Bahía Blanca | Sabado, 11 de octubre

Bahía Blanca | Sabado, 11 de octubre

Bahía Blanca | Sabado, 11 de octubre

Va tomando forma la futura terminal exportadora de crudo en Río Negro

En Punta Colorada, a escasos kilómetros de Sierra Grande,  ya se levantan los primeros tanques de almacenamiento del megaproyecto denominado Vaca Muerta Oil Sur (VMOS). 

La postal empieza a cambiar en la costa atlántica rionegrina. En Punta Colorada, a pocos kilómetros de Sierra Grande, las estructuras de acero que darán forma a los tanques de almacenamiento de la futura terminal petrolera ya comienzan a recortarse sobre el horizonte. 

Se trata de uno de los componentes centrales del proyecto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS), la iniciativa que busca llevar el petróleo neuquino directamente al mar para su exportación.

Esta semana, durante una recorrida por la zona de obra, el gobernador Alberto Weretilneck destacó la magnitud del emprendimiento y el compromiso de que la mayor parte de la fuerza laboral tenga origen en la provincia. 

Actualmente, unas 400 personas trabajan en las tareas iniciales, aunque se proyecta que en los momentos de mayor intensidad —previstos para 2026— esa cifra se eleve a 1.500 operarios directos, además de los empleos indirectos que dinamizarán la economía de Sierra Grande y alrededores.

Los primeros avances visibles corresponden a la playa de tanques. Allí se montarán seis unidades de acero, cada una con una capacidad de 120.000 metros cúbicos, lo que en conjunto equivale a 720 millones de litros de crudo. 

Las piezas llegan en barcos al puerto de San Antonio Este y son trasladadas en camiones hasta el predio de Punta Colorada.

En uno de los hitos recientes, un buque descargó 8.000 toneladas de chapas de acero provenientes de China y Corea. Cada plancha mide alrededor de 12 metros de largo, 3,5 metros de ancho y 42 milímetros de espesor, con un peso superior a la tonelada. Su ensamblaje in situ implica complejas maniobras de soldadura y logística que marcan el ritmo de avance de la obra.

El gobierno rionegrino informó que ya se completaron las excavaciones y fundaciones de cinco de los seis tanques, lo que permite acelerar el montaje de las paredes metálicas. En paralelo, se habilitaron caminos internos, zonas de acopio y la infraestructura básica para el funcionamiento del obrador.

La terminal no puede comprenderse sin el oleoducto VMOS, la obra de más de 400 kilómetros que unirá Vaca Muerta con la costa rionegrina. En su primera etapa, el ducto permitirá transportar unos 180.000 barriles diarios de petróleo, cifra que podría ampliarse con futuras ampliaciones.

La conexión con el mar abrirá la posibilidad de despachar crudo directamente desde Río Negro a los principales mercados internacionales en enormes buques VLCC. Para ello se proyectan dos monoboyas ubicadas a entre 6 y 8 kilómetros de la costa, que permitirán la carga de buques tanque de gran porte en mar abierto.

El impacto económico ya se siente en la región. En Sierra Grande y San Antonio Este aumentó la demanda de alojamiento, servicios de transporte y provisiones. Según cálculos oficiales, la obra generará en total más de 5.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos

En paralelo, se definió que al menos el 80 % de la mano de obra será rionegrina, una decisión que busca vincular de manera directa el crecimiento de la industria hidrocarburífera con la comunidad local.

Cuando la terminal esté en funcionamiento, se espera que desde Punta Colorada se exporte petróleo por un valor inicial de 4.500 millones de dólares anuales. En un escenario de mayor capacidad, esa cifra podría trepar hasta 12.500 millones, consolidando a Río Negro como nueva puerta de salida del crudo argentino.

El propio Weretilneck subrayó que el VMOS no solo representa una oportunidad de inserción global para la provincia, sino que también se convertirá en una fuente estructural de empleo e ingresos. “Estamos construyendo el proyecto energético más grande de nuestra historia”, aseguró durante su visita.

Las obras muestran hoy un avance cercano al 10 %, concentrado en las tareas tempranas. El cronograma establece que hacia fines de 2026 la terminal debería estar lista para despachar los primeros buques. Ese año marcaría el inicio formal de una etapa en la que el Atlántico rionegrino se integrará a la dinámica global de los mercados petroleros.

El desafío no es menor: se trata de una infraestructura inédita para la provincia y clave para el futuro energético argentino. Los tanques, el oleoducto y las monoboyas son piezas de una misma cadena que busca convertir a Punta Colorada en sinónimo de exportación de crudo a gran escala.

Mientras tanto, los avances ya son visibles. Las paredes metálicas que se levantan sobre la meseta costera, el movimiento de camiones y grúas y el ritmo de los obreros dan testimonio de que la terminal exportadora de crudo en Río Negro dejó de ser un proyecto en papeles y empezó a tomar forma concreta en el terreno.