Bahía Blanca marchó en defensa de los discapacitados y en contra del veto de Javier Milei
Tras concentrarse en la Plaza Rivadavia, las familias recorrieron Alsina, San Martín y Sarmiento, para hacer base en el Concejo Deliberante.
Un gran número de familias, acompañadas por organizaciones y asistentes terapéuticos, se hicieron sentir esta tarde en la marcha que tuvo lugar en pleno centro de nuestra ciudad.
La convocatoria tuvo lugar en la Plaza Rivadavia, donde pasadas las 17.30 los presentes expusieron sus reclamos en una caminata que se inició en calle Alsina, prosiguió por San Martín y luego Sarmiento, para hacer base en inmediaciones del Concejo Deliberante.
Hubo banderas y pancartas alusivas alertando sobre la gravedad de la situación, señalando la imposibilidad de hacer frente a los gastos en terapias, medicamentos y transporte.
Precisamente, familias autoconvocadas y asistentes terapéuticos hablaron hoy con LU2 y expusieron sus reclamos en favor de una ley de emergencia en discapacidad.
"Nos encontramos todas las familias acompañando a los terapistas. Este contexto nos está pegando muy duro, en este momento como padres estamos viviendo ciertas situaciones muy problemáticas ya que no podemos mandar a nuestros chicos al colegio porque las obras sociales nos recortan los acompañantes terapéuticos", dijo Yanina Dacal, de familias autoconvocadas.
"Hay una madre que tiene una hija con Asperger y que además nació prematura, por lo que sufrió un derrame cerebral, sí o sí necesita de tener a una profesional al lado y Pami le niega la posibilidad de que vaya al colegio y continúe con su educación como tiene que ser", agregó.
Los inconvenientes económicos son tanto para las familias como para los terapistas, por lo que el reclamo es en conjunto. Los descuentos de las obras sociales, sumando al quite de cobertura, vuelve la situación insostenible para aquellos que deben afrontar tratamientos continuos.
"Hay otros casos en que las obras sociales les dicen a los afiliados que sólo pueden acceder a determinados tratamientos con descuentos y tienen que elegir a cuáles de ellos acceder, porque son muy caros y es imposible afrontarlos sin que se cubra la totalidad o la mayoría. Además, los acompañantes necesitan mejores condiciones laborales por lo que también aumentan los costos para las familias", afirmó Dacal.
Las obras sociales a nivel nacional y provincial presentan el mismo inconveniente, no hay reconocimiento para el pago a los profesionales o, si se hace, ocurre con 90 días de atraso y sueldos congelados.
"IOMA tampoco está pagándole a los acompañantes terapéuticos y tenemos un caso de un chico con hidrocefalia que no puede estar sin la atención del profesional y en este momento las familias tienen que recortar los días porque no les alcanza para pagar la totalidad de los mismos y muchas veces depende de la buena voluntad del acompañante en un contexto que también es crítico para ellos. Como familias estamos desesperados, no estamos exigiendo nada que no corresponda, estamos pidiendo el derecho a una vida digna de nuestros hijos y que se nos está negando ajustando a nuestros terapistas, acompañantes terapéuticos y forzándonos a costear tratamientos que son imposibles en este contexto actual que estamos viviendo", finalizó Dacal.
"Están pagando de 3000 pesos a un máximo de 6000 la hora"
Por otra parte, Juan Ferreyra, terapista, también expuso el problema que están viviendo ellos como profesionales:
"Queremos desmentir algo que se está diciendo, porque nos acusan de pedir cosas para que los discapacitados se posicionen en la sociedad como un grupo que dependa del asistencialismo y estamos lejos de ello, ya que queremos que estén dentro de un paradigma de derechos, donde puedan ser atendidos como corresponde, que puedan desarrollar su vida dignamente en todos sus aspectos y con todos estos recortes lo único que hacen es vulnerar la vida de las personas".
"Ajustan a las familias con discapacidad diciendo que con la aprobación de la ley se rompería el equilibrio fiscal y después benefician a sectores con beneficios millonarios mientras los docentes, jubilados y el sector de la salud es abandonado", afirmó Ferreyra.
"Muchos de nosotros tenemos que salir a trabajar de cosas que no tienen que ver con nuestra profesión, porque con los recortes las familias no nos pueden pagar y encima al no estar reconocidos como personal de salud los sueldos son muy por debajo de lo que tienen que estar", afirmó.
"Los nomencladores de los terapistas no se modifican desde el año pasado, están pagando de 3000 pesos a un máximo de 6000 la hora dependiendo la obra social en el caso de que la pague y cuando lo hacen, es a 90 días", finalizó Ferreyra.