Matías Ibáñez: "Voy a cumplir mi sueño de retirarme en Olimpo; vengo por el ascenso"
"La ilusión es muy grande, yo vuelvo a Olimpo no a un equipo del Federal A", avisó Chocolatín uno de los 13 refuerzos que ya confirmó el aurinegro. Regresa luego de 13 años.
Al repasar viejas entrevistas de Matías Ibáñez, había una frase que siempre se repetía: "Mi sueño es volver a retirarme a Olimpo".
A 13 años de su partida del club, el golero que nació en Ciudad Evita y adoptó a Bahía como su ciudad, cumplió con aquello y regresó al aurinegro siendo uno de los refuerzos rutilantes para la próxima pretemporada.
De aquel pibe que dio sus primeros pasos como profesional en el club, hoy retorna un arquero consolidado de 38 años y que en esos años lejos de Bahía hizo un carrerón: jugó en dos grandes (Racing y San Lorenzo), también en Lanús, Temperley, Patronato y Colón y hasta se dio el gusto de saltar el charco cuando formó parte del Eibar de España.
Ahora llega tras una temporada en Unión La Calera, ni más ni menos que desde la primera división del fútbol chileno, y vuelve a cumplir con aquello que siempre dijo y soñó.
"En uno, dos, tres o cuatro años, no sé, pero sé que mi carrera va a terminar acá", avisa "Chocolatín" en diálogo con La Nueva., mientras termina los últimos detalles de la mudanza y ya por las calles de Bahía.
Lo dice con la misma firmeza que tiempo atrás avisaba que regresaría.
"Siempre lo dije y ahora lo estoy cumpliendo. Hay muchos que lo dicen y no lo cumplen, pero bueno por suerte yo soy de palabra y las cosas que digo me las acuerdo. Este era uno de los pasos que quería dar en mi carrera. Me pasaron cosas que no imaginé nunca, esto lo venía pensando y diagramando, se dio y estoy muy contento", agradeció.
El Negro, quien jugó 112 partidos en Olimpo (ver estadísticas completas abajo), es uno de los 13 refuerzos que confirmó el presidente Alfredo Dagna el martes en conferencia de prensa.
Su llegada y el regreso de otro que dejó huella como Néstor Moiraghi fueron las sorpresas -al menos hasta ahora- del mercado de pases del aurinegro.
"Los más cercanos ya lo sabían, pero una vez que lo comunicó el club el teléfono explotó un poco", reconoció Matías.
-¿Cómo se dio este regreso?
-Es algo que tenía en la cabeza hace un tiempo, sabía que mi última experiencia iba a ser en Chile, no sabía si iba a ser este año o uno más, porque me quedaba un año más de contrato. Se dieron un par de cosas, cuando terminó el 2024 hablé con Alfredo (Dagna) y le manifesté que tenía ganas de volver. En diciembre cuando estuve en la ciudad me junté con él y si podía destrabar la situación en Chile, me venía. Es una decisión que tenía tomada hace un tiempo, estoy disfrutando de poder estar acá y de esto que era un sueño que tenía yo.
-¿Qué sentiste en ese momento, para llamarlo a Alfredo y decirle que era ahora?
-Es una decisión de vida, es algo que ya tenía pensado. Después de lo de Colón lo pensé, cuando me llamó Alfredo ya había arreglado en Chile por dos años y siempre se iba postergando. Siempre dije que quería terminar mi carrera en el club donde había arrancado, hoy se da así, lo puedo lograr y estoy contento por todo lo que viví y por tener la posibilidad de cerrar mi carrera acá, será en un año, dos, tres o cuatro, pero sé que va a terminar acá en Olimpo.
Durante la última temporada en Unión La Calera, Chocolatín atajó 25 partidos, con siete vallas invictas y 36 goles en contra.
-¿Cómo estas y en que momento volvés?
-Estoy bien. Soy un arquero mucho más maduro de cuándo me fui, estoy con muchas ganas. Pude jugar 15 años en Primera y en otros países porque me cuidé, entrené, no tuve lesiones graves, solo tuve una lesión en la rodilla en 2017 pero no tengo secuelas de nada. La verdad que tenía posibilidades de seguir jugando en Chile o en otros lugares, incluso me llamaron equipos del Nacional B, equipos de Primera recién ascendidos y la verdad que no fue un tema de plata. Si fuera por plata, hubiese elegido cualquier otra opción o me hubiera quedado en Chile. Es una decisión deportiva, personal y familiar y estamos todos contentos.
-Sabes que el objetivo acá es uno solo...
-Sí, eso lo tengo recontra claro. Desde el momento que tocó perder la categoría, el objetivo es ascender. Ya hace cinco años que Olimpo está en esta categoría, es recontra difícil y yo no la conozco. Yo la ultima vez que jugué un partido de Nacional B fue en 2009... Ojalá que se arme un buen grupo, que empecemos bien y vayamos construyendo día a día el sueño, para conseguir lo que quiere la gente y lo que queremos todos. Ojalá se logre, pero si se logra no va a ser fácil, eso lo tengo recontra claro.
-Hace un tiempo hablamos (NdR: el 18 de junio de 2020) y remarcaste esto también, que no iba a ser fácil ese ascenso...
-Sí, pero Olimpo los últimos años los peleó casi todos. Pero bueno, no es fácil, es el objetivo que tienen todos y ojalá lo podamos lograr. Vengo a eso, vengo a tratar de lograrlo Uno siempre aspira a lo máximo, a veces se da y a veces no, imaginate que de 40 equipos asciende uno y hay que viajar por todo el país.
-¿Qué te genera volver como referente al club?
-Yo me fui siendo muy chico, dentro de los chicos me sentía un referente. Pero es algo que fui construyendo en toda mi carrera, en la mayoría de los clubes en los que estuve me tocó serlo y sé la responsabilidad que conlleva. Es algo lindo y estoy acostumbrando a llevar el grupo adelante, a liderarlo y seguro de la mano del Chino (Moiraghi, otro de los que vuelve) y otros chicos más trataremos de brindarle nuestra experiencia a los más chicos.
-¿Te genera una motivación la exigencia del ascenso?
-Sí, yo quiero estar acá, sino me hubiera ido a jugar a otro lado. Estoy acá porque me siento querido, la gente me lo hace saber, me siento cómodo, es mi club, lo conozco. Mi familia es feliz acá, yo me hice la casa para vivir acá toda la vida. Por más de que no soy de acá, voy a vivir acá. La ilusión de volver a Olimpo es muy grande. Yo vuelvo a Olimpo, no vuelvo a un equipo del Federal A. Para mí es eso y las ganas de satisfacción de estar acá es grande.
-¿Vas a buscar transmitir eso también, tras vivir cosas históricas con el club?
-Dentro de la categoría Olimpo es un grande, los chicos que vienen acá lo saben. La exigencia es mayor y la gente le va a pedir que gane todos los partidos, pero bueno, es fútbol argentino y todo el mundo te va a pedir eso, estés en el equipo que estés.
Ya acomodándose en Bahía, Ibáñez y todo el plantel del equipo bahiense arrancará la pretemporada el próximo miércoles 15, de la mano del entrenador Gastón Lotito, quien seguirá en el club tras llegar la última temporada en plena competencia.
-Sé que falta mucho y ahora tendrás la cabeza en la mudanza y demás, ¿pero ya empezás a pensar en ese primer partido o en la vuelta al Carminatti?
-Sí, seguro. Ayer pensaba cuando había sido el último partido, creo que fue contra Argentinos Juniors en el Carminatti. Nos estábamos yendo a la B en 2012 y nunca me voy a olvidar que lloraba durante el partido, porque sabía que iba a pasar lo que no quería que pase y terminó pasando. Pero bueno, es otra historia, pasaron un montón de cosas y hay que mirar para adelante y tratar de disfrutar de lo que viene que va a ser un año lindo.
Matías atesora en Olimpo cientos de momentos y entre otras cosas fue parte -ni más ni menos- que de dos ascensos en la institución.
Pero su debut en primera de AFA es, sin dudas, el partido más icónico de todos los que jugó con la camiseta aurinegra.
Aquella tarde reemplazó a Laureano Tombolini ante Quilmes, atajó todo lo que fue sus tres palos para el triunfo por 1-0 de visitante.
Pero eso no fue todo, ya que con ese resultado el representante bahiense se salvó del descenso, mandó a su rival a la B y a River a la promoción que luego perdió con Belgrano. Es una de las páginas históricas de nuestro fútbol.
-En esto de que te sonara el teléfono por tu regreso, ¿cuántas veces te cruzaste la foto del partido contra Quilmes?
-Una sola, me la mandó un amigo y me dijo si no había otra foto mía en Olimpo jajaja.
-Ese partido será inolvidable, pero me imagino que soñás que en este regreso vengan otros que marquen tu paso por el club...
-Na... como ese no va a haber. Ojalá que sí, alguno decisivo, pero como ese creo que no va a haber, por todo lo que significó. Por el momento que estaba Olimpo también, ese año terminamos cuarto o quintos (NdR: sumó 30 puntos, quedando cuarto y a sólo 9 unidades del campeón Vélez). Hoy estamos en un momento en que sería un logro histórico ascender a la segunda categoría. Eso pasó en Primera, si lo dimensionas te das cuenta de lo importante que era todo eso.
-Ya hace 13 años que te fuiste, ¿cómo volvés?
-Yo me fui de acá y aprendí a entrenar, a jugar y a un montón de cosas. Es la realidad, tuve la suerte de jugar en España, conocer otra cultura y ver cómo se entrenaba, después ir a un club ordenado como es Lanús y ahí a los 26 años aprendí como se tenía que entrenar y cómo era manejarse en el fútbol. Acá, en Olimpo, era ganas y fuerza después uno va aprendiendo, fui cambiando y me pude sostener en tanto tiempo.
-A un compañero en una nota (acá) le confesaste que atabajas estando gordo...
-Sí, le dije que no me tiraba si no que me desmayaba...
-Exacto, esa nota... ¿haber hecho un clic en tus hábitos te permite regresar de esta manera?
-Sí, yo puedo jugar cuatro años más si quiero. Hoy hay mucha más información, es otra cosa. Yo en ese momento no es que lo hacía porque quería, no sabía. Yo me comía una docena de facturas todos los días, iba a entrenar y no pasaba nada. Después vas creciendo y te vas dando cuenta de que estás dando ventaja. Aprendí a los golpes que podía cambiar y podía mejorar.
-Si bien quizás jugaste alguno en la Liga, me imagino que dentro de esta vuelta también pensaste en lo que será el clásico contra Villa Mitre, que tomó otro relevancia en los últimos años porque comparten categoría...
-Tengo amigos de Vila Mitre y la familia de mi mujer son de Villa Mitre, me mandaron mensajes. Algunos se ponen contento porque volví a la ciudad, pero no en lo deportivo jaja. Es parte de la exigencia: ascender y ganar los clásicos. Cuando yo estuve acá, la única vez que nos enfrentamos fue en el Nacional B cuando salimos campeones y creo que ellos descendieron. Pero después en la Liga la verdad no tengo en la memoria haber jugado muchos.
-Para esa ansiedad que hay por el ascenso, ¿es clave tu experiencia para transmitirla y entender que esto es largo?
-Sí, vos podes tener una excelente primera ronda y si los partidos decisivos no los jugas bien, quedás afuera. El torneo es así. Hay que armar una buena base y tratar de ser sólidos en la esa etapa del campeonato que empieza en la segunda mitad de año.
-Por tu pasado en el club, aquel partido con Quilmes, el sentido de pertenencia que siempre mostraste, si tu regreso es con ascenso puede marcarte mucho, ¿lo pensás o preferís ir paso a paso?
-No, voy paso a paso. La otra vez alguien me decía que ascendí dos veces. Y sí y ojalá esta sea la tercera. Nada, yo acá después de lo que logré me siento recontra reconocido y querido, no pienso en eso.
-El otro día publicaste publicaste una foto y pusiste "haciendo lo que me gusta", ¿ahora vas a hacer lo que te gusta y dónde querías en el final?
-Sí, sin dudas. Nunca imaginé jugar hasta esta edad y lo logré y poder terminar como siempre quise... la verdad que soy un agradecido. Es un sueño y si llega a terminar con el ascenso, sería un locura.
-¿Te hacés lugar para disfrutarlo?
-Sí una vez que termine. Pero cuando uno mira para atrás estoy orgulloso de lo que logré. No me puedo quejar y terminarlo de esta manera va a ser algo hermoso.
Sus números en Olimpo
Matías Ibáñez disputó 112 partidos con la camiseta de Olimpo: 23 en Primera División; 2 por Copa Argentina; 43 en la B Nacional; 15 en Reserva de AFA y 29 por la Liga del Sur.
En esos cotejos le hicieron 159 goles y lo expulsaron 2 veces. Además, le patearon 20 penales y le convirtieron 12.
(Datos estadísticos: Eduardo "Cocho" López)