Bahía Blanca | Viernes, 17 de mayo

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Banco Nación: cada vez más cerca de la completa reparación

Por estas horas se trabaja en dos frentes: la recuperación de la fachada y la recomposición de los componentes del remate del edificio. El incendio ocurrió en la madrugada del 28 de julio de 2018.

La sucursal de BN en Estomba y Moreno. / Fotos: Rodrigo García-La Nueva.

La instalación de un cerco de obra cubriendo los 50 metros de la fachada del edificio (sobre calle Moreno) y la reconstrucción de las estructuras metálicas de las cúpulas y mansardas en la azotea dan cuenta del avance que va teniendo la recuperación de la sucursal del Banco de la Nación Argentina, en Estomba y Moreno, cuyo edificio resultó afectado por el incendio ocurrido en la madrugada del 28 de julio de 2018.

Si bien el avance de los trabajos ha sido continuo desde los primeros meses después de ocurrido el siniestro —con el inicio de la limpieza general y las tareas de demolición de las partes más afectadas—, también es cierto que ya llevan un tiempo prolongado, que supera, por caso, en dos años el plazo que llevó construir el edificio, cuyas obras comenzaron en agosto del año 1917 y quedaron habilitadas en enero de 1921.

A la fecha ha habido cateos en la estructura, el retiro de 400 m3 de escombros y 34 toneladas de chatarra, reposición de la cubierta central, la construcción de una escalera contra incendios y nuevos sanitarios, la primera etapa de la instalación eléctrica y la instalación de un nuevo sistema de climatización.

Por estas horas se trabaja en dos frentes: la recuperación de la fachada y la recomposición de los componentes del remate del edificio.

La obra de restauración y reconstrucción de la envolvente edilicia que se realiza está a cargo de la empresa local Probras Bahía SRL, que cotizó la obra (en abril de 2023) en $ 774.389.110, monto que da cuenta de la importancia de la intervención.

Como en cada tarea que se fue concretando, el pliego de condiciones pone énfasis en la importancia de considerar y respetar el valor patrimonial del inmueble.

“El bien es parte esencial de la memoria bahiense por su valor cultural, su riqueza constructiva, su sentido de pertenencia y por conservar su uso luego de más de cien años. Por eso se debe conservar para futuras generaciones”, indica.

La puesta en valor de la fachada incluye reparaciones generales y recuperar el tono original del frente, el cual se materializó con una mezcla preparada con arena oriental o de Montevideo, un aglomerante (cal o cemento) y minerales molidos como la mica, la dolomita o la calcita.

De acuerdo con las proporciones utilizadas se genera una terminación color miel, similar a la que todavía puede advertirse en los vecinos edificios de Tribunales, el ex Banco Provincia, la sede de la biblioteca Rivadavia o del club Argentino, y que se conoce con el nombre de terminación símil piedra.

El objetivo es entonces “recuperar la lectura visual original del edificio”, respetando “sus detalles y el envejecimiento noble de los materiales” y quitando toda parte añadida.

Esto incluye el retiro de las distintas capas de pintura aplicadas a lo largo del tiempo, buscando llegar al revoque original, cuya tonalidad será la que defina el material a utilizar.

Es una tarea de cierta complejidad, que exige la aplicación de elementos químicos para la remoción de la pintura y también un cuidadoso trabajo manual.

Desde adelante

En relación a las cúpulas y mansardas, cuyas estructuras metálicas resultaron completamente dañadas por el fuego, ya fueron reconstruidas y recuperadas en su totalidad, estando en condiciones para proceder a su recubrimiento con una estructura de madera y a la posterior colocación de las pizarras color negro.

Estas piezas de cierre fueron adquiridas en una fábrica de San Luis y, desde hace un par de semanas, están acopiadas en el lugar.

De esta manera, ese conjunto recuperará su aspecto original, ya que las pizarras habían sido reemplazadas en 1969 por planchuelas de zinc.

Lo que falta

De acuerdo al plan de trabajo elaborado por las autoridades del banco a poco de ocurrido el siniestro de 2018, entre las tareas pendientes se encuentran la realización del sistema de detección de incendios, que incluye la colocación de rociadores, extintores e hidrantes; la restauración completa de la planta baja, el primer piso y segundo con una nueva organización de las oficinas y puestos de trabajo.

Esa etapa incluye la provisión de equipamiento mobiliario y tecnológico, al que se sumarán trabajos de pintura, la terminación de la instalación eléctrica e iluminación y todo un conjunto de tareas finales.

Originalmente se planteó, además, generar en el primer piso un Espacio de valoración patrimonial, el cual reunirá documentación, planos, fotografías y documentos, una suerte de museo que servirá para tomar conciencia del valor del edificio, del incendio sufrido y de las obras realizadas.

Si bien resulta muy difícil para las autoridades del banco estimar una fecha de terminación de la obra, es posible especular que no será hasta 2026 que la sucursal esté cerca de quedar operativa.

Pero esto no deja de ser una mera especulación, no sólo por el volumen de las tareas faltantes sino porque, además, los cambios de autoridades y el complejo momento económico que atraviesa la economía del país impiden tener certeza alguna sobre esa situación.

El objetivo es recuperar la lectura visual original del edificio, respetando los detalles y el envejecimiento noble de los materiales.

Por otra parte, hay que considerar que el Banco de la Nación Argentina cuenta con 739 sucursales en todo el país, y basta ingresar en su sitio web para verificar la enorme cantidad de obras que tiene en marcha o a licitar, desde la provisión de mobiliario a las sucursales de Firmat, Villa Dolores y Carmen de Arecco, pasando por la restauración de la mansarda de cobre de la Casa Central o la construcción de nuevos edificios para las sucursales de Neuquén y General Rodríguez.

El mejor de todos

La sucursal de Moreno y Estomba fue considerada, en el año 1921, como la más importante de la institución en el país, lo cual da una idea también de la importancia que la entidad bancaria asignaba a la ciudad, con su zona agrícola ganadera, su potencial comercial e industrial y su condición portuaria.

En el libro Banco de la Nación Argentina, acción, presencia y testimonio de la construcción del país, publicado en 1983, se hace una detallada descripción del edificio.

“Su aspecto exterior es imponente. A ello contribuye la mansarda y otros detalles de ornamentación afrancesados, así como los pares de medias columnas que limitan la entrada principal, recorriendo sus fustes los dos primeros pisos, culminando hacia el tercero en capiteles jónicos, sobre los que descansa un entablamento quebrado.

“Por delante del cuerpo central de su mansarda reposan figuras alegóricas que indican el destino de este edificio. La división de la composición y la ornamentación definen a esta arquitectura académica de inspiración francesa.

“Emplazado en el área urbana fundacional, se incorporó a un conjunto edilicio de similares características, gestado en los años cercanos al centenario y conformando parte de un importante patrimonio histórico arquitectónico, reflejo de una etapa trascendental en el desarrollo de la ciudad”.