Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Mentes criminales: qué pasa por la cabeza de un abusador reincidente

Cristian Talmón pasó la mitad de su vida preso por delitos sexuales. En un reciente juicio, en el cual le impusieron 25 años de cárcel, se confesó: “Hagan lo que quieran de mí”.

Fotomontaje Guillermo Kluin y fotos archivo LN.
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Audionota: Danilo Belloni

Las denuncias, las causas, las condenas -y las huellas indelebles en las víctimas- por delitos contra la integridad sexual crecen cada año.

El tema es abordado desde diversos ángulos: se debate acerca de la reincidencia de los acusados y también sobre el tratamiento que se les debe dar mientras están privados de la libertad.

En medio de este laberinto, y como casi nunca sucede, en un juicio que finalizó en las últimas horas un hombre que recibió la tercera condena por delitos sexuales (en una de ellas se unificaron varias causas) rompió el silencio. 

Confesó los hechos, pidió perdón y reconoció que no puede reprimir los impulsos que lo llevan a cometer estos delitos.

Se trata de Cristian Fernando Talmón, a quien el Tribunal en lo Criminal Nº 1 le impuso una pena de 25 años de cárcel por abusar sexualmente de dos pequeños, entre 2017 y 2018, en una casa de la ciudad.

Talmón, quien transcurrió casi la mitad de su vida preso, se encuentra actualmente detenido en la Unidad Penal Nº 4 de Villa Floresta, donde está cumpliendo una sentencia de 8 años, que le impusieron en 2021.

Incluso, días atrás la Justicia allanó su celda y secuestró telefonía en una investigación por tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil.

No lo puede frenar

Durante el debate manifestó: “Evidentemente tengo problemas”.

Dijo que no podía negar los hechos que le imputaban y que había decidido hacerse cargo.

Según el fallo, al que tuvo acceso La Nueva., agregó que sentía el daño provocado, admitiendo que “no puede evitarlo toda vez que hace años viene batallando con esos problemas”.

“Lamento en lo que me convertí”, sostuvo.

Los magistrados describieron que Talmón “hizo referencia que tiene problemas de 'desviación sexual con los niños' que no puede evitarlo, pese a intentarlo muchas veces”.

Agregó que se decidió a declarar porque “no puede seguir así” y manifestó de manera tajante: “Hagan lo que quieran de mí”.

“Si tengo que estar toda la vida preso lo estaré. Dejó todo en manos de Dios”.

El procesado le pidió perdón a los padres de los pequeños, sostuvo que “no tuvo intención de hacerlo” y que lo que pasó no lo puede frenar.

Por último, admitió que “necesita un tratamiento para cambiar” y que lo está pidiendo desde que fue detenido.

“No quiero salir y tener los mismos problemas”, advirtió.

Talmón también aseguró que “me mando cagada tras cagada” y -en relación al allanamiento en su celda- que no quiere tener más teléfonos “para que no pase esto”.

Dudas de una abogada

"Personas como Talmón le hacen a uno preguntarse si existe un tratamiento que efectivamente pueda funcionar”.

“Al menos hay que intentarlo, porque algún día este hombre va a recuperar la libertad y es un peligro para todo niño”.

Así se refirió la abogada Viviana Lozano, reconocida por su actividad profesional asistiendo a víctimas de este tipo de delitos, acerca del accionar del condenado y la posibilidad o no de su reinserción social.

La letrada agregó que “los servicios penitenciarios carecen de recursos humanos y materiales, y creo que, al menos en la provincia, no existen protocolos destinados a tratar a abusadores. Por eso, antes de decir que algo fracasó hay que implementarlo. En eso hay que trabajar”.

También sostuvo que este tipo de detenidos “no puede tener contacto con dispositivos móviles”.

“En este caso en particular, no solo hay un abuso en forma física y directa con niños, sino que también por la presunta tenencia o distribución de material de abuso y explotación sexual infantil. Además sé que por lo menos tiene otras cinco causas más”.

“El tratamiento que se hace dentro de la cárcel es insuficiente, si es que se hace. También es poca la cantidad de profesionales  para las personas que hay privadas de su libertad”, siguió diciendo Lozano.

Por otro lado, consideró que en el caso de los pedófilos y pederastas, deberían tener un alojamiento distinto al resto de la población carcelaria, “para brindarles un tratamiento diferenciado”.

Víctimas con perpetua

“Quiero confiar en que podrían recuperarse para reinsertarse socialmente, tengo la obligación de hacerlo porque, de lo contrario, fracasamos como sociedad. Es hora de tomar el tema con la seriedad que requiere. Ellos (por los abusadores) podrán estar 20 o 30 años presos, pero la víctima está con prisión perpetua, porque recordará de por vida lo que vivió”, aseguró Lozano.

“Otros países hablan de castración química, pero es probable que no sea efectiva, porque el abusador actúa por dominación y no por satisfacción sexual”.

Lozano dijo que no cree que Talmón cambie. 

“Comenzó a los 20 años y ahora tiene 40. Un día va a salir y, sin importa la edad, puede recaer”.

Finalmente, sobre la confesión realizada en el juicio, la abogada no la considera genuina.

“No le creo nada, solo intenta mejorar su situación. Todas las veces anteriores los negó. Ahora vio que era imposible seguir negando con tantas condenas en su espalda. No es creíble”. 

Mientras se evalúa qué hacer con los violadores, una herramienta útil para tratar de prevenir abusos en los niños -las víctimas más vulnerables- es desarrollar de manera uniforme la Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas.

La misma Justicia -fallo de la Cámara Penal bahiense en 2020- destacó que son muchas las causas en las cuales se detectaron abusos a niños a partir de la puesta en marcha de la ley la ley 26.150. 

Y giraron copia de la resolución al Ministerio de Educación de la Nación y a la Dirección de Cultura y Educación bonaerense.