Un orgullo: el Museo del Mate de Sierra conquistó la Capital ¡y con sabor a Messi!
Este tradicional espacio serrano, que fue el sueño de Beto Plaza, inaugura hoy su nueva sede al lado del Café Tortoni con Luis Landriscina como padrino. Entre sus piezas más valiosas exhibe la réplica que el orfebre Luis Novoa diseñó para el capitán de la Selección Argentina.
Licenciada en Comunicación Social egresada de la Universidad de La Plata. Docente en nivel superior. Redactora de La Nueva desde 2010. En LU2 Radio Bahía Blanca tiene la columna "Buenas buenas" y se desempeña como redactora creativa. Es especialista en cubrir historias humanas de superación. Además, es profesora de yoga.
Audionota: Danilo Belloni
El sueño de Beto Plaza, creador del Museo del Mate en Sierra de la Ventana, llegó al corazón porteño. En su nueva sede, una joya brilla entre miles: el mate que el orfebre Luis Novoa hizo para Lionel Messi.
El Museo del Mate de la comarca abrió sus puertas en 2008 y desde entonces logró una colección de 10 mil piezas de todo tipo de materiales y con todo tipo de historias.
Ahora, de la mano de su nieto Alexis, este proyecto también tiene sede en Capital Federal, en un lugar estratégico: al lado del mítico Café Tortoni, en Avenida de Mayo 853, donde estaba el Bazar Inglés.
Si bien sus puertas ya están abiertas el lanzamiento oficial será hoy cuando en un acto especial se nombre padrino a Luis Landriscina.
Entre sus miles de mates hay uno muy especial: una réplica del que el orfebre Luis Novoa, de Puerto Madryn, le regaló a Leo Messi y que ya está en manos del jugador.
"Me inspiré en realizar el Mate Fútbol en cinco metales: alpaca, bronce, cobre, plata con una corona en oro de 18 kilates”, contó el creador quien recibió una devolución inesperada.
“Cuando recibí el saludo de Antonella Rocuzzo no lo podía creer. Fue una emoción enorme", dijo.
Como plus, Claudio "Chiqui" Tapia, presidente de la AFA al ver el mate le encargó al orfebre uno igual. Por su parte, Gustavo Sastre, intendente de Puerto Madryn, fue quien colaboró con las gestiones para que el mate llegara a manos de Messi.
La posibilidad de que el Museo de Sierra de la Ventana, con su gran trayectoria y popularidad, pudiera también erigirse en la Capital se dio luego de un encuentro entre su fundador, un museólogo de Buenos Aires y un grupo de empresarios que apostaron a que el sueño se hiciera realidad.
Y su nieto Alexis encabezó esta nueva etapa con otra impronta, más moderna y cosmopolita que apunta a cautivar a propios y extranjeros.
De hecho ya pasaron por él una gran cantidad de turistas de Costa Rica, Alemania y otros países que se dieron el gusto de tomar su primer mate en el Museo para descubrir la infusión tan típica argentina.
El nuevo Museo se emplaza en un edificio que tiene 150 años, entre amplias galerías señoriales y enormes columnas.
Allí, cada mate tiene la misión de preservar nuestra costumbre más arraigada y popular y de ofrecer múltiples modos de acercarse a la historia del país: referencias, experiencias sensoriales, pantallas led, obras de arte y degustaciones.
También cuenta con una nutrida tienda, el espacio favorito de los turistas que buscan un souvenir de nuestras tierras.
En total, a lo largo de estos años, Beto logró reunir 10 mil mates: 3 mil están en Buenos Aires, 2500 en Sierra y los demás, en depósito, a la espera de exhibirse e intercambiarse.
En el piso superior del Museo, que alberga el sector comercial, es posible apreciar y adquirir distintas variedades de yerba, mates y bombillas que pueden ser grabadas al instante.
En la colección hay otro mate muy especial, en honor a Diego Maradona, una obra de arte con la figura del 10 pintada a mano que se presentará el 30 de octubre cuando el futbolista cumpliría 65 años. El evento denominado “Navidad Maradoneana”, será a las 19.
Habrá una ronda de mates, exposición de cuadros de pintores y muralistas, el aerógrafo que pintó el mate con Kempes, Maradona y Messi, y un show a las diez de la noche con 10 canciones para el 10 eterno, en la voz de Yuyo González, quien fue el último que le cantó al inolvidable Diego.
El Museo está abierto de martes a domingos de 11 a 19 y con un valor accesible para la entrada. Quien gusta puede pagar un plus para la visita guiada y hay descuento para jubilados.
IG @museodelmate.argentina
El Museo del Mate de Sierra: donde todo empezó
El Museo del Mate de Sierra de la Ventana nació en 2008. Es con entrada a voluntad que luego se destina a Bomberos Voluntarios o a la Sociedad Protectora de Animales. En 2015 fue declarado de Interés Cultural por el CD de Tornquist.
Beto, el fundador y conservacionista oriundo de Bahía Blanca pero radicado en la comarca serrana, fue canillita, trabajó en una fábrica de churros en Viedma, fue gomero y hasta manejó una ambulancia. El denominador común de todos sus trabajos fue el mate.
Hoy alberga una colección única que además de mates antiguos abarca yerbas, azucareras, termos, latas de yerba y demás accesorios vinculados al mate como cocinas y publicidades de los años 20, 30 y 40.
Beto, tiene hoy 65 años y siempre está acompañado por su pareja en la búsqueda de mates y otros elementos por el país, incluso en el exterior.
Para él todos los mates de su colección son importantes porque cada uno que le regalaron le trajo una alegría diferente. Sin embargo, algunos son especiales porque fueron usados en momentos cruciales.
“Los mates que me traen Veteranos de la Guerra de Malvinas son mis preferidos y están a buen resguardo”, comentó Beto, quien suele tomar mate dos veces por día, a la mañana y a la tarde y antes de algún “asadito”.
“Alexis, mi nieto, se integró al Museo del Mate cuando surgió el proyecto de Buenos Aires, porque a él le gusta el movimiento de la Capital. En cambio, yo estoy acostumbrado a vivir en Sierra de la Ventana. Acá vivimos con la llave de la camioneta puesta todo el año”, confió.
El primer mate que lo inspiró a fundar el Museo fue el que su mamá le llevó cuando él estaba haciendo el servicio militar.
“La primera visita fue a los 40 días y yo le había encargado cigarrillos, yerba y un mate”, contó.
Fue un momento inolvidable que marcó el futuro no solo personal sino colectivo.
Gracias a esa marca sensorial que quedó registrada en su memoria hoy todos podemos apreciar su colección y valorar nuestras costumbres en un ameno paseo por la historia.