Muerte en la panadería: cuál es la hipótesis de los investigadores
Se cree que Matías Breglia baleó a Mariano Sánchez, dueño del local del barrio Noroeste, y luego se quitó la vida.
Una discusión posiblemente relacionada con la idea de un nuevo emprendimiento comercial podría haber sido el desenlace del drama que se vivió anoche en la panadería El Crisol, en el barrio Noroeste.
Los investigadores de la muerte de un tiro en la cabeza de Matías Breglia, de 41 años, y las heridas de Mariano Sánchez (46), dueño del comercio, no descartan cualquier otra hipótesis, pero esa es, a esta hora, la alternativa que tiene más fuerza.
Breglia era pareja de una mujer que trabajaba en la panadería hace unos 4 años y por ese motivo conocía a Sánchez.
Unos días antes habían hablado de la posibilidad de iniciar un emprendimiento juntos -trascendió que sería una cafetería o un restaurante, pero eso no fue confirmado-, dato que ratificaron familiares de ambos.
Anoche, poco antes de las 21, Breglia llegó al comercio de Don Bosco y Charlone, cuando otra empleada se aprestaba al cierre y lo hizo pasar a la oficina de Sánchez. La testigo confirmó que venía solo y con un maletín tipo portanotebook.
La joven se retiró y, supuestamente, solo ellos dos quedaron en el interior.
Entre las 21 y las 22.20, que fue cuando se dieron los primeros llamado al 911, pasó todo.
"Preparado para algo"
"Creemos que hubo una discusión, posiblemente por esta idea del emprendimiento, no sabemos si Sánchez se negó a avanzar o pasó alguna otra cosa", dijo un investigador.
"Lo que entendemos es que Breglia había llegado preparado para algo, porque traía una pistola 9mm. y en el maletín, luego, se encontraron cintas de embalar, precintos, como las que tenían colocado Sánchez cuando fue encontrado herido (también le habían colocado esposas), en el frente del negocio", agregó.
La estimación es que Breglia le disparó y lo creyó muerto pero, aún atado de manos, Sánchez en un momento pudo salir a la vereda para pedir auxilio. En esas circunstancias se habría quitado la vida el otro hombre, a quien le encontraron la pistola en una de sus manos.
La mujer de Breglia confirmó que hace unos días su marido había comprado un arma (ella no sabía de qué tipo), pero que él le había dicho que la había adquirido por un tema de seguridad.
En un utilitario gris que estaba estacionado sobre la vereda, perteneciente a Sánchez, se encontraron algunas manchas de sangre que serán motivo de análisis pericial.
También será vital el resultado de la autopsia, para tratar de confirmar toda la secuencia proyectada.
La investigación, que recién se inicia, está a cargo del fiscal Jorge Viego, quien a su vez habría ordenado analizar el contenido del los celulares de los protagonistas.