Bahía Blanca | Miércoles, 19 de noviembre

Bahía Blanca | Miércoles, 19 de noviembre

Bahía Blanca | Miércoles, 19 de noviembre

Como hace 20 años, Olimpo volverá a jugar en la B de la Liga del Sur

En 2005 subió a la A y en 2013 descendió, pero la unificación de los torneos en una sola categoría lo terminó salvando. Antes hubo dos “renuncias” por decisiones dirigenciales. Las idas y vueltas del aurinegro en el fútbol local.

Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

De movida, es necesario aclarar que entre 2014 y 2021 el torneo Oficial de la Liga del Sur, en Primera división, fue unificado, es decir que no fue compatible con la historia del fútbol local: siempre dividido en A y B.

Antes de eso, Olimpo descendió una vez por resultados deportivos y en dos ocasiones desistió de participar en el círculo superior por decisión dirigencial, determinaciones que en su momento no estuvieron contempladas por el reglamento ni por el estatuto de la casa madre del fútbol bahiense.

En 1989, el 4 de junio, el aurinegro consiguió su primer ascenso al Nacional B, aunque un año antes, una situación reglamentaria derivó en la suspensión por cinco años del consejero titular olimpiense Faustino Montedónico, lo que motivó la ira de la dirigencia y el retiro del equipo para la competencia oficial de 1990.

Estuvo toda esa temporada sin jugar y volvió en 1991, sin ser castigado con pérdida de categoría o desafiliación. En Asamblea Extraordinaria y por decreto del Tribunal de Penas, el del centro bahiense retornó a la A, la misma divisional de donde se había ido.

En 2003, con Jorge Ledo como presidente de Olimpo y José Luis Malet (hombre del riñón aurinegro) como titular de la Liga, sucedió un hecho tan curioso como drámatico: por discrepancias con el Consejo Directivo y diferencias con el TDP, Olimpo “bajó” al equipo antes de ser desafiliado por incumplimiento de pagos de aranceles y multas, y en esta ocasión sin saber que las consecuencias iban a ser otras. Retomó en 2024, pero en el Promocional, donde jugó hasta 2005, año en que logra el ascenso para volver a la divisional superior.

 En 2009 consigue su última estrella en la LDS, la N° 28, y después empieza la caída, con vaivenes organizativos y futbolísticos. En 2013 pierde frente a Sporting, en Cabildo, y baja a la B, pero la unificación de los certámenes, para la edición 2014 (bajo la presidencia liguista de Dámaso Larraburu), lo “salvo”.

Hasta que el pasado sábado, por haber sido el que menos unidades sumó en la tabla anual, perdió el sitial de privilegio y en 2026 intervendrá en la B, como lo hizo en 2025, hace 20 años atrás...