Lega el NSU Prinz, el automóvil de todos
Económico, fiable, confortable: los autos que marcaron una época.
Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
Hace 5 años, en julio de 1960, dos concesionarias locales hicieron la presentación del NSU Prinz, automóvil de origen alemán, presentado como “rápido, seguro y accesible”.
La firma Plácido.N.Nervi, con salón de exposición y ventas en calle O’Higgins 266, fue la primera en mostrar este vehículo que formaba parte de una camada de modelos medianos y económicos.
El coche se comenzó a fabricar en Alemania en 1957 y en 1961 comenzó su armado en nuestro país. Modelo sedán, de 4 puertas, se lo definía como un modelo compacto, audaz y deportivo, de apenas 3,14 metros de largo y 1,42 de ancho.
Con baúl delantero, tenía un tanque para 25 litros de combustible, con un consumo estimado de apenas 6,1 litros cada cien kilómetros, es decir una autonomía de 360 kilómetros, caja de cuarta y un atractivo diseño interior con un tablero que indicaba el comportamiento del motor.
La segunda empresa que hizo la presentación fue Proverbio Motor, con sede en O’Higgins 85, que definió al producto como el “comodín” de los automóviles, ideal por su comodidad, velocidad y seguridad, al tiempo de señalarlo como “la gran creación de la industria alemana”.
La presentación en este caso se realizó en la planta baja del Ocean Hotel de avenida Colón y Brown, la cual contó con numerosa presencia de público, el cual después fue agasajado con un copetín.
Con un precio de 247 mil pesos, el NSU Prinz resultaba un poco más económico que sus competidores directos, por caso el De Carlo 700, el Isard Royal o el Citröen 2CV.
Estos modelos, y algunos varios más, permitieron que muchos bahienses accedieran a su primer automóvil e impulsaron el crecimiento del parque automotor de una ciudad que hoy se encuentra entre las que más vehículos per capital del mundo.