Bahía Blanca | Domingo, 14 de diciembre

Bahía Blanca | Domingo, 14 de diciembre

Bahía Blanca | Domingo, 14 de diciembre

¡Con la Educación, no!

.

Si hay una fábula que grafica a la perfección estos tiempos es la de “la rana hervida”. Si metemos una rana en una olla de agua hirviendo, inmediatamente salta, ya que por instinto se preserva, pero si metemos al batracio en una olla de agua fría, y poco a poco se eleva la temperatura, se queda nadando plácidamente, se acostumbra y finalmente muere.

El síndrome de “la rana hervida” refleja que nos adaptamos consciente o inconscientemente a personas y situaciones que son dañinas o lo que es peor aceptamos la realidad sin una mínima reflexión.

Muchos/as ya están en “modo navideño”, mientras tanto se cuecen habas y ranas. Así que para no terminar como ranas y con un sistema educativo detonado, hay que salir del letargo y pensar.

¿Sabías que el Presupuesto 2026 presentado por el Gobierno Nacional deroga el artículo 52 de la Ley 26.058 de Educación Técnico Profesional?
Esto significa que el fondo creado para las Escuelas Técnicas desaparezca y por ende alrededor de 1.500 establecimientos vean peligrar su futuro ya que dejarían de contar con equipamiento, con dinero destinado al mantenimiento de laboratorios, talleres y formación especializada. ¡Sí!  Esta película ya la vimos y vimos en la década del 90’.

Así como aniquilaron el CONICET sucedería lo mismo con la Educación Técnica y Agraria.

Pero esto no es todo…

¿Sabías que también se pretende derogar el artículo 9° de la Ley de Educación Nacional que establece como meta lograr una inversión educativa equivalente al 6% del PBI?

Por lo tanto, el 2026 no garantiza buenos augurios para las Universidades Públicas, esas mismas por las que gran parte de la sociedad salió a defender en una marcha histórica.

Recordemos que las Casas de Altos Estudios llevan dos años sin tener un presupuesto aprobado, con prórrogas sin las más mínima actualización y según cuentan los propios actores con la inversión más baja de las últimas dos décadas.

Con lo presentado en el Congreso ni miras hay de actualizar becas estudiantiles, recomponer gastos de funcionamiento, mucho menos continuar con obras de infraestructura… Conozco casos de docentes que de su propio bolsillo han solventado el funcionamiento de los laboratorios para que los estudiantes puedan llevar adelante sus aprendizajes, y con una racionalización jamás vista.

La “frutilla del postre” es el proyecto de “Ley de Libertad Educativa” del que poco se sabía y que en la semana anunció el Jefe de Gabinete, Manuel Adorni y que pretende derogar la Ley de Educación Nacional 26.206. 

“Ley de Libertad Educativa” pareciera sonar lindo, de aplicarse lo que allí se propone van a “sonar” a generaciones de chicos/as, porque lo que promueve es un retroceso y un modelo para unos pocos. En líneas generales es un Estado acotado, retrotraído, ausente, que no garantiza la existencia del sistema educativo para todos/as.

El documento, y sintetizando mucho,  plantea otro paradigma desde donde mirar y abordar el sistema educativo. Las palabras claves son: privatización, subsidios y obviamente desregulación. Y bajo la bandera de “libertad educativa” se desregula está perspectiva federal que tiene la educación, habiendo simetría las iniciativas públicas con las privadas. 

Resulta paradójico, en las campañas, los discursos políticos enarbolan la bandera de la educación, luego, cuando asumen, se defecan en ella. No hay dudas, el modelo es 80/20. Una minoría favorecida y vos, yo, muchos, intentando no caernos de un entramado que cada día está mas roto, tan roto como los cráneos que definen estas cuestiones.