve para saber lo que es arbitrar a nivel internacional y lejos de casa?

—Sí, sí, suma por dos cosas. Primero por lo que dijiste vos: estar lejos de casa. Soy una persona que me gusta estar en casa, cerca de las personas que quiero y me acompañan todos los días. Y cuando me voy se me hace difícil. Creo que lo de Canadá estuvo bueno en que fue algo más chico, los de pista son cortos y este torneo es re largo. Eso es algo que laburé en terapia. Porque para que te den un reporte del torneo tenés que arbitrar por lo menos tres partidos, que no los tenés asegurados. Y en Canadá me pasó que llegué hasta el anteúltimo día y había arbitrado dos y me faltaba el tercero y pensaba me muero si vine hasta acá y me voy sin el reporte, que puede pasar. Eso genera una presión. Ahora sé que si me pasa va a ser distinto. Este también es un torneo más largo, con días libres. Son cosas que hay que laburarlas. 

—¿Y la segunda?

—El hecho protocolar, porque quieras o no hay cuestiones, dentro y fuera de la cancha, que hay que cumplir. Son protocolos. Desde cuándo entrar a la cancha, hasta cómo ir a una reunión. Entonces haber tenido esa posibilidad, fue como una introducción a los que son este tipo de torneos.

—Sentís esto como haber llegado a una meta, ¿a algo que tenías en mente?

—Sí... sí, la verdad que sí. La mayoría de las personas que arranca de arbitrar y ves a alguien por la tele, te genera una sensación de saber qué se sentirá eso. Y llegó, sucedió. Posta que estoy re contento, aunque por ahí no lo transmito o no sé capitalizarlo. Pero sí, es un logro y lo vivo como tal. Me gusta poder hacerlo bien, llegar de la mejor manera posible y cumpliendo con cosas que me planteé en su momento y están sucediendo.

Tal como le sucedió con la modalidad de pista, este torneo le sirve a Basilio para entrar en el proceso de calificación, en busca de transformarse en árbitro internacional.

— ¿Cómo sentiste eso de representar a Argentina?

—La verdad que bien. Es una responsabilidad. Yo miro mucho deporte y cuando ves un partido ves el nombre del que está arbitrando y tiene la banderita al lado. Sé que estamos representando a los árbitros de la Confederación Argentina, entonces es tratar de demostrar lo que somos acá, transmitir eso. No lo llevo como un peso, ni loco; pero sí lo disfruto y que se puede ver el buen trabajo que se ha hecho anteriormente y por eso hay expectativas por los árbitros de Argentina. Hay árbitros muy grosos, entonces está un poco esa vara que nos ponemos para tratar de sostener eso. Es un orgullo y me parece zarpado compartir con compañeros de ese nivel.

—¿Con qué objetivos vas a Asunción?

—Desde lo deportivo, nada muy concreto. Seguir aprendiendo, conociendo e intentar cumplir. ¿Aunque, qué será cumplir? Re complejo... El objetivo uno es disfrutar, no quiero pasarla mal por el nerviosismo. Y, después, siento que puedo ser consistente a lo largo del torneo y, en el mejor de los casos, ir de menos a más. Me parece re importante tener la tranquilidad de saber que el que termina es el mismo Basilio que arrancó o mejor, eso me parece clave. Y tratar de tomar las cosas que me vayan dando los coordinadores y traérmelas para seguir compartiéndolas acá, para seguir creciendo yo y mis compañeros en lo local, regional y nacional. Sé que también es un poco el rol de las personas que tenemos la posibilidad de acceder a estos torneos.