Trump impone 40% de tasa a las importaciones de Brasil y declara emergencia nacional
Lula da Silva prometió defender la soberanía nacional y advirtió sobre una injerencia inaceptable.
La relación entre Estados Unidos y Brasil entró en una nueva fase de tensión luego de que el presidente estadounidense Donald Trump firmara una orden ejecutiva que establece aranceles punitivos del 50% sobre productos brasileños y sanciona financieramente a un juez de la Corte Suprema de ese país.
La Casa Blanca comunicó la decisión a través de su cuenta oficial de X. Horas más tarde, la administración estadounidense confirmó que la medida será finalmente de 50% de arancel, aunque con varias excepciones, y que se aplicará casi una semana después de la fecha prevista originalmente, el 1 de agosto.
Además, Washington anunció sanciones financieras contra Alexandre de Moraes, juez de la Corte Suprema brasileña que conduce el juicio por presunta intentona golpista del expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022), aliado político de Trump. La Casa Blanca apeló a la llamada Ley Magnitsky, que permite sancionar a funcionarios extranjeros acusados de violar derechos humanos.
La Corte Suprema de Brasil expresó su “solidaridad” con Moraes y advirtió en un comunicado que “no se desviará de su papel de cumplir la Constitución y las leyes”, recordando que el juicio por delitos que atentan contra la democracia brasileña es de “exclusiva competencia de la justicia del país”.
Desde Brasilia, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva respondió en un acto oficial afirmando que defenderá “la soberanía del pueblo brasileño ante las medidas anunciadas por el presidente de los Estados Unidos” y proclamó que “hoy es el día sagrado de la soberanía”.
El canciller brasileño, Mauro Vieira, se reunió este miércoles en Washington con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, en el encuentro de mayor nivel diplomático hasta ahora entre ambos gobiernos desde la escalada del conflicto. Tras la reunión, Vieira sostuvo que Brasil “se reserva el derecho de responder” a las medidas de Trump y calificó la decisión de Washington como “una inaceptable injerencia en la soberanía nacional”, aunque aclaró que el gobierno de Lula está dispuesto a continuar negociando para evitar un mayor impacto comercial.
La guerra comercial anunciada por Trump llega en medio de sus críticas a lo que describió como una “caza de brujas” contra Bolsonaro, quien enfrenta un proceso por presunta tentativa de golpe para impedir la asunción de Lula en 2022. Estados Unidos mantiene un superávit comercial con Brasil, una situación distinta a la de otros países contra los que Trump ha aplicado aranceles punitivos. (con información de NA)