Ian Moche en Bahía: "El hate existe porque no están acostumbrados a ver a un chico activista"
El joven autista, que se enfrentó con Milei, ofrecerá este viernes un encuentro abierto al público en el Centro Histórico Cultural de la Universidad Nacional del Sur.
Periodista, próxima a licenciarse en Comunicación. Forma parte del equipo de redacción de La Nueva desde 2022, donde cubre eventos locales, regionales y nacionales, generando contenido para las ediciones impresa y digital.
"Nosotros hacemos activismo para que deje de existir la discapacidad y que simplemente cada persona sea única y diferente, que comprendamos que esa diversidad de personas es la que nos enriquece".
El joven activista por la inclusión, Ian Moche, llegó a Bahía Blanca este jueves y brindó una conferencia de prensa en el Rectorado de la Universidad Nacional del Sur (Colón 80), como antesala a la charla que ofrecerá mañana desde las 17, en el auditorio del Centro Histórico Cultural. La jornada forma parte de su recorrido nacional de sensibilización sobre autismo y neurodivergencias, un trabajo que él mismo define como "una causa de vida".
"El activismo empezó de la nada. Nos habíamos puesto en contacto con una mujer autista mexicana que es muy importante, y en un momento nos llamó para poder hacer una entrevista por vivo en Instagram. Yo noté que después de la entrevista los mensajes eran muy positivos, que los había ayudado a entender más. Entonces lo pensé, con 8 años de edad, y le dije a mi mamá que qué tal si podíamos hacer más de esto. Ahí es que empezamos. Actualmente dimos aproximadamente 180 charlas por todo el país y también hemos dado varias en el exterior", contó Moche, cuyo nombre es Ian Galo Lescano.
"Tengo la importancia de poder divulgar y comunicar sobre neurodivergencias y discapacidad siendo sincero, hablando desde mi testimonio. Porque no está mal lo que dice un profesional, una familia, pero hoy tenemos que empezar a tener en cuenta los testimonios de las personas que viven la discapacidad", continuó.
Según explicó, "muchas veces se dramatiza y se romantiza, y la verdad es que la discapacidad es como todos los seres humanos: vivimos nuestras vidas con desafíos que son los que nos pone la misma sociedad. Porque en realidad la que vive la discapacidad es la sociedad".
Respecto de las charlas, Moche sostuvo que "disfruto hacer mucho esto y más junto a mi familia. Lo que me pone contento es ver la gente que te saluda, que te pide una foto, te da una carta, un abrazo, me agradece por todo lo que hacemos. Ayudar a la gente. Es una causa de vida".
El niño de 13 años —conocido también por el enfrentamiento que mantuvo con el presidente Javier Milei, a quien cuestionó por la gestión de la Agencia Nacional de Discapacidad— consideró que "el problema de por qué hay tanto hate (odio), para mí, es porque la gente no está acostumbrada a ver a un chico activista, no está acostumbrada a ver a un niño que habla y que tenga la capacidad de poder decir cosas que muchísimos adultos no se animan a decir. Creo que por eso hay tanta crítica. Yo sé que lo que hago está bien, mi idea es ayudar a las personas".
"Es mentira que yo doy las charlas así nomás, es mentira que soy una radio que reproduce todo: no, yo soy un niño con voz, con testimonio, con pensamiento. A mí también me dijeron que no iba a poder hablar y que no iba a lograr un montón de cosas, y hoy estoy acá dando charlas por todo el mundo, hoy estoy acá dando entrevistas, y hoy estoy acá teniendo la posibilidad de marcar una huella para que otras personas me sigan y consigamos ser una sociedad más amigable", sostuvo.
Marlene Spesso —su madre y coach en neurodivergencia— agregó que "hoy la estadística que tenemos de autismo y neurodivergencia es de 1 de cada 31 personas: niños, adolescentes y adultos".
"Hay una palabra que a mí me preocupa, que es 'la pandemia de autismo'. No hay una pandemia: hay más diagnóstico, hay más información, hay más profesionales trabajando, se está estudiando mucho desde las neurociencias. Entonces, lo que nosotros hacemos —en marzo vamos a cumplir 5 años de activismo— es educar", explicó.
Sostuvo que existe mucha desinformación. "En un aula vas a tener por lo menos 2 o 3 niños integrados con una neurodivergencia: autismo, TDAH, síndrome de Down, etc. Hay que aprender a trabajar con esas condiciones, sin romantizar la discapacidad y sin dramatizarla", dijo.
"No están en su mundo: están en este. Y necesitamos que cada vez se hable más, se difunda más", continuó.
Sobre el hate, Spesso contó que "cuando Ian dijo que quería ser activista, una de las cosas que entendimos con mi marido era que el Instagram tenía que ser público. Siempre hubo algún ataque, siempre. Porque un niño que habla, que se desenvuelve, que vos lo ves y visualmente no ves ninguna discapacidad —porque se cree que tiene que haber una discapacidad visible—, cuando lo veían desenvolverse con buena comunicación, con un lenguaje muy rico, decían: 'Ese niño no es autista'".
"Este último tiempo, donde la violencia está tan instalada, lo que resolvimos como familia es ignorar los mensajes negativos. Además —siempre decimos con Ian— hay que estar 'en una' para sentarte en la compu y decir tantas cosas. Porque no nos pasa a nosotros solos: les pasa a todo aquel que piensa distinto y se para en un lugar que dice 'por acá no es, la violencia no'", manifestó.
"Me pregunto qué tiene de malo una persona autista como para querer erradicar el autismo", concluyó.
Este viernes, desde las 17, el activista por la inclusión estará junto a su familia en un encuentro abierto a todo público en el auditorio del Centro Histórico Cultural de la UNS (Rondeau 29). El evento es organizado por las ONG "Interpersonal: Compromiso Ciudadano" y "Las canas no se manchan", con el patrocino de la UNS y el Sindicato del Personal de Industrias Químicas, Petroquímicas y Afines (SPIQPYA).