Modificarán el ancho de la ciclovía en calle Balboa

Redacción de La Nueva.

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Desde el momento en que comenzó a ganar terreno en las calles de Bahía Blanca, y aunque muchos vecinos eligen la bicicleta como medio para transportarse, la red de ciclovías no dejó de ser blanco de cuestionamientos por parte de los conductores.

Y uno de los tramos más controvertidos en el último tiempo fue el instalado dos meses atrás en la zona que bordea el Parque Independencia, a raíz de las complicaciones que genera en una vía con denso caudal de autos, camionetas y camiones.

Tanto vecinos como funcionarios presentaron quejas formales al Municipio respecto de la presencia del carril para bicicletas en calle Balboa, del 800 al 1.200, ya que es una arteria de circulación de doble mano que, a su vez, cuenta con estacionamiento permitido en la vereda contraria. Por eso, quienes manifestaron su disconformidad argumentan que la bicisenda en ese sitio provoca incomodidad para maniobrar y hasta temor a la hora de conducir.

Ante los repetidos reclamos, la Dirección de Movilidad Urbana decidió reducir el ancho de la ciclovía en calle Balboa y así otorgar más espacio a los vehículos de mayor porte, confirmó a este diario el titular de esa dependencia municipal, Ramiro Frapiccini. 

Por eso, nuevas líneas amarillas fueron pintadas ayer, en paralelo a las que ya demarcaban los carriles para ciclistas, ubicadas unos centímetros más cerca del cordón. 

Si bien los delineadores viales o “bastones amarillos” continuaban esta mañana en el mismo sitio de la demarcación original, Frapiccini confirmó que serán reacomodados entre hoy y mañana, ya que, aclaró, los trabajos debieron ser interrumpidos por las lluvias de anoche. 

El funcionario aseguró que la ciclovía en Balboa “estaba demarcada con las medidas correctas que permitían la circulación de los autos por cada carril, de autos estacionados y de circulación de bicicletas con comodidad, ya que fue medido, evaluado y diseñado por profesionales”. Además, destacó que “no hubo incidentes” desde que se instaló la ciclovía en ese lugar.  

Pese a eso, “como no asumimos posiciones intransigentes, vimos conveniente corregir el ancho de la ciclovía para dar un poco más de espacio a la doble circulación de vehículos para que no represente un 'miedo' al conductor”, contó. 

En las próximas horas se reubicarán los bastones amarillos y se borrarán las líneas anteriores pintándolas de gris, tal como se ha realizado en otras intervenciones urbanas previas.