Proponen acciones conjuntas entre el campo y la ciudad para prevenir futuras inundaciones
El ingeniero agrónomo Carlos Torres Carbonell analizó lo ocurrido el 7 de marzo y sostuvo que hay que “movilizarse para prevenir”, mediante trabajos coordinados.
El ingeniero agrónomo Carlos Torres Carbonell realizó un estudio sobre la inundación del 7 de marzo y advirtió que si bien no deberíamos tener miedo sobre posibles situaciones similares "hay que tener prudencia y movilizarse para prevenir". En ese sentido, sugirió trabajos en paralelo entre las zonas rural y la urbana con el objetivo de reducir la velocidad en la que llega el agua a la cuenca y luego, mejorar su evacuación.
"Estamos en una llanura de inundación y la cuenca que desemboca acá tiene, desde Sierra de la Ventana, unas 120 mil hectáreas. Aquella tormenta se posó sobre 9 mil hectáreas, un poco menos del 10 %. Entonces el riesgo siempre está, porque si las nubes hubiesen ocupado más hectáreas, hubiesen llegado más metros cúbicos. Eso hay que diagnosticarlo bien para poder proyectar", señaló.
Además, recordó que aquella fatídica jornada "cayeron 300 milímetros en seis horas y 400 milímetros en total" y explicó que lo peligrosidad de la lluvia "es la intensidad y el área que abarca la tormenta".
Invitado al programa Allica y Prieta, que se emite de lunes a viernes de 13 a 14 por La Nueva Play, el también docente de la Universidad Nacional del Sur e investigador del INTA Bordenave aseguró que "esto que ocurrió nos pone ante un desafío por estar en una cuenca fluvial, como otras tantas ciudades, sumado al calentamiento global".
Allí, mencionó que se debería trabajar en "medidas de mitigación; esto es trabajar en las cuencas rurales, con terrazas como las que se ven en Sierra de la Ventana, por ejemplo, curvas a nivel para retener el agua en los campos".
Y agregó: "Y en las ciudades, desde la ingeniería, ver qué proyectos se pueden hacer para evacuar más rápido".
En ese sentido, al ser consultado sobre una posible repetición de aquellos hechos, respondió que "el miedo nunca es bueno, per sí hay que tener prudencia y movilizarse para anticipar o prevenir".
"Quizá todo esto nos ha movilizado para trabajar en los campos las curvas de nivel. Nuestros suelos, en zonas rurales, tienen poca capacidad de filtración, entonces con eso bajamos la velocidad con la que llega el agua y ampliamos el tiempo de evacuación", aclaró.
"El segundo tema —continuó— es revisar los desagües pluviales y aumentar los canales de evacuación. A grandes rasgos, lo que se podría hacer es aumentar la capacidad de evacuación del Napostá y el Maldonado; eso ya ayudaría un montón. Pero después hay microsituaciones, como un barrio que está en una depresión y se hace una pileta y habría que revisar los pluviales".
Finalmente, Torres Carbonell dijo que "es difícil llevar a cabo todas estas obras en la zona rural porque requieren de un cambio de mentalidad y hay inversiones que hacer por parte de cada campo. Así que seguramente haya que trabajar más desde las políticas públicas".
Mirá la entrevista completa a continuación: