Bahía Blanca | Jueves, 02 de mayo

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Pese a los carteles de no estacionar, Darwin sigue siendo una calle dormitorio

Los autos paran junto a la bicisenda y se genera un cuello de botella en un paso muy transitado.

Darwin al 400 (fotos: Pablo Presti - La Nueva.)

   Algunos vehículos apuran el paso, otros desaceleran; pero los bocinazos ya son parte del paisaje en la primera cuadra de calle Darwin, entre las vías del tren y avenida Parchappe, donde los conductores ahora deben acomodarse para cruzar por un paso más angosto debido a la nueva ciclovía.

   La expansión del área de estacionamiento medido y pago, la incorporación de carriles exclusivos para bicicletas y colectivos, el aumento de reductores de velocidad y la instalación de semáforos “anti estrés”, son algunos factores que en los últimos años modificaron el comportamiento del tránsito en Bahía Blanca e hicieron que los conductores tomaran nuevos hábitos.

   Un ejemplo de ello es la aparición de las denominadas “calles dormitorio”, utilizadas por cientos de bahienses que se trasladan al micro y macrocentro a diario en su vehículo particular. Se trata de cuadras que no son alcanzadas por el sistema de parquímetros pero se encuentran casi en el límite con éste y, por esa razón, muchos conductores depositan sus coches allí por varias horas.

   En Darwin al 400, donde se unen Brandsen y avenida Cerri, hace varios meses que entre los autos de los vecinos del sector se han colado los de quienes eligen escapar del pago del parquímetro.

   Pero cuando se instalaron las últimas ciclovías, que a través de Darwin vinculan el trayecto de la mencionada avenida con el de calle Corrientes, una serie de carteles de “Prohibido Estacionar” se dispusieron en ambos lados de la arteria que ya se había convertido en una playa de estacionamiento lineal. 

   Sin embargo, eso poco importó a los conductores, quienes, ignorando las señales de tránsito, continuaron con la costumbre de aparcar entre el carril de bicicletas y el de los vehículos de cuatro ruedas, tal como se hace en muchas cuadras del micro y macrocentro bahiense. 

   Es que sobre el asfalto se nota que en algún momento, por un corto lapso, se demarcaron en ese lugar las líneas que delimitan los boxes de estacionamiento y luego fueron tapadas con pintura gris. Pero con el reflejo del sol, todavía se siguen vislumbrando y pueden prestar a confusión. 

Las líneas de estacionamiento, pintadas de gris.

   Lo cierto es que ese tramo de Darwin es un paso densamente transitado, que une el flujo de vehículos desde el centro hacia "más allá de las vías", en calles realmente anchas y que ahora, por el estacionamiento de vehículos junto a la bicisenda, deben acotarse a un solo carril cual cuello de botella.