Bahía Blanca | Sabado, 27 de abril

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Bahía Blanca | Sabado, 27 de abril

Portugal, la calle detrás del teatro: un espectáculo arquitectónico en tres actos

Un paisaje urbano que se destaca en la trama urbana, con un encanto y un estilo diferente.

"Hacia allí, después de seis días y seis noches, el hombre llega a Zobeida, ciudad blanca, bien expuesta a la luna, con calles que giran sobre sí mismas como un ovillo". Italo Calvino

Portugal es una calle distinta. Como todas las calles. Tiene apenas tres cuadras de extensión --nace en Dorrego, llega hasta Corrientes--, una de las cuales es peatonal, la misma que hasta 1935, en que se le asignó un nombre, se la mencionaba como “la cortada detrás del teatro Municipal”.

Su trazado es consecuencia de la subdivisión que en 1911 hizo la municipalidad de la denominada Quinta Erize, adquirida por la comuna y elegida por el arquitecto Faure Dujarric para ubicar el teatro Municipal, como remate de la avenida Alem. Así, ese sector delimitado por Alsina y Belgrano, entre Dorrego y Corrientes, quedó organizado en cuatro manzanas.

Subdivisión de la Quinta Erize, 1911

Es una escala urbana que enriquece el lugar, generando cierto grado de intimidad y de calidez, con árboles que han crecido (y fueron capaces de soportar el temporal de mediados de diciembre-- y una arquitectura que desde su concepción buscó convertir al lugar en una suerte de barrio jardín, de estética atractiva en una zona hasta entonces ignorada, donde solo se oía, de acuerdo a crónicas de la época, el croar de las ranas.

El primero de todos

"Después de seis días y seis noches, el hombre llega a Zobeida, ciudad blanca, bien expuesta a la luna, con calles que giran sobre sí mismas como un ovillo. Italo Calvino

En la esquina de Zeballos y Portugal se ubica el edificio Cisneros, el primero de la ciudad resuelto con el lenguaje propio de un edificio en altura.

Fue diseñado en 1936 por el ingeniero Guillermo Martín, de la firma Marseillán, quién lo resolvió con una estética moderna, prescindiendo de todo tipo de ornamentación, con un diseño propio de la escuela alemana Bauhaus y cierto aire art decó.

El edificio Cisneros, telón de fondo de la peatonal.

Un departamento por piso, cocheras en la planta baja, ascensor eléctrico, conexión para radio y equipo incinerador de residuos eran algunos de los componentes fundacionales.

Su propietario era el abogado Carlos Cisneros, en una época en que no existía la Ley de Propiedad Horizontal con lo cual estos edificios multifamiliares eran conocidos como “Casas de rentas”, es decir que se alquilaban sus unidades y una eventual venta incluía a todo el bloque. En la esquina se ubicó un jardín, de modo de relacionar la obra con la plazoleta del teatro.

Sigue siendo uno de los edificios más bonitos de la ciudad, una obra de arte, propia de su época en un estilo que comenzaba a marcar un nuevo camino para la arquitectura.

Una muestra de casas barco 

"Feliz el que tiene todos los días a Fillide delante de los ojos y no termina nunca de ver las cosas que contiene”, exclamas, con la pesadumbre de tener que dejar la ciudad después de haberla sólo rozado con la mirada". Italo Calvino

Las "casas barco" son una línea particular dentro del Art Decó. Su diseño evoca la apariencia de un barco, o de su cabina, con líneas curvas, formas aerodinámicas y ventanas o detalles que recuerdan a las estructuras náuticas.

En la década el 30 los trasatlánticos eran un símbolo de los nuevos tiempos y de la modernidad, por lo cual el estilo asoció esa elegancia con la industria naval. Nuestra ciudad tiene una enorme cantidad de este tipo de viviendas, que se destacan por su planta alta, donde aparece un balcón cerrado que es la mitad de una cabina de un buque.

Barandas de acero inoxidable, ventanas circulares, la forma de abril los postigones son todos componentes identitarios de esta propuesta.

Portugal tiene una sucesión maravillosa de este tipo de edificios, con ligeras variantes y detalles, todas proa a la calle, a los árboles, dispuestos a partir.

A estas viviendas se suman las otras variantes del art decó, los diseños geométricos, los bajorelieves, los triángulos y guardas. Toda la estética de este estilo de la décad del 30, la belle epoque, los años locos, la magia de Hollywood.

Sumando al centenario

En 1927 el arquitecto Mario Cantarelli dio a conocer su proyecto de una vivienda en la esquina de Portugal y Dorrego. Inventariada como bien patrimonial de la ciudad, va camino a su primer siglo en muy buenas condiciones, con un particular mirador, cubierta de tejas, aires árabes, revoque símil piedra y la esquina curva sobre la cual se ubica un balcón.

Es ahora un hito del rebautizado Paseo Peatonal Portugal, intervención vial habilitada en abril de 2022 que reconvirtió la cuadra buscando generar un lugar de encuentro, potenciando la continuidad con la avenida Alem. Ese nuevo uso ha derivado en la apertura de bares y restaurantes, ocupada en ocasiones por ferias.

Dos quioscos de chapa rescatados de distintos puntos de la ciudad fueron reparados y adecuados para servir como puestos de flores y revistas.

Plazoleta Pyró, kiosco pagoda, teatro Municipal.

En la última década la calle ha resignado algunas de sus viviendas para dar lugar a complejos multifamiliares, plantas baja y dos pisos, que se han adaptado de buena manera al perfil  del lugar con un diseño adecuado para sumarse al entorno con armonía.

Final

"Yo llamo a la arquitectura música congelada”Johann Wolfgang von Goethe

Las cortadas tienen sus encantos. En este caso es una cortada más extensa, pero con sus dos extremos cerrados. Es resultado de un trazado distinto, que suma la particularidad de una plazoleta con su calzada portuguesa y el inicio de una avenida emblemática.

A ese paisaje urbano se suman los árboles y los detalles, las puertas, las sombras y el descubrimiento de lo casual y azaroso.

Es una lectura que se hace con los pies, caminando, una experiencia que un poeta como Jorge Luis Borges supo disfrutar y definir: «No quise determinarle rumbo a mi caminata, procuré una máxima latitud de probabilidades para no cansar la expectativa (…). Realicé, en la mala medida de lo posible, eso que llaman caminar al azar; acepté, sin otro consciente prejuicio que el de soslayar las avenidas o calles anchas, las más oscuras invitaciones de la casualidad”.

Una manera distinta de descubrir Bahía Blanca, la ciudad de los siete puertos, la Liverpool del Sur, la Chacra Asfaltada, La Tierra del Diablo, Puerta y Puerto del Sur Argentino. Camino a su bicentenario.