Bahía Blanca | Viernes, 17 de mayo

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Bahía Blanca | Viernes, 17 de mayo

Al dormidero de loros se ha sumado ahora el dormidero vehicular

Para evitar pagar el estacionamiento, cientos de conductores dejan sus automóviles en arterias alejadas, a las que los vecinos bautizaron "calles dormitorio".

La avenida Parchappe y un extenso estacionamiento lineal.

Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

   Bahía Blanca cuenta en su planta urbana con el mayor dormidero de loros barranqueros del planeta. Así al menos lo  señala un estudio realizado por profesionales del CONICET. Ese dormidero comunal es el parque de Mayo, sitio elegido por al menos 13 mil loros –promedio para los meses de mayor afluencia, hay meses en que esa cantidad disminuye drásticamente-- que cada día, entre la puesta del sol y el crepúsculo, regresan de los campo aledaños a la ciudad para descansar los añoso eucaliptus del paseo.

   Los bahienses, por costumbre o habitualidad, quizá no prestan demasiada atención, pero cada día se genera ese espectáculo de las aves regresando, incluso con paradas intermedias determinadas, por caso en cables y columnas de iluminación del paseo Cuyo o en el campus de la UNS en Altos del Palihue.

   La referencia viene a cuenta porque en los últimos años han surgido otros dormideros, acaso inesperados y con otros protagonistas, y que han generado el fastidio de cientos de vecinos que vieron de pronto reconvertidas sus calles.

   La referencia es a la respuesta de cientos de bahienses que se trasladan al micro y macro centro a desarrollar sus labores diarias utilizando su vehículo particular. Cómo el mismo debe quedar estacionado durante períodos extensos, a veces de hasta 12 horas, se buscan calles donde no se deba pagar: se escapan de los sectores medidos y pago. Cómo los sitios tarifados son cada vez más extensos, se han generados verdaderas playas lineales de estacionamiento en calles y cuadras que hasta ahora apenas contaban con los vehículos de quienes habitan en el lugar.

   Son varios los barrios invadidos por vehículos que quedan todo el día. Por tomar un modelo, es simple ver el cambio producido en la avenida Parchappe y en calle Darwin, ocupadas de punta a punta por vehículos, para fastidio incluso de los Amigos del parque de esa avenida, que han visto modificada la geografía del lugar. “Calles dormitorio”, las llaman los vecinos, que poco y nada pueden hacer para modificar la situación.

   Loros barranqueros en el parque de Mayo, tradicionales, automóviles quietos en calles dormitorios, una nueva situación. Características de una ciudad que cambia con el tiempo y cuyos habitantes responden a ciertas imposiciones con respuestas a veces inesperadas.